PP y Junts cargan contra la reducción de jornada ante Díaz: “No es una prioridad”

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha comparecido este jueves en el Congreso de los Diputados. Buena parte de su intervención en la Comisión de Trabajo ha orbitado en torno a la reducción de jornada de 40 a 37 horas y media, cuyo éxito depende del voto favorable de los diputados. La izquierda viene defendiendo la medida, como también lo ha hecho (con matices) el PNV, pero ese respaldo no sería suficiente. La aprobación depende del voto a favor de Junts o (y) del PP, que no precisan su posición. Y ambos partidos han sido muy críticos con la medida en sus réplicas a Díaz. No concretan el sentido de su voto, pero sus palabras encierran un diagnóstico negativo del anteproyecto.

El representante de Junts, Josep Maria Cervera, ha empezado denunciando el discurso “triunfalista” del Ministerio de Trabajo. “Los datos macro son buenos, pero cuando se aterrizan a la situación micro es muy complicada. El paro juvenil es altísimo, el absentismo crece, falta personal cualificado... Y usted viene a decir que todo se va a resolver con la reducción de la jornada laboral”. Cervera ha dicho que esta medida no es una “prioridad” —“no ocupa el primer lugar en las reivindicaciones de los trabajadores”— y que, en realidad, responde a una “necesidad” política de Díaz. “Es una cuestión que quiso validar en la mesa de diálogo social y no consiguió la unanimidad de las partes. Nosotros tampoco avalamos ahora mismo este proyecto de ley”, ha añadido el diputado de Junts.

Cervera ha afirmado, en consonancia con el discurso que viene sosteniendo la patronal, que la vía para reducir la jornada es la negociación colectiva, no la imposición por ley. “Sabemos que nuestra posición no es nada fácil. No es nada agradecida. Ningún trabajador va a renunciar a trabajar menos y ganar más. Pero usted sabe igual que nosotros que eso ya sucede mediante la negociación colectiva”. Tras subrayar los problemas que cree que enfrentarán las pymes por esta medida, ha insistido en sus críticas: “El mundo en el que vivimos hoy nada se parece al mundo en el que usted se sacó de la chistera la reducción de jornada laboral”.

“Explíquenos cómo vamos a ser más competitivos con la reducción de jornada y quizá nos podamos sentar y negociar en qué condiciones avanza su anteproyecto. Estamos convencidos de que no podrá avanzar por esta vía”, ha finalizado Cervera, abriendo una vía al diálogo. Pese a estas críticas de Junts, algunas fuentes del diálogo social creen que el partido catalán acabará apoyando la medida si el Gobierno le concede nuevas competencias. Otras voces creen que no prosperará, dado el rechazo frontal de las patronales.

PP: “No es progreso, es una auténtica ruina”

La diputada del PP Alma Alfonso ha criticado la reducción de jornada relacionándola con el impacto que tendrá en los autónomos: “Habla de la reducción de jornada como una solución mágica, pero la realidad de los autónomos es muy distinta. Trabajan más de 50 horas. En comercio u hostelería tienen márgenes mínimos y cada subida de costes es un golpe letal para sus negocios. ¿A quién quiere engañar? Tiene el cuajo de decirnos que trabajando menos van a producir más”.

Alfonso ha dicho que el proyecto “no es progreso, es una auténtica ruina” y que no hay “atisbo” de que gracias a él mejorará la productividad. “Es populismo al estilo de los gobiernos bolivarianos que tanto admiran. Vienen a vendernos el monólogo social”. Su compañera de partido Isabel Prieto ha profundizado en el mismo mensaje: “Una medida de semejante calado no se puede imponer de forma unilateral, sin un verdadero acuerdo de diálogo social”.

Díaz: “¿Queremos vivir para trabajar o trabajar para vivir?”

Díaz, por su parte, ha defendido la contracción del tiempo de trabajo. Lo ha hecho recordando que las críticas actuales son parecidas a las de hace 40 años, cuando España redujo la jornada a 40 horas: “Se decía que se iba a desplomar la productividad, que habría desempleo masivo... La música era la misma”. “¿Queremos vivir solo para trabajar o trabajar para vivir? ¿No hay capacidad para reducir media hora al día manteniendo el salario? Nosotros y nosotras lo tenemos claro, sí la hay. Crecemos a un ritmo del 3,2%, la población activa es de 24 millones, récord de ocupación, la productividad está creciendo...”, ha agregado, antes de interpelar a los partidos para que apoyen la medida: “Ahora pasa a sus manos. El debate es lo que van a hacer ustedes. El debate es si el PP vuelve a votar que no, como en 1983, o si le damos una oportunidad a los españoles”.

Asimismo, Díaz ha hablado de otros temas clave de su cartera, como el estatuto del becario (hace casi dos años que se presentó un acuerdo con los sindicatos, pero no ha prosperado por el rechazo del PSOE). Ha dicho que tras la reducción de jornada será la siguiente prioridad del ministerio. También ha hablado de la indemnización por despido y de que el Gobierno adaptará la normativa a la Carta Social Europea, como ha reclamado el Consejo de Europa y rechaza el Ministerio de Economía.

Mejora del mercado laboral

Díaz ha iniciado su intervención reivindicando la mejora del mercado laboral en los últimos años: “Hemos reducido la temporalidad al 12%, por debajo de la media europea. Hemos reducido la brecha retributiva entre hombres y mujeres en 4,6 puntos y los ingresos de las mismas han crecido en 6,6. Un tercio de los empleos creados en los últimos cinco años son de jóvenes. En 11 comunidades la tasa de paro está por debajo del 9%. Estamos impulsando las actividades de alto valor añadido. Las cosas están mejorando en nuestro país. ”.

A la vez, Díaz ha reconocido problemas. “El principal es la desigualdad, un lastre para nuestro país. La hemos reducido, pero no nos conformamos”. En la misma línea, ha lamentado que la mayoría de la parcialidad en España siga siendo involuntaria y que la tasa de paro juvenil española (como la global) siga siendo la mayor de Europa. También, como de costumbre, ha lanzado un recado a los empresarios: “España es un país de salarios muy moderados. La mediana de sueldo al mes es de 1.599 euros (brutos). Con todo el respeto, eso no permite vivir con dignidad a nadie si tiene que pagar un alquiler en cualquier ciudad de nuestro país. Un país que se construye low cost no es eficiente económicamente. Reflexionemos si esos 1.599 euros son susceptibles de mejora”.