Esther Arroyo y Ana Torroja, indemnizadas por su accidente
La actriz y la cantante recibirán 463.000 y 252.000 euros, respectivamente, por la aparatosa colisión de su vehículo en 2008
Han pasado casi siete años desde el accidente de coche que sufrieron Esther Arroyo y Ana Torroja en Barbate (Cádiz). Este martes, el Juzgado de lo Penal número 2 de la capital gaditana ha dictado sentencia: la modelo, actriz y presentadora deberá ser indemnizada con 463.726 euros (frente a los más de cinco millones de euros que reclamaba) y la cantante con 252.118 euros (la mitad de los más de 540.000 que pedía).
El accidente se produjo el 10 de octubre de 2008 por la mañana. Un coche realizó un brusco giro a la izquierda, sin percatarse de que por el carril contrario circulaba un Chrysler Gran Voyager en el que viajaban la actriz y la cantante. A causa del fuerte impacto, uno de los ocupantes del vehículo falleció por “las gravísimas heridas sufridas” y otras seis personas resultaron heridas.
Ana Torroja sufrió lesiones, de las que tardó un año en recuperarse, y por los que estuvo impedida para continuar con sus actuaciones y apariciones públicas, quedándole, entre otras secuelas, estrés postraumático. Esther Arroyo ha tenido que ser operada en varias ocasiones por una fractura abierta de tibia y peroné. Según la sentencia, la actriz habría tardado 543 días en sanar, de los que 432 estuvo impedida para sus ocupaciones habituales. Arroyo recibió tratamiento psicológico y, años después, arrastra las secuelas de estrés postraumático y una leve cojera que le provocan “una incapacidad permanente total para su trabajo habitual”.
Según la sentencia, tal y como acordaron las partes durante el juicio celebrado el pasado 24 de octubre, el conductor del otro turismo, que circulaba a una “velocidad excesiva para las condiciones de la vía”, ha sido condenado a pagar una multa de dos meses con una cuota diaria de seis euros (380 euros), además, se le ha retirado el carnet durante un año. En total, la sentencia condena al acusado y a la compañía aseguradora, como responsables civiles directos y solidarios; y a la empresa para la que trabajaba el acusado, como responsable civil subsidiaria, al pago de 1.131.601,08 euros a los cinco perjudicados (los cuales reclamaban más de 6,8 millones en total), más la cantidad a determinar por los daños causados en el vehículo siniestrado en el accidente.
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