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La Sepi propone sustituir a Pallete al frente de Telefónica por Marc Murtra

La operadora convocará un consejo extraordinario para sustituir al actual presidente tras nueve años al frente del grupo de telecomunicaciones

Marc Murtra (a la izquierda) y José María Álvarez-Pallete.
Marc Murtra (a la izquierda) y José María Álvarez-Pallete.gianluca Battista/ Getty

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo industrial del Estado y principal accionista de Telefónica, propondrá al actual presidente de Indra, Marc Murtra, como sustituto de José María Álvarez-Pallete al frente de Telefónica, según confirman a EL PAÍS fuentes conocedoras de la operación. El ingeniero catalán lleva cuatro años al frente del grupo de tecnología y defensa, controlada también por la SEPI, que es dueña del 28% del capital de Indra.

Los accionistas de Telefónica han acordado convocar un consejo extraordinario de urgencia, que se celebrará esta tarde o mañana, en el que se planteará el relevo de Álvarez-Pallete en la presidencia de la compañía. La iniciativa, que cuenta con el respaldo de la SEPI, supondrá la salida del histórico directivo al frente de la operadora desde que se aupara a la presidencia en abril de 2016, según han confirmado fuentes conocedoras de la negociación tras la información adelantada por El Confidencial. La SEPI, principal accionista de Telefónica con el 10% del capital, tiene participaciones además en Indra, Navantia, Enagás, Airbus, Ebro, Hispasat o Correos entre otras grandes empresas españolas.

Las mismas fuentes explican que la SEPI llevaba meses barajando el relevo de Pallete. Este año expiraba su mandato que debía renovarse en la junta de accionistas del próximo mes de abril, y el ente público, controlado por el Ministerio de Hacienda, tenía que decidir si lo prorrogaba o daba un nuevo aire al grupo de telecomunicaciones.

El relevo al frente de Telefónica se produce tras los cambios accionariales que han tenido lugar en el último año, con la entrada de STC y la SEPI y el reforzamiento de Criteria Caixa. El cambio en la presidencia irá aparejado a una profunda renovación del consejo de administración para reflejar el nuevo equilibrio accionarial, y cuenta con el beneplácito del Gobierno y los accionistas de referencia. La SEPI culminó en mayo pasado la compra del 10% del capital por 2.384 millones de euros, convirtiéndose en máximo accionista de la multinacional española, seguido de STC (9,97%), CriteriaCaixa (9,9%), BBVA (4,83%) y BlackRock (4,23%).

El nombramiento de Murtra cuenta con el apoyo de los principales accionistas de Telefónica con representación en el consejo y de una mayoría suficiente de consejeros independientes, informaron fuentes conocedoras de la situación.  Debe ser así porque los estatutos sociales de la operadora establecen la necesidad de que el nuevo presidente haya sido consejero al menos tres años antes de su designación, requisito que no cumple Murtra. No obstante, el artículo 31 de los estatutos hace una excepción y libera de esa obligación de antigüedad “cuando la designación se lleve a cabo con el voto favorable de, al menos, el 85% de los miembros del consejo de administración”.

La llegada de Murtra a Telefónica, una vez que pase el trámite de aprobación por parte del consejo de administración, se produce tras un mandato convulso al frente de Indra, donde se ha encontrado con dificultades para sacar adelante su plan estratégico. La compañía de tecnología y defensa tiene pendiente deshacerse de parte de su negocio de servicios tecnológicos y hacerse con Hispasat para reforzar el brazo industrial de la defensa, en un momento en que los grandes países europeos se han comprometido con la OTAN a elevar su gasto en el sector militar. Precisamente Telefónica ha sido uno de los candidatos que durante meses ha sonado en el mercado para hacerse con parte del negocio tecnológico de Indra.

La salida de Murtra dejará un hueco importante en Indra. Cuando se confirme la compañía iniciará el procedimiento contemplado para el relevo del presidente que figura en el código de gobierno corporativo. José Vicente de los Mozos, consejero delegado de Indra, asumirá el poder en la empresa en cuanto sea oficial la salida de Murtra. En ese momento, pondrá en marcha de forma inmediata el procedimiento para elegir a un nuevo presidente, que se aprobará en un consejo extraordinario.

Terremoto accionarial

El terremoto accionarial que ha vivido Telefónica en el último año y medio fue desatado por el desembarco por sorpresa de la operadora Saudí Telecom Company (STC), que en septiembre de 2023 anunciaba la compra del 9,97% del capital para convertirse en el principal accionista. El Gobierno y otros accionistas de referencia de Telefónica vieron con recelo esta operación, al tratarse de una empresa estratégica y desconocerse los planes de STC, controlada por el fondo soberano saudí PIF.

El Gobierno no tardó en mover pieza a través de la SEPI, y culminó en mayo pasado la compra del 10% del capital por 2.384 millones de euros, convirtiéndose en máximo accionista de la multinacional española. CriteriaCaixa, el grupo industrial de la Fundación La Caixa, también quiso participar en el baile y elevó del 4,91% al 9,9% su peso en la operadora el pasado mes de julio por 1.100 millones. Finalmente, el pasado 28 de noviembre, el Consejo de Ministros autorizó a STC a convertir en acciones el 5% del capital de Telefónica que tenía aparcado en derivados, para alcanzar el 9,97% de participación.

Nueva composición del consejo

Esta transformación en el capital debe traducirse en una nueva composición del consejo de administración. A propuesta de la SEPI, el consejo nombró a Carlos Ocaña como nuevo consejero el pasado 8 de mayo en sustitución de Carmen García de Andrés. Ahora, STC está pendiente de pedir un consejero como ya ha anunciado que lo haría tras la autorización del Gobierno. Y el reciente fallecimiento el pasado 15 de diciembre de Javier Echenique, vicepresidente de Telefónica, también ha dejado una vacante que habrá que cubrir.

La reordenación del consejo pasa también por conocer las intenciones de la SEPI, que puede proponer contar un segundo consejero además de Ocaña, posibilidad que no ha negado nunca el Gobierno. No obstante, esa petición abriría la puerta a que tanto STC como CriteriaCaixa, que cuentan con una participación similar a la de la SEPI cercana al 10%, pidieran también tener dos miembros, dificultando así el equilibrio entre consejeros dominicales e independientes.

En cuanto a salidas, diversas fuentes apuntan a que podría dejar su cargo Javier de Paz, ex jefe de las juventudes del PSOE y bien relacionado con el Gobierno. Llegó al consejo en diciembre de 2007 y desde entonces ha ido renovando mandatos, primero como independiente y actualmente como consejero externo.

Los cambios en el consejo deberán además tener en cuenta los criterios de paridad de género y la presencia de independientes que dicta el código de Buen Gobierno de la CNMV. La previsible entrada de consejero dominical varón por parte de STC, obligaría a nombrar dos mujeres para mantener el porcentaje del 40% que marca el código, y a nombrar dos consejeros independientes o ampliar el consejo para ajustarse al porcentaje de vocales independientes sobre el resto de consejeros (al menos el 50%).


Un mandato marcado por el declive de las telecomunicaciones

José María Álvarez-Pallete, en la Bolsa de Madrid.
José María Álvarez-Pallete, en la Bolsa de Madrid. Carlos Luján (Europa Press/Getty)
R. M.

José María Álvarez-Pallete ha tenido que lidiar con todo ese cambio accionarial del que no ha sido protagonista. Se enteró por sorpresa de la irrupción de STC y tampoco tuvo conocimiento hasta poco antes de que se produjera de la entrada en el capital de la SEPI. Llegó a la presidencia en abril de 2016, de la mano del ya fallecido César Alierta, quien fue siempre su mentor y le eligió primero para gobernar las finanzas de la compañía y posteriormente como delfín para sustituirle en el cargo.

Desde entonces ha sufrido el declive de un sector como el de las telecomunicaciones, tanto en el plano del negocio como en el bursátil.  Precisamente, este aspecto es el que más quebraderos de cabeza le ha dado a Álvarez-Pallete. Cuando llegó a la presidencia el 8 de abril de 2016 la acción cotizaba a 9,31 euros; el pasado viernes, cerró a 3,97 euros. Es decir, que durante su mandato la capitalización de la compañía ha caído un 57%. Para compensar esta depreciación, que ha afectado a las grandes telecos europeas, Álvarez-Pallete ha llevado a cabo una política generosa de dividendos y recompra de acciones pero no ha dejado del todo contento al accionista.

En el plano del negocio, tras el periodo de expansión protagonizado por su predecesor con compras masivas de compañías en el exterior (Bell South y O2, entre otras), Álvarez-Pallete dio un giro en esa estrategia buscando una mayor rentabilidad y una reducción de la abultada deuda. Para ello se ha concentrado en cuatro mercados estratégicos (España, Brasil, Alemania y Reino Unido), pero no ha logrado frenar la caída de ingresos que afecta al conjunto del sector, cuya facturación ha caído en un tercio en la última década por la presión de las nuevas compañías y el empuje de las tecnológicas estadounidenses como Google o Facebook.  

Sus intentos de desinversión en Hispanoamérica, que agrupa filiales ruinosas como Venezuela o Colombia, han resultado fallidos (con excepciones como la venta de las filiales de Centroamérica). Tampoco ha sabido atraer el interés de los inversores para participar en el negocio innovador agrupado en la filial Telefónica Tech. En su haber, y siguiendo el ejemplo del resto de telecos europeas, hay que apuntar la rentabilización de la red móvil, cuya venta millonaria a American Tower a través de Telxius supuso una importante inyección de fondos.        


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