Sobresaliente en la dieta de tus hijos, sobresaliente en clase
Un último estudio concluye que una dieta saludable hace que les cueste menos ir a clase y mejore su rendimiento. Comer bien está muy relacionado con los ingresos familiares
Nadie duda que los hábitos saludables, comer sano y hacer deporte, tienen un efecto en la salud de nuestros hijos. Un último estudio, promovido por Nestlé y realizado por la firma de investigación de mercados IPSOS, concluye que, además, seguir una dieta sana mejora el rendimiento escolar de los más pequeños de la casa. Según sus resultados, la investigación añade que “un 32% de los niños españoles saca sobresaliente en las asignaturas de Lengua y/o Ciencias, mientras que esta cifra asciende al 46% entre los que siguen una alimentación saludable”. Cabe recordar que en cuanto a dieta saludable se refiere, los expertos en nutrición recomiendan que el 50% del plato esté compuesto por verduras y hortalizas, el 25% por hidratos de carbono y el 25% restante, por proteínas.
Más allá de las propias calificaciones, el estudio muestra que los niños que siguen una dieta sana están más satisfechos con su rendimiento escolar. “Entre los que comen bien, seis de cada 10 se muestran satisfechos”, añaden. Según los mismos datos, además, al 84% de los alumnos que come de forma equilibrada no les cuesta ir a clase.
Según el estudio, titulado V Observatorio Nestlé, los padres son conscientes de la fruta y verdura que deben consumir sus hijos, ¿pero la llevan a cabo? ¿Comen los niños españoles bastante fruta y verdura?
“El 69% de los progenitores afirma que conoce la cantidad de fruta que hay que ofrecer diariamente a los niños (3 raciones), pero solo un 17% hace lo correcto. En relación con las verduras, la recomendación es de dos raciones al día, pero solo un 54% da a sus hijos la cantidad aconsejada”, según las mismas conclusiones. También hay que señalar que la fruta se debe comer entera, “en zumo un zumo la fibra se pierde y los azúcares naturales presentes en la fruta se absorben muy rápidamente, por lo que actuarían como si fuera azúcar de mesa”, comentaba Nueve falsas creencias en torno a la alimentación de los niños. La experta también añadía para los niños más pequeños que “las papillas de fruta mantienen la fibra, pero estaríamos ofreciendo un gran densidad nutricional”.
“En este estudio se observa que unas buenas pautas alimentarias son clave para un mayor bienestar que, sin duda, se refleja en las diferentes esferas de la vida. Así, los alumnos que obtienen mejores notas son los niños que además de seguir una alimentación equilibrada”, incide en un comunicado Laura González, responsable de Nutrición de Nestlé España.
En esta línea, en el mismo texto, el doctor Rafael Casas, psiquiatra y experto en promoción de hábitos de salud y en obesidad infantil, señala que un adecuado desarrollo cognitivo influye favorablemente en el aprendizaje. “Independientemente de otros factores, si los niños siguen una dieta saludable con todos los nutrientes necesarios esto contribuye a su desarrollo cognitivo que determina la capacidad de concentración, atención o memoria y el aprendizaje”.
¿Niños estresados y comida?
Según se explica en los resultados de la investigación de Nestlé, un 11% de los padres reconoce que sus hijos están estresados con los estudios. Según los mismos, solo el 28% de los niños está muy contento con sus tareas escolares; un porcentaje que llega al 42% entre aquellos que siguen una dieta equilibrada. En esta línea, solo el 37% de las familias asegura estar muy de acuerdo con que los pequeños tienen tiempo suficiente para hacer los deberes mientras que este porcentaje llega al 45% entre los que comen equilibradamente.
Según Casas, el papel de los padres es fundamental. “Los progenitores son los que transmiten al niño las bases y rutinas de un estilo de vida saludable en su sentido más amplio. Su cometido es esencial para que los pequeños adquieran buenos hábitos de alimentación o cumplan con las horas de sueño, entre otras”, concluye en el texto el experto.
El análisis elaborado para hacer este estudio ha diferenciado entre familias que siguen una alimentación equilibrada y las que no, determinando una serie de raciones recomendadas para cada grupo de alimentos. Según el criterio establecido, los investigadores han considerado que un niño come de forma saludable cuando incluye, en su día a día, el consumo de fruta natural y verduras frescas y, al menos una vez a la semana, el de legumbres, pescados y frutos secos, incluyendo el aceite de oliva como aliño habitual y el agua como bebida principal. La muestra del estudio ha sido de 1.038 familias con hijos de entre tres y 12 años.
Dieta sana e ingresos familiares
Este no es la primera investigación que relaciona comer de forma saludable y el rendimiento escolar de nuestros hijos. Una investigación, publicada en el Child Development y desarrollada en Estados Unidos, concluye que los niños que experimentan pobreza alimentaria ya en la guardería tienen un desarrollo cognitivo menor y deficiencias en habilidades sociales comparado con sus iguales que no tienen viven esta realidad”. Por lo que tener una alimentación saludable también está relacionado con el poder adquisitivo de las familias.
A este respecto, otro estudio elaborado en 2015 concluía que los niños que se alimentan principalmente de comida basura tienen un rendimiento escolar más lento. Y desde Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) llevan años incidiendo que “los niños que padecen hambre o que reciben una alimentación de mala calidad tienen más probabilidades de crecer más lento o menos de lo debido o tener poca energía para jugar, estudiar o hacer cualquier tipo de actividad física”. Y, añaden, “esto tampoco ayuda a que puedan mantener la atención durante las clases y su rendimiento escolar se resiente”.
Niños menores de un año y fruta
El debate en torno a los zumos y su consumo sigue dividiendo a expertos y padres a los que les cuesta determinar el daño que provoca en los niños tomarlos. Muchos estudios han concluido que un consumo elevado de este producto en menores, sobre todo si este es industrial, está vinculado con padecer obesidad, hipertensión o diabetes en el futuro, entre otras patologías. Pero a pesar de la gran avalancha de investigaciones y noticias al respecto alertando de los riesgos de consumir zumo de fruta, los pediatras recuerdan que muchos padres siguen creyendo que son un sustituto saludable.
Ante esta situación de incertidumbre, la Asociación Americana de Pediatría publicó en 2017 una guía con nuevas recomendaciones sobre su consumo. Si antes tomar zumo de fruta no era adecuado para los menores de seis meses, ahora han determinado que esta edad debe subir hasta el año. Las nuevas recomendaciones hacían referencia tanto a los zumos 100% naturales como a los industriales. Según este organismo internacional también los padres "han de priorizar el consumo de fruta entera, ya que tiene un mayor aporte de vitaminas y nutrientes. La fruta entera tiene más fibra y te llena más que un simple zumo", redactaron los expertos en las directrices, que se publicaron Pediatrics.
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