El Banco de España estima que el impacto de la crisis del mar Rojo en la economía será reducido
La frágil demanda global y la ausencia de congestión en la industria logística evitan que se desate una nueva crisis en los precios, advierte la entidad
Las aguas que bordean al Canal de Suez llevan durante un tiempo tensando la cuerda de la economía global. En 2021, el megabuque Ever Given encalló en la vía navegable que conecta el Mar Rojo con el Mediterráneo, provocando un atasco que duró seis días y miles de millones de euros en pérdidas. Ahora, una serie de ataques de la milicia huthi a los barcos de carga que atraviesan este estrecho han hecho sonar las alarmas. Los expertos interpretan que, en el peor de los casos, la situación podría inflar de nuevo los precios, que lograron moderarse en los últimos meses. Sin embargo, una publicación del blog del Banco de España advierte que los efectos serán muy distantes a los del pasado, principalmente porque las condiciones del comercio global son distintas.
El artículo subraya, por un lado, que la frágil demanda mundial de productos elaborados está suavizando el impacto de esta crisis. En Europa las importaciones se contrajeron con fuerza en 2023. Los pedidos desde China también se han enfriado, el gigante asiático envió un 4,6% menos de productos al resto del mundo el año pasado. Y en Estados Unidos, el sector exterior se contrajo un 1,9%. Las ventas minoristas tampoco levantan cabeza, la zona euro retrocedió en un punto porcentual en 2023.
Por otro, la ausencia de congestión en la industria logística también abre la ventana a que no se produzcan graves atascos. Las empresas aprendieron de los problemas logísticos de la pandemia y han empezado a gestionar mejor los inventarios: gran parte de los pedidos se adelantan o se tienen en cuenta los posibles retrasos. Cabe rescatar, también, que los costes de transporte marítimo constituyen una fracción menor del importe de los productos. Aunque en los últimos días el precio por estos fletes se ha disparado un 170%.
El Banco de España publica desde agosto de 2023 el Índice de Cuellos de Botella, SBI por sus siglas en inglés, que mide las tensiones en las cadenas de suministro y que se basa en búsquedas textuales en artículos de prensa. Si bien desde que se produjo el primer ataque en aguas del mar Rojo a mediados de diciembre, el indicador empezó a despegar de nuevo, los niveles que alcanzó hasta el 24 de enero, fecha de corte para la publicación del artículo, se quedan muy lejos de los máximos registrados durante la pandemia o los años posteriores, cuando la inflación en la eurozona alcanzó un pico histórico de 10,6%.
El impacto de los problemas logísticos
Por el Canal de Suez transita el 30% del tráfico global de contenedores que, ante el riesgo que supone cruzar los 193 kilómetros que componen este tramo, han empezado a desviarse por el Cabo de Buena Esperanza, en el sur de África. Esta es una ruta que alarga entre 9 y 14 días el tráfico de mercancías entre Asia y Europa.
Por este estrecho en el mar Rojo circulan principalmente barcos con mercancías como petróleo, cereales, minerales, carbón y alimentos que circulan desde Occidente hasta Oriente, y viceversa. El informe destaca que los problemas en las cadenas de suministro en 2021 y 2022 tuvieron un impacto la inflación subyacente —que no incluye en su cómputo productos energéticos y alimentos frescos— del 1,2% en el área del euro y redujeron su Producto Interno Bruto (PIB) en un 1,9%.
Durante el fin de semana se produjeron nuevos ataques a un buque militar estadounidense en el golfo de Adén, al sur del mar Rojo. El Banco de España subraya que, a diferencia del episodio del Ever Given, “hay mucha incertidumbre sobre cómo evolucionará esta última crisis, que podría ir a peor”.
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