La gran aerolínea israelí se hace de oro con la guerra
La espantada de Tel Aviv de muchas compañías aéreas extranjeras beneficia a El Al, que dispara sus precios e indigna a los ciudadanos
En un país militarista y conmocionado por la dimensión del ataque de Hamás, la aerolínea de bandera, El Al, se ganó el corazón de muchos israelíes al añadir vuelos —e incluso volar en Sabbat, por primera vez desde 1982— para traer reservistas del extranjero para la invasión de Gaza y la frontera con Líbano. Volar en Sabbat, justificaba El Al, era pikuaj nefesh, el principio de la ley judía que permite saltarse normas religiosas para salvar vidas. Era octubre de 2023, el resto de aerolíneas cancelaban las rutas a Tel Aviv y el Parlamento israelí aprobaba 5.000 millones de dólares en garantías de seguros de guerra para las tres aerolíneas nacionales (El Al, Arkia e Israir).
Poco queda de esa simpatía colectiva. Hace meses que El Al es el pimpampum en foros de internet y cafeterías por sus desmedidos precios. La mayoría de aerolíneas extranjeras ha dejado de volar a Tel Aviv (como Vueling o Iberia, que lo hacía en código compartido con El Al), así que El Al —la única con sistemas antimisiles a bordo— ejerce un monopolio de facto, regado por dinero público y sin siquiera impuestos sobre los beneficios, ya que sigue en pérdidas. El Estado impidió su quiebra durante la crisis del coronavirus.
El principal reproche es que, en época de vacas flacas, recibiese cientos de millones de dólares y ahora aproveche la situación para hincharse a ganar dinero, en vez de contener las tarifas. En los primeros meses de guerra, más del 80% de pasajeros con origen o destino a Tel Aviv iban con El Al. Un centenar de aerolíneas extranjeras anuló sus rutas, por el coste de los seguros, la seguridad de la tripulación…
Los precios de El Al pueden ser una locura. Mil euros a Madrid; 2.500 a Estados Unidos (11.000 en business); 4.000 a México… Los resultados del primer trimestre ya encendieron los ánimos: 80,5 millones de dólares, por los 34,4 de pérdidas en el mismo periodo en el año anterior. Fue el mejor trimestre de su historia. Equivalía a dos tercios del beneficio neto de todo 2023, que ya había sido uno de los mejores años, por el tirón de los primeros meses de guerra.
Los 147,4 millones de dólares de beneficio en el segundo trimestre de 2024, con una ocupación del 92%, echaron aún más sal en la herida, sobre todo la de los israelíes que siguen en el extranjero por no estar dispuestos a pagar las tarifas de El Al.
Fuentes de la compañía insisten en que el enfado se nutre del desconocimiento del funcionamiento del sistema de precios. “Se paga más por abajo y menos por arriba. Si no topásemos manualmente el precio, volar a EE UU costaría ahora mismo 3.000 dólares. El beneficio viene sobre todo de que los aviones van más llenos porque hay menos competencia”, señalan.
Solo El Al cubre ahora mismo una ruta tan popular como Nueva York-Tel Aviv (el 80% de judíos del mundo vive en Israel o en EE UU). Delta y United Airlines se bajaron del carro por miedo al ataque de Hezbolá. Ryanair sigue aplazando su regreso. American Airlines no volverá al menos hasta abril e Easyjet, hasta marzo. No han ayudado los sobresaltos. Algunas aerolíneas se volvieron a marchar en abril, por el primer ataque de Irán contra Israel, con más de 300 cohetes y drones, o más recientemente, con la represalia de Hezbolá, que también llenó de rojo las pantallas del aeropuerto de Tel Aviv.
La acción, disparada
Las acciones de El Al, que acaba de comprar 31 Boeing 737 MAX, han subido un 66% en lo que va de año. Le beneficia también que la moneda local, el sequel, viene perdiendo valor respecto al dólar ya desde principios de 2023, por la controvertida reforma judicial.
El asunto no ha quedado en mensajes en mayúsculas en grupos de WhatsApp. La Autoridad de Competencia investiga si existe abuso de posición monopolística. Y el ministro de Economía, Nir Barkat, convocó a los responsables de las tres empresas y arrancó a El Al una tirita: precios fijos para cuatro destinos populares: Atenas, Larnaca, Dubái y Viena, aunque tampoco sean un regalo: 350 dólares ida y vuelta a la capital austriaca. Para la fuente de El Al, es el problema de intervenir en los precios: “Tenemos reservado ya el 70% en diciembre. Eso impide hacer el viaje a quien lo necesita o no se puede planificar con tanta antelación”.
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