Ofrecer comedor gratis en todos los colegios públicos es “alcanzable y urgente”: costaría 1.664 millones al año, según la ONG Educo
Un informe de la organización estima que universalizar el servicio para los alumnos de primaria supondría el 0,13% del PIB. En estos momentos la prestación ni siquiera está garantizada en todos los centros
El comedor escolar no solo alimenta el estómago; también las mentes y los corazones. Así lo defiende la ONG Educo, como un servicio básico para el bienestar de los niños y las niñas, no solo porque en el espacio de mediodía se garantiza su alimentación, sino porque durante ese tiempo siguen aprendiendo hábitos sociales y nutricionales, se fomenta la asistencia a clase, se relacionan, juegan, gestionan conflictos, las familias pueden conciliar y se previenen el sobrepeso o la obesidad infantil. En España, sin embargo, ni todos los centros educativos tienen comedor escolar, ni todo el que necesita acceder a ellos puede hacerlo. Para la ONG la solución es ofrecer las comidas gratis a todos los alumnos de primaria de los centros públicos, como hacen ya en países como Finlandia, Suecia y Estonia, y que en España costaría, según sus cálculos, unos 1.664 millones de euros al año. Esta inversión pública implicaría aumentar la partida, actualmente de 191 millones en becas y ayudas, en 1.472 millones por curso. Pilar Orenes, directora general de esta ONG que centra su trabajo en la infancia y la educación, ha declarado, durante la presentación este jueves del informe Comedor escolar universal y gratuito: un objetivo alcanzable y urgente: “Aunque la cifra es importante, solo supone el 0,13% del PIB español. Es asumible”.
“El comedor escolar universal y gratuito, que para nosotros un objetivo alcanzable y urgente, está muy lejos de ser una realidad”, ha afirmado Orenes. En el escenario actual, el comedor llega al 36% del alumnado (716.000 niños y niñas de primaria). Esto supone un coste total de 576 millones de euros por curso escolar que, restados los 191 millones de ayudas públicas y otra pequeña parte de becas provenientes de entidades privadas, asumen las familias. “Cuando las administraciones públicas no cubren todo el coste, es muy difícil hablar de derechos”, ha protestado Orenes.
Educo admite que han empleado un método muy sencillo para calcular su estimación —han tomado el alumnado de primaria en la pública y lo han multiplicado por el precio máximo del comedor escolar de cada comunidad todos los días lectivos; y, a nivel estatal, por la media—, pero defiende que, debido a la falta de datos oficiales que permitan cálculos más detallados, se trata de una buena aproximación para poner de manifiesto que la universalización del comedor escolar es un objetivo viable.
Hasta que se alcance ese objetivo, la ONG reclama poner el foco en la infancia más vulnerable. En este sentido, Orenes ha recordado que a pesar de que uno de cada tres menores de 18 años está en riesgo de pobreza o exclusión en España, solo el 11% del alumnado recibe alguna ayuda o beca, cifra que no cubre a toda la población que lo necesitaría. La cobertura de estas ayudas varía entre el 0,2% en Extremadura y el 25,2% en Canarias, puesto que las disparidades regionales en el acceso a estas están ligadas a los límites de renta de acceso establecidos en cada región, al presupuesto asignado a estas ayudas y al modelo para otorgar las mismas.
Macarena Céspedes, directora de Educo España, ha continuado: “No todos los niños y niñas en esta situación están recibiendo una beca. Hay aproximadamente un millón que, teniendo una situación económica muy difícil, no recibe ayudas”. En consecuencia, hay 482.000 niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión que no van al comedor escolar. Si los sumamos a los 716.000 que asisten, irían un total de 1,2 millones de alumnos y alumnas. En este caso, el coste para los Gobiernos sería de 983 millones de euros: a los 191 millones que ya invierten tendrían que sumarle 792 millones de euros más.
Cobertura insuficiente y asistencia desigual
Céspedes se ha centrado, sobre todo, en las diferencias entre comunidades autónomas. En España, solo el 72% de los centros públicos de educación primaria tiene comedor escolar, porcentaje que varía significativamente entre regiones. Así, el País Vasco, la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana ofrecen el servicio en el 100%, el 98% y el 94%, respectivamente, de los centros públicos de la región. En el extremo de menor cobertura se encuentran Extremadura (51%), Castilla-La Mancha (58%) y Murcia (60%).
Esta cobertura, “insuficiente” para Educo, se combina con una asistencia desigual en las regiones. Mientras que en la Comunidad Valenciana y el País Vasco, un 60% y 78% del alumnado matriculado en centros de enseñanza pública primaria hace uso del comedor escolar, en las regiones de Cataluña, Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha esos porcentajes se reducen a menos de la mitad: 9%, 16%, 21% y 23%, respectivamente. De media, solo el 36% del alumnado utiliza el servicio de comedor en España. “Uno de los factores significativos es el coste del comedor escolar, cuyo precio medio es de 4,6 euros”, ha insistido Céspedes. Oscila entre los 3,5 y los 6,5, siendo Baleares, Cataluña y Navarra los sitios más caros.
Para hacer el cálculo, no han tenido en cuenta otros gastos que podría generar la extensión de esta cobertura, como la construcción de espacios. “Hay alternativas que no son construir infraestructuras. Se pueden, por ejemplo, compartir comedores entre colegios”, ha aclarado Céspedes.
Una comida nutritiva todo el año
En 2013, Educo inició su proyecto de Becas Comedor Educo, cuyo objetivo es asegurar al menos una comida nutritiva y completa al día a niños y niñas que lo necesitan tanto en la escuela como durante las vacaciones de verano. Además, el programa también tiene una parte educativa para que sigan aprendiendo en las horas del mediodía durante el curso escolar y en colonias y actividades de ocio en los meses estivales. Después de nueve años, la entidad ha otorgado más de 52.000 becas y ha facilitado más de 4,3 millones de comidas. “¿Vamos a seguir dando becas de comedor? Sí. Pero si queremos cambios sostenibles y a largo plazo necesitamos compromisos políticos. El cambio para mejorar la vida de la infancia depende de una voluntad política”, ha declarado Orenes.
Desde la ONG, piden a los Gobiernos que el comedor escolar y el espacio del mediodía se entiendan y formen parte del derecho a la educación; que el espacio del mediodía se integre dentro del proyecto educativo de los centros; que se tomen medidas urgentes para que todos los niños y las niñas en riesgo de pobreza puedan asistir al comedor. “En definitiva, que en un futuro el comedor escolar sea universal y gratuito”, ha dicho Céspedes.
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