Los cinco festivales de verano para ir con niños

De padres festivaleros, hijos que van por el mismo camino. En los festivales cada vez es más habitual cruzarse con bebés de gigantescos auriculares adaptados, niños que casi echan a andar entre tiendas de campaña de algún evento con acampada incluida y adolescentes que hacen amigos en un entorno distinto del hotel de vacaciones. ¿Por qué deberíamos llevar a nuestros hijos a los festivales que nos gustan? La ciencia afirma que la música es beneficiosa para la salud, incluso de los bebés. La experiencia a pie de pista de los padres lo confirma y los organizadores de eventos saben que un programa de conciertos sin zona infantil pierde asistentes. Aquí os proponemos cinco festivales de verano para ir con niños.

SinSal, Isla de San Simón, Ría de Vigo (21-23 de julio)

Conviene estar preparado en cuanto se ponen a la venta las entradas porque el aforo es limitado: solo 800 personas cada día del festival podrán subir al barco que lleva al entorno protegido de la isla donde se celebra. Más que un festival al uso, el SinSal Son Estrella Galicia es una experiencia en sí misma. Nadie sabe qué grupos van a tocar en cada edición y aún así las entradas vuelan año tras año. Entre los motivos para acudir en familia destacan que se celebre de día, no hay aglomeraciones ni descontrol alcohólico nocturno y tratan de fomentar la pasión musical entre los más pequeños. “Creemos firmemente en el poder transformador de la música y en los nuevos públicos. Queremos que nuestro festival también llegue a los menores, que se familiaricen con músicas tan variadas como las que forman parte de nuestro cartel… secreto. El sábado y domingo, además, programamos actividades familiares como kayak, juegos tradicionales y talleres de audio, especialmente dirigidos a los más pequeños”, explican desde la organización.

Sonorama Baby, Aranda del Duero, Burgos (10-13 de agosto)

El famoso festival urbano que cada año convierte Aranda del Duero en capital del indie español presenta este verano una novedad: el Sonorama Baby, como un festival para niños dentro del Sonorama Ribera. “Dispondremos de un espacio exclusivo de 600 metros cuadrados donde todo estará adaptado para ellos. En principio, la idea es tener un máximo de 100 niños, de dos a 12 años. Será un festival en pequeñito. Desde la entrada con una pequeña taquilla donde los niños sacarán un euro de hucha para comprar su entrada y cambiar su pulsera, hasta baños adaptados a su altura, pasando por barras donde van a poder disfrutar de batidos o zumos que pagarán con su propia moneda del festival, hasta un escenario decorado y donde habrá actuaciones para ellos”, describe Javier Ajenjo, director del festival, gratuito para los niños.

De esta forma, mientras los padres esperan ver sobre el escenario grupos como Fangoria, Lagartija Nick, Viva Suecia o Camela, los más pequeños tendrán como invitado especial a Tadeo Jones. Talleres, escuela de rock, clases de DJ y conciertos para público infantil completan la oferta cultural del evento. El camping del festival Sonorama dispone, además, de un área reservada y acondicionada para familias.

Rototom Mágicomundo, Benicàssim, Castellón (12-19 de agosto)

Construcción de máscaras africanas, microteatro de marionetas, gigantescos juegos de madera, talleres de pintura y de reciclaje, cuentacuentos o pasacalles son algunas de las actividades de Mágicomundo, el universo infantil dentro del Rototom Sunsplash, posiblemente uno de los festivales reggae más grandes de Europa. “Pensamos que otro mundo es posible y por eso intentamos acercar que otra educación sea posible. Lo hacemos ofreciendo diferentes territorios en los que hay varios materiales para poder experimentar, jugar, aprender y crecer”, describe María Luján, coordinadora de Mágicomundo.

En 2018, Rototom cumple 25 años de compromiso con la paz y una forma alternativa de organizar festivales. Además de la programación infantil en los seis territorios (Agua, Tierra, Mundoalidades, Imaginarium, Sueña y Reconecta), este festival es idóneo para viajar con niños porque en cada rincón impulsan valores como el reciclaje, la eficiencia energética y movilidad sostenible, el comercio y consumo justo (solo venden comida y bebida de empresas éticas debidamente certificadas) y la convivencia entre iguales.

Acustiqueta, Figueres, Alt Empordà, Girona (del 31 de agosto al 3 de septiembre)

Niños saltando junto a las vallas de un escenario, con la misma seguridad y entusiasmo que lo pueden hacer los padres en horario nocturno. La Acustiqueta es la versión mini dentro de L’Acústica, premio al Mejor Festival de Cataluña 2012, que no ha dejado de crecer y mejorar desde su primera edición hace 16 años. Se celebra en los alrededores del Museo Dalí de Figueres, con especial atención a la canción de autor y el panorama musical catalán, feria de venta de discos y gastronomía foodtruck.. Bajo el lema “Su primer festival”, la Acustiqueta es la propuesta familiar con conciertos diurnos que interaccionan con el público infantil, actividades educativas como talleres de artes plásticas, de repostería o percusión, batucadas, juegos infantiles en un espacio adaptado a los más pequeños y visitas al Museo del Juguete de Cataluña. El cartel 2017 de la Acustiqueta incluye las actuaciones de Dàmaris Gelabert, El Pot Petit y la Orquesta Di-Versiones, entre otros.

Dcode Kids, Madrid (9 de septiembre)

Las familias festivaleras que todavía no hayan tenido suficiente pop-indie-rock durante el verano cuentan con la última jornada intensiva y maratón musical en el festival Dcode, que se asienta como cierre de la temporada veraniega en el Campus de la Universidad Complutense de Madrid. Para los mayores, el line-up de este año incluye grupos como Interpol, Band of the Horses, The Kooks, Franz Ferdinand o el ex fundador de Oasis, Liam Gallagher. Y para los pequeños de la casa, además de conciertos matutinos, en el festival se habilita el espacio Dcode Kids con actividades infantiles programadas, zonas de juegos, cuentacuentos y talleres.