Daniella Bustamante, 10 años bajo los focos

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Pese a que no es ninguna celebridad, Daniella Bustamante Echevarría ha cumplido 10 años bajo el foco mediático. ¿El motivo de su suerte (o su condena)? Ser hija de la actriz Paula Echevarría, de 41 años, y el cantante David Bustamante, de 36, una de las parejas más perseguidas por las cámaras durante más de una década, el tiempo en que estuvieron casados. Tras un largo proceso de separación, esta semana el matrimonio ha hecho público que tienen la sentencia definitiva de divorcio.

Ni Bustamante ni Echevarría pierden la ocasión para mostrar en sus redes sociales el amor que sienten por Daniella. Mientras que el cantante cántabro decidió adelantar los festejos del cumpleaños de su hija y le organizó una fiesta, su madre se encuenta con ella en Asturias, su tierra natal, para celebrar su cumpleaños este viernes 17 de agosto. 

Las publicaciones de ambos con la pequeña han suscitado también polémicas. Precisamente una publicación reciente de la actriz e influencer —cuyo perfil es uno de los más seguidos de España, con 2.3 millones de seguidores— con su hija fue blanco de críticas. Cuando la protagonista de Velvet se encontraba con la pequeña de vacaciones en Cádiz a finales de julio fue acusada de utilizarla para promocionar marcas y productos.

Daniella, cuya custodia está en manos de su madre por decisión de ambos progenitores, no solo ha tenido que pasar por el largo proceso de separación de sus padres, sino que también ha tenido que padecer su mediatización. La pareja tardó en oficializar su divorcio 14 meses desde que pusieron fin a la convivencia, decisión que, de acuerdo con la propia pareja fue tomada "de mutuo acuerdo" y "desde el cariño y el respeto", según afirmaron en un comunicado. Desde entonces, la pequeña ha vivido en medio de un auténtico culebrón.

El 4 de abril de 2017 fuentes del entorno de la pareja aseguraban que Bustamante y Echevarría vivían separados, un días después, durante la presentación de su perfume, la actriz reconoció que algo pasaba en su familia. Semanas más tarde, el 24 de abril, el cantante perdió los nervios y estalló ante los medios que le preguntaron sobre su separación. "Dejadnos vivir tranquilos, parece que hemos hecho algo malo", exclamó fuera de sí.

Las cosas parecían más tranquilas semanas después. Incluso aparecieron juntos en la Primera Comunión de su hija en Cantabria, el 18 de junio de 2017, celebración en la que se les vio sonrientes, de la mano de la pequeña. Pero meses más tarde, el 2 de octubre, el cantante se mudó a un piso en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, y en enero de 2018 la actriz confirmó que no había "vuelta atrás" en su separación; dos meses después oficializaron su divorcio. Se corroboró lo que llevaba tiempo anunciándose: el matrimonio estaba roto.

Daniella ha pasado de una realidad completamente mediatizada... a otra que no se queda atrás: la que protagonizan sus padres y sus nuevas parejas. Mientras que ella exhibe desde hacer meses su relación con el futbolista del Málaga Miguel Torres, de 32 años, él juega al despiste desde la pasada primavera con una supuesta nueva relación con la bailarina de origen ruso, Yana Olina, de 30 años y su compañera del programa Bailando con las estrellas y con la que se coronó como ganador. La imagen cordial y conciliadora que intentaron transmitir en un principio poco a poco se ha ido disipando.

A finales de marzo, a tan solo tres días de haber oficializado el divorcio, la influencer publicó la primera foto con Torres. Días después, era el cantante el que aseguraba que él decidió romper. "Fui yo el que no se sentía conforme y opté por irme a un piso", afirmó en una entrevista exclusiva para ¡Hola! (una de las tantas que ha dado el matrimonio a la revista durante su proceso de separación), y aclaró que el matrimonio no había terminado por terceras personas.

La respuesta de Echevarría no se hizo esperar. La actriz publicó en su cuenta de Instagram un mensaje que fue interpretado como un golpe a su exmarido. "Y si me preguntan ¿cuál amor prefiero? Prefiero amores en silencio, esos que caminan a la orilla del mar, que se toman un vino mientras pasan la noche entera conversando… Esos que no hacen tanto alarde de amarse, porque con que lo sepan ellos dos basta", escribió. Bustamante volvió a lanzar la bola, esta vez desde los escenarios y con un mensaje en el que hablaba de la afición de "algunas" a pintarse y vestirse para hacerse fotos, que podría interpretarse como un recado dirigido a su exmujer, cuyo blog Tras la pista de Paula muestra a diario lo que lleva puesto la actriz.

No es sencillo ser hija de una de las parejas más perseguidas por los medios. La historia de Daniella es un ejemplo de la sobreexposición mediática a la que se ven sometidos los hijos de los famosos. Mila Kunis y Ashton Kutcher han denunciado en varias ocasiones el acoso al que se han visto sometidos sus hijos, Wyatt, de cuatro años y Dimitri, de dos, por parte de algunos paparazzi.

Pero no a todos los famosos les preocupa exponer a sus hijos. Hace un par de años Beyoncé no dudó en aparecer con su hija Blue Ivy sobre su espalda en un anuncio de su primera colección de ropa deportiva, a la que bautizó con el nombre de la niña. A Milan y Sasha Piqué Mebarak, los hijos del futbolista del F. C. Barcelona y la cantante colombiana Shakira, sus padres tampoco les han ocultado. La pareja no ha dudado en publicar imágenes de los menores, de cinco y tres años respectivamente, en partidos, conciertos y vacaciones, a través de sus redes sociales. Aunque en pocas imágenes aparecen posando ante la cámara como en la que colgó su padre esta semana, que el propio futbolista tituló "The Brothers!" (Los hermanos). Y desde hace años, Victoria Beckham no tiene límites a la hora de publicar imágenes de sus hijos en Twitter y Facebook. Harper, la hija de la ex Spice Girl y del futbolista David Beckham, recibió su primera oferta de trabajo cuando solo tenía nueve meses.