‘Los Javis’, una imparable revolución ‘millennial’
Los actores y directores Ambrossi y Calvo disfrutan del fenómeno de ‘Operación Triunfo’ en pleno apogeo de su éxito con ‘La llamada’, la obra musical que arrasó primero en el teatro y ahora en el cine con cinco nominaciones a los Goya
No hay duda de que Javier Calvo (Madrid, 1991) y Javier Ambrossi (Madrid, 1984) más conocidos como Los Javis, están viviendo un año intenso. No solo disfrutan del fenómeno de Operación Triunfo, donde se han estrenado como profesores de interpretación, sino que estos actores reconvertidos en guionistas, directores y productores celebran sus cinco nominaciones a los Goya tras llevar al cine La Llamada, una auténtica revolución que comenzó hace casi cinco años en el teatro. “Aún no lo hemos interiorizado, no hemos tenido tiempo. Pero estamos muy contentos y felices y esperamos que siga por mucho tiempo”, dice Calvo a EL PAÍS.
Lo que empezó como una idea loca dividida en dos partes, la de Calvo, que quería hacer una ficción sobre una relación lésbica en un campamento, y la de Ambrossi, que quería plasmar una historia de una chica que recibía la llamada de Dios, acabó convirtiéndose en un éxito de taquilla desde su estreno en mayo de 2013 en el Teatro Lara de Madrid.
Fue tal la acogida que la que es una de las parejas del momento se lanzó al vacío de la gran pantalla sin abrir el paracaídas porque los llamaders —como se conoce a los fans de la obra— estuvieron allí para llenar las salas desde su estreno en septiembre. Los mismos que han afianzado su popularidad en las redes sociales, plataforma que los Javis utilizan para exponer su vida, sus proyectos y mantener una relación directa con los más de 300.000 seguidores que suman entre los dos.
Ahora festejan incrédulos sus cinco nominaciones a los Goya —mejor dirección novel, mejor guion adaptado, mejor canción original y mejor actriz de reparto por partida doble—, aún sin ser conscientes de todo lo que tienen por delante, pero satisfechos de que se reconozca el esfuerzo. “Que la Academia de Cine haya valorado nuestra película que es una comedia, un musical, de mujeres y gente joven, demuestra que las cosas están cambiando en la industria y en la sociedad en general. Ya era hora de que se reconociese y estamos contentísimos de haber sido parte del cambio”, cuenta Calvo.
Aunque les encantaría que Hollywood hiciese un remake de La Llamada, esta frontera ya la han traspasado con la obra de teatro, que se presenta en México y están en negociaciones para llevarla a Chile y Argentina. “Es un sueño que todavía puede hacerse más grande”, dice ilusionado Calvo.
Puede que se sorprendan de su éxito, pero estos logros son el resultado de un plan B que ambos idearon cuando vieron que como actores no evolucionaban como querían. Mientras que el mayor de la pareja, Ambrossi –que se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y después estudió Arte Dramático en la RESAD– tuvo pequeños papeles en series como El comisario, Sin tetas no hay paraíso o Cuéntame; el más joven, Calvo, estudiaba interpretación cuando triunfó como uno de los protagonistas de la exitosa serie española sobre adolescentes Física o Química, que acabó en 2011 tras siete temporadas. “Como no nos salía nada en la actuación que nos gustase decidimos ponernos en el otro lado y seguir por otro camino dentro del mismo mundillo. Y el resultado ha sido estupendo”, asegura Calvo. Así llegó La Llamada al teatro, más tarde la miniserie Paquita Salas, otra revolución —esta vez en Internet— que comenzó en la pequeña plataforma Flooxer y ahora preparan su segunda temporada con Netflix, y, próximamente, la serie Soy una pringada, que producen con la youtuber que se esconde bajo este alias.
Una pareja a medida
Ambrossi y Calvo se conocieron gracias a amigos en común y, desde hace casi ya seis años, no se separan. Todo lo hacen a cuatro manos y juntos han debutado como profesores de Interpretación en Operación Triunfo 2017. Una edición que ha ido más allá del concurso musical y se ha convertido en un fenómeno social que ha servido como escaparate de la homosexualidad, la transexualidad, el sida o los refugiados. “Es un programa maravilloso para dar visibilidad a la diversidad. Representa una juventud necesaria, buena y talentosa. Pero sobre todo una generación muy abierta. Se necesitaban formatos así y es parte del éxito”, señala Calvo.
Cuando Los Javis no están en Barcelona trabajando en el talent show, su centro de operaciones está en su propio piso hecho a medida en el madrileño barrio de Malasaña. Allí, acompañados de sus dos perritas, trabajan en sus creaciones y reciben casi a diario a su grupo de amigos formado por los mismos actores que brillan en sus trabajos: Belén Cuesta, Anna Castillo, Macarena García —hermana de Ambrossi—, Brays Efe o Angy, entre otros. “La amistad tiene mucho valor en el trabajo y nos gusta hacerlo con gente que queremos. Creamos un vínculo para que todos podamos crecer desde la confianza y la libertad y surja la magia”, culmina Calvo.
Parece que todo lo que tocan se convierte en oro y ninguno está dispuesto a despertar de este gran sueño, que incluye nuevos proyectos que pronto verán la luz y de los que aún no hablan.
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