La Audiencia Nacional envía a prisión al exconsultor del Banco Mundial detenido por una supuesta macroestafa con criptomonedas
El juez decreta la reclusión de Andrea Zanon, eludible bajo fianza de 60.000 euros. El financiero, investigado por un presunto fraude piramidal de más de 100 millones de euros, fue detenido el viernes cuando hacía escala en España
El caso Nimbus acaba de experimentar un súbito acelerón. La Audiencia Nacional ha decretado este lunes el ingreso en prisión provisional de Andrea Zanon, un antiguo consultor del Banco Mundial investigado por participar en una supuesta estafa piramidal con criptomonedas configurada en torno a Nimbus, una sociedad cuya sede se situó en Malta. Tras interrogarlo esta mañana, el magistrado Joaquín Gadea ha apreciado el posible riesgo de fuga de este financiero italiano, identificado como un antiguo alto cargo de la compañía bajo sospecha, y ha ordenado la inmediata reclusión del exdirectivo, eludible si paga una fianza de 60.000 euros. La Guardia Civil, que lo detuvo el viernes tras tres años de pesquisas, ha llegado a cifrar este fraude en 135 millones de dólares (125 millones de euros), según el sumario.
Según subrayan fuentes jurídicas, durante su declaración ante el juez, Zanon se ha desvinculado de la presunta trama de fraude y ha minimizado su relación con la compañía. Según ha dicho, simplemente ayudó a Nimbus en sus inicios para constituirse como sociedad. El financiero, que vive en Colorado (Estados Unidos) y que se ha mostrado conmocionado ante Gadea tras pasar tres días en los calabozos, fue detenido el viernes en el aeropuerto de Barcelona, mientras hacía escala en España. Él mismo ha contado que se dirigía hacia Dubái para participar en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28). También ha asegurado que él no fue consejero delegado de la empresa, pese a que esta lo identificaba así en algunos comunicados públicos. En cierto momento, ha roto a llorar.
Tras escuchar su versión, la Fiscalía ha reclamado el ingreso en la cárcel sin fianza, por riesgo de fuga y de que destruya pruebas: “Existen indicios de que es el principal partícipe en los hechos y carece de arraigo en España. Los principales investigados residen en el extranjero”, ha señalado el ministerio público. La defensa ha pedido su puesta en libertad.
El juez Gadea ha aceptado su ingreso en prisión, pero decreta que podrá quedar libre si deposita 60.000 euros de fianza. Según fuentes jurídicas, de momento no ha pagado, por lo que se le trasladará a un centro penitenciario. “Zanon ha utilizado su figura como marca de confianza de Nimbus. Su amplio currículo ha sido publicitado en numerosas ocasiones a través de los distintos canales utilizados por esa sociedad, para servir como reclamo y generar el nivel de confianza necesario para atraer inversores. Se han encontrado varias publicaciones en las que Zanon se presenta como CEO”, apunta Gadea en su dictamen, donde aprecia riesgo de fuga, de destrucción de pruebas y de reiteración delictiva. Los abogados de los afectados por la presunta estafa, Carlos Aránguez y Miguel Ángel Fernández, han valorado positivamente la decisión del magistrado.
Con esta resolución, el magistrado toma una decisión de enorme calado. Zanon se convierte en el primer detenido en esta causa, y en el primer imputado que ingresa en prisión —una medida apoyada por la Fiscalía y otras acusaciones—. Todo ello, en una investigación que arrancó en los tribunales en 2021, aunque las alarmas sobre Nimbus habían saltado unos meses antes. En 2020, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ya abrió una investigación confidencial tras la denuncia de un particular, que informaba de sus sospechas de que funcionase bajo “un esquema piramidal”. El organismo concluyó entonces que esta empresa de gestión de carteras de criptomonedas prometía “rentabilidades irreales”, sometía a sus clientes a “riesgos altísimos” y ofrecía “sin autorización” servicios propios de una compañía de inversión. Como avanzó EL PAÍS, en ese documento reservado, que nunca se hizo público, la entidad manifestaba que los ahorradores podrían “verse maniatados” si trataban de recuperar su inversión —como, precisamente, ocurrió—.
La Fiscalía y la Guardia Civil mantienen en varios informes que los cabecillas de Nimbus operaban como una verdadera “organización criminal” e idearon una estafa piramidal de gran magnitud: ofrecían a sus clientes gestionar sus carteras de criptomonedas con la promesa de que, a través de operaciones de compraventa, su “revalorización” se traduciría en un reparto de sustanciosos beneficios. Según los investigadores, entregaban a los ahorradores un certificado electrónico —denominado “token”— que supuestamente respaldaba sus depósitos. Pero, en lugar de dedicarse a “comprar y vender” los bitcoins en busca de rentabilidad, los “transferían a terceras personas, aplicándoles técnicas de blanqueo”. De esta forma, aunque en un primer momento se esforzaban en contar con “capital suficiente para mantener” las apariencias, llegó un momento en que cesaron su actividad. El 9 de octubre de 2020, según consta en el sumario, la empresa “suspendió todas sus operaciones, quedando bloqueadas las retiradas de capital y los pagos de beneficios”.
El presunto sistema fraudulento saltó, por tanto, por los aires. Y, a las alarmas surgidas en el seno de la CNMV, le siguieron las denuncias en los tribunales. Los afectados acudieron, entre otros, a juzgados de Huelva (el primero en abrir una investigación de calado y encargar informes a la Guardia Civil); Zaragoza; Barcelona; y Granada. Todas esas causas han acabado en la Audiencia Nacional, a la que el Tribunal Supremo ordenó en marzo de 2022 que asumiera la investigación por estafa, con afectados repartidos por toda España.
“El currículum de Zanon ha sido utilizado como reclamo, haciendo referencia a su experiencia laboral como consejero en Asuntos Tecnológicos para el expresidente de los Estados Unidos Bill Clinton y para la exsecretaria de Estado de los Estados Unidos Madeleine Albright, y como Jefe de Gestión de Riesgos en el Banco Mundial, entre otros puestos”, prosigue Gadea en su resolución de este lunes, donde remacha: “Varios de los perjudicados han confirmado que lo que les convenció para invertir en Nimbus fue el hecho de que Zanon estuviera al mando de la mercantil, ya que transmitía una gran fiabilidad. Zanon desempeñó funciones de índole administrativa para la sociedad, entre ellas el pago desde sus cuentas bancarias a personas del equipo Nimbus; contratación de empleados; contacto para la gestión del pago por servicios prestados; organización de campañas publicitarias...”.
El auto de este lunes contra Zanon resulta contundente: “[El financiero] cuenta, además, con un entramado de sociedades en diferentes jurisdicciones, como España, Panamá y Estados Unidos”. “En base a todo lo expuesto, se puede plantear como hipótesis que habría puesto en marcha la sociedad Nimbus, y habría aportado su dilatada experiencia profesional para crear una marca de confianza que sirviera para atraer inversores, hasta conseguir que el importe de la estafa adquiriera las cifras deseadas, momento en el cual comienza a tomar las medidas necesarias para desvincularse por completo de la mercantil, llegando incluso a pagar por el borrado de la huella digital de esta vinculación”, apostilla el magistrado.
Durante los primeros meses de pesquisas, Nimbus llegó a negar a EL PAÍS la existencia de cualquier investigación judicial sobre la compañía. Sin embargo, finalmente lo admitió e insistió en su inocencia: “Confiamos en que los tribunales y las instituciones judiciales de España determinen la verdad [...] Nunca hemos estado involucrados en actividades ilegales o poco éticas”. Por su parte, Zanon presentó una demanda contra este diario por intromisión al derecho al honor y reclamaba una indemnización de 30 millones de euros; pero esta fue desestimada este 10 de octubre por el Juzgado de Primera Instancia 90 de Madrid. Precisamente, Zanon se ha referido este lunes ante el juez a las informaciones desveladas por EL PAÍS: ha insistido en que le hicieron mucho daño laboralmente y ha lamentado que, a raíz de su publicación, le llamaron del Banco Mundial para decirle que no contarían más con él, según fuentes jurídicas.
La CNMV detallaba en su informe reservado de 2020 que Nimbus era ”básicamente una plataforma de inversión online” que permitía supuestamente “acceder a un bot de arbitraje automático de criptomonedas”, y que “guarda similitudes con esquemas habituales que prometen unas rentabilidades irreales”. En ese momento, el regulador alertaba: “Todo el proceso de recuperación de la inversión, una vez que se decide rescatar el capital y los posibles beneficios generados, se realiza a través de una criptomoneda propia de Nimbus, la NMBT. Dicha criptomoneda no tiene validez fuera del entorno Nimbus y es generada por la compañía en cantidades desconocidas. Igualmente dudoso es la paridad que establecen ellos mismos en relación con el bitcoin e incluso con el dólar”.
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