Clara Lago, separada de Dani Rovira pero unida a él por la solidaridad
La actriz, que abandera una campaña de concienciación contra el plástico en los océanos, comparece ante los medios por primera vez tras romper con el actor
Sonriente y muy tranquila apareció este miércoles Clara Lago en el que fue el primer evento al que acude tras hacerse pública su inesperada ruptura con Dani Rovira. Han pasado dos semanas desde que sus representantes confirmaron que los actores habían puesto fin a sus cinco años de relación. “En una ruptura hay momentos para todo, pero lo único que puedo decir es que hay mucho amor, mucho respeto y mucho cariño por parte de ambos”, aseguró la intérprete en Madrid, tras la presentación de la campaña de concienciación sobre la amenaza del plástico en los océanos promovida por la casa de cerveza Corona y de la que la actriz es embajadora.
Lago, de 29 años, mencionó a Rovira sin ser preguntada por él. Y lo hizo, precisamente, para resaltar que fue él quien despertó su conciencia solidaria. “La solidaridad es una ventana que tenemos todos. A veces llegas a ella por un viaje, por un libro o película o por conocer a una persona que te lo transmita. En mi caso fue esta última. Conocer a Dani me hizo tomar conciencia de todo”, explicó a EL PAÍS.
La pareja creó hace tres años la fundación Ochotumbao, que trabaja para mejorar la vida de los más desfavorecidos, la conservación del medioambiente y la defensa de los animales. La nominada al Goya por El viaje de Carol (2002) aseguró ayer que Ochotumbao es “un proyecto precioso” que le aporta “cosas maravillosas” y en el que piensa seguir involucrada junto al protagonista de Superlópez. “La fundación está por encima de todo. Es un proyecto que compartimos y que vamos a seguir compartiendo. Y, además, me hace muy feliz poder seguir haciéndolo juntos”, afirmó tajante Lago. Y añadió: “Vamos a seguir unidos en todas estas causas”.
Aunque no ahondó en detalles ni explicó los motivos de la separación, aseguró que la amistad y el respeto entre Rovira y ella están por encima de todo. Los actores comenzaron su relación tras grabar juntos la exitosa película Ocho apellidos vascos (2014), de la que ambos son protagonistas y, aunque siempre se habían mantenido muy discretos con su vida personal, los gestos de cariño en sus redes sociales no han cesado pese a la ruptura. Hace tan solo seis días, la actriz le agradecía en Instagram su apoyo por participar en el maratón de spinning solidario que había organizado por la fundación. “Gracias por apoyarme en la iniciativa y acompañarme ese día”, escribió mencionando a Rovira, entre otros compañeros. La campaña que Lago presentó ayer sí la abandera, sin embargo, ella sola.
Bajo una inmensa recreación de una ola marina llena de botellas, bandejas, tapones y pajitas de plástico, Clara Lago busca ahora concienciar sobre la amenaza de este material en los océanos: “Tenemos menos tiempo del que nos pensamos para creer que el cambio tiene que ser paulatino. Estamos muy cerca del colapso medioambiental y se tienen que tomar medidas más serias desde el Gobierno”. También explicó cómo trata de aportar en su día a día su granito de arena para lograr un mundo sostenible: “Voy al supermercado con bolsa de tela, evito las pajitas de plástico, voy con mi botella de cristal a todas partes y en los rodajes pongo todos mis esfuerzos por evitarlo, pero todavía queda mucho camino por hacer”.
Una labor solidaria que la intérprete compagina con los rodajes. Acaba de grabar la nueva serie de Netflix El Vecino, en julio llega a España Regreso Triunfal, la película argentina de Juan José Campanella en la que ha participado y en unas semanas comenzará el rodaje de su nuevo trabajo: Crónica de una tormenta, una película que protagoniza junto a Ernesto Alterio. Todo combinado a su vez con unas vacaciones de las que no desvela ni la compañía ni el destino. Fuera de los escenarios, Clara Lago sigue siendo una mujer hermética.
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