“Quise ser una estrella del pop como David Bowie. Fue un fracaso total”

Mi mayor error no fue ser músico. Ese es el sueño de cualquier chaval. Tenía 20 años cuando formé Seona Dancing y quería ser cantante. Mi gran error es que quise ser una estrella del pop. Si me hubiera conformado con ser músico… pero no, quise ser David Bowie. Y lo llevo lamentando 30 años. Fue todo tan rápido…

Firmé con una discográfica. Sacamos un par de sencillos, Bitter heart y More to lose. Hasta triunfamos en Filipinas. ¡Ay! Por lo demás, fracaso total. Lo peor, que desde que soy famoso en otro campo, la gente me saca fotos, vídeos, de cuando era joven y delgado. De cuando todavía tenía barbilla y pelo. Ahora casi me alegro del fracaso porque de otro modo estaría muerto. Era insoportable. Siempre lo más, el más divertido, el más llamativo; una pesadilla. Era incapaz de desconectar. Menos mal que luego descubrí la pizza, engordé y fue lo mejor que me pudo pasar. Como buena estrella del pop fracasada, me quité la espinita con David Brent, el personaje de The office al que le habría gustado ser un ídolo del rock. Y he escrito canciones para David Bowie en Extras o para Marge en un episodio de Los Simpson.

No volveré a cometer el error de querer ser estrella. Me considero un escritor o monologuista primero y un actor después. La gente piensa que como humorista soy un provocador, pero nada me gusta más que un final feliz, el humor optimista de un par de idiotas como Laurel y Hardy, probablemente la mayor influencia de mi carrera. La comedia no es más que una tragedia a la que sumas el paso del tiempo. Y creo que la gente lo va entendiendo. Que no fui a los Globos de Oro para arruinarle la vida a nadie, pero si tienes una ceremonia con 200 millonarios en la sala a los que están viendo 200 millones de personas desde sus casas… ¿de quién te vas a reír?” .