Todo lo que no se vio de la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio
Desde la actuación de Alejandro Sanz hasta el paseo por las alturas de los novios en un dragón
El ya matrimonio formado por el futbolista Sergio Ramos y la presentadora Pilar Rubio jugó al despiste con los detalles de su mediática boda en Sevilla, celebrada el pasado sábado en la Catedral de la capital andaluza, y lo consiguió: muchas de las especulaciones previas acerca de la suntuosidad del enlace quedaron en eso, meras conjeturas, como se está dando a conocer apenas 48 horas después de que diera por terminada la gran boda del año en la vida social del país. Empezando por el final, los últimos autobuses que salieron este domingo de la finca La Alegría, en Bollullos de la Mitación, donde tuvo lugar el convite y posterior celebración, estuvieron plagados de invitados que pudieron bailar al ritmo, no de la tan comentada posible actuación de la banda AC/DC, pero sí de los legendarios rockeros Europe, cuyos primeros acordes comenzaron a sonar con la mítica The Final Countdown, mientras la pareja de novios descendía a la pista de baile a lomos de un dragón que pendía de una grúa.
“¡Qué maravilla! ¡Qué pareja! ¡Qué boda tan espectacular! Ayer nos regalasteis un día mágico. Sigo pellizcándome”, este comentario escrito en Twitter por la presentadora Nuria Roca, compañera de Pilar Rubio en el programa de Antena 3 El Hormiguero, fue el sentimiento común de los cerca de 500 invitados, que no dudaron en profesar su admiración a la pareja en las redes sociales durante toda la jornada de ayer. Es el caso también de Andrea Lenovo, miembro del equipo de producción del programa dirigido por Pablo Motos, mucho más efusiva: “La noche de ayer superó todas mis expectativas. Vivimos un cuento de hadas desde el minuto 1 en la Catedral pasando por el cóctel, que no pudo ser más increíble y consiguió hacer que ya ahí lo diésemos todo. Habéis conseguido que todos vuestros invitados se sintiesen cómodos en cada momento y viviesen entre todos; y con vosotros, la maravillosa experiencia. Yo cierro mi domingo con los pies hinchados, llenos de heridas e imaginando como podré enfrentarme a la semana que me espera”.
Tanta admiración se debe a las sorpresas mejor guardadas en el interior de los muros de la Finca La Alegría, donde al llegar, un camión food truck esperaba a los invitados para que pudieran depositar en él sus teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos. Unas pantallas de televisión dispuestas a lo largo del recibidor informaban de la disposición de las mesas, así como del contenido del menú diseñado por el chef malagueño Dani García, que incluyó salpicón de bogavante; espaguetis con guiso de ternera trufado, rape al estilo Dani García; hamburguesa de Kobe con patatas fritas Togarashi y Frescor Andalusí. Como no podía ser de otro modo, el postre se presentó en un recipiente con forma de unicornio, leitmotiv de esta boda, que se presentó en sociedad con el hashtag #bodaunicornio.
Otra de las sorpresas de la noche fue la actuación de Alejandro Sanz, que no pudo acudir en persona a la fiesta, pero que sí envió un vídeo en el que interpretaba tres canciones para los novios.
Tras la cena, espectáculos circenses con juegos malabares, fuegos artificiales y bailes de disfraces en otra ala de la finca en la que, como bien se aireó en la prensa los días anteriores, se había instalado un parque de atracciones con noria y coches de choques. Completaba el decorado un gran escenario al que, además de la banda Europe, se subieron el grupo Ketama, la Niña Pastori —que había interpretado previamente en la ceremonia religiosa el Ave María de Schubert— así como el dj internacional Gianluca Vacchi.
Tampoco acertaron los rumores que apuntaban a los numerosos cambios de look de la presentadora —se especuló con hasta ocho vestuarios diferentes—. Tras el traje de novia firmado por Zuhair Murad, Pilar Rubio se enfundó un mono de color rojo para dar comienzo a la fiesta rockera que duró hasta las ocho de la mañana, momento en el que se instaló, en otra carpa, una fiesta afterhours. La novia se retiró a descansar a las diez de la mañana y el novio un poco antes. El domingo, el nuevo matrimonio organizó una capea para los invitados que se quedaron a pasar el día en Sevilla.
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