14 fotosInmigraciónLa migración como arma arrojadizaRefugiados y migrantes son moneda de cambio para conseguir rédito económico o político entre algunos países vecinos. Un recorrido en imágenes por los puntos migratorios más calientes Lesbos, Polonia, México, Canarias, Ceuta, Libia y Venezuela. 20 dic 2021 - 09:48CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLa isla griega de Lesbos es, por su cercanía a Turquía, una de las grandes puertas migratorias de Europa desde 2014 con la guerra de Siria y la aparición del Estado Islámico. En la imagen, cientos de refugiados y migrantes esperan a ser trasladados a tierra firme griega el 3 de mayo de 2020. En aquel momento, más de 19.000 solicitantes de asilo vivían en el superpoblado e insalubre campamento de Moria. En diciembre del año pasado, el campamento se incendió y las autoridades griegas montaron otro campamento, en esta ocasión en un recinto más grande y mucho más controlado. Turquía es el país por el que cruzan estos migrantes. Según el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía firmado en 2016, todas las personas que llegaran irregularmente a las islas del Egeo serían devueltas a Turquía.Manolis Lagoutaris (AP)Un agente a caballo de los policías de la fronteriza de Estados Unidos trata de impedir que un migrante haitiano entre en un campamento a orillas del Río Grande, cerca del puente internacional Acuña Del Río, en Texas, el 19 de septiembre de este año. EE UU dijo entonces que aumentaría los vuelos de deportación para miles de migrantes que llegaron a la ciudad fronteriza. Miles de migrantes, principalmente haitianos han intentado acceder a Estados Unidos a través de este paso. Tras cruzar, la mayoría se quedaban en un campamento que finalmente fue desmantelado.PAUL RATJE (AFP)Varios emigrantes, la mayoría de ellos procedentes de Eritrea, reaccionan mientras esperan ser atendidos por los cooperantes de la ONG española Open Arms, tras huir de Libia a bordo de una embarcación de madera, a unas 110 millas al norte de Libia, el sábado 2 de enero de 2021. Libia se considera otra de las puertas de salida de África hacia Europa por el Mediterráneo, muchas de las vías migratorias que atraviesan ese continente terminan ahí, en un país marcado por la guerra donde los emigrantes son toturados y asesinados en centros de detención. La ONU criticó a la UE por su política de devoluciones irregulares de migrantes a Libia en alta mar, en mayo de este año.Joan Mateu (AP)Imagen del interior de un centro de detención en Trípoli (Libia). Los migrantes que son detenidos en alta mar o intentando acceder a una embarcación para cruzar el Mediterráneo son conducidos a estos centros que en ocasiones, como el de detención de Inmigrantes en Tayura en la imagen, forman parte de centros penitenciaros donde encarcelan a presos comunes y prisioneros de guerra. Días después de la toma de esta fotografía, en 2019, el centro fue bombardeado y más de 40 de estos migrantes murieron.Carlos RosilloLa frontera entre Polonia y Bielorrusia se convirtió este año en uno de los puntos calientes de la migración irregular. En la imagen cientos de migrantes acamparon en el lado bielorruso de la frontera con Polonia, el pasado 10 de noviembre.REUTERSHombres de Marruecos y Bangladesh a bordo de una embarcación de madera abarrotada, mientras los cooperantes de la ONG española Open Arms se acercan a ellos en el mar Mediterráneo, en aguas internacionales, frente a la costa libia, en enero de este año.Menores no acompañados que cruzaron a España son cercados fuera de un almacén utilizado como refugio temporal mientras esperan pasar pruebas covid-19 en Ceuta, cerca de la frontera de Marruecos y España, en mayo de 2021. El Gobierno marroquí dejó pasar por sus fronteras a más de 8.000 personas, la mayoría de ellos menores, como medida de presión, ya que España había aceptado la hospitalización del líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali, de 73 años, aquejado de covid. España aceptó la entrada de Gali, enemigo de Marruecos, para que ingresase en un hospital de Logroño, un gesto que disgustó a Marruecos.Un niño marroquí llora mientras nada usando botellas como flotador, cerca de la valla entre la frontera de España con Marruecos, después de que miles de migrantes cruzaran a nado, en Ceuta, el 19 de mayo de 2021.Jon Nazca (Reuters)Cientos de migrantes permanecen en el centro de transporte y logística Bruzgi en el lado bielorruso de la frontera con Polonia, el 19 de noviembre de 2021.Maxim Guchek (Reuters)Un refugiado es rescatado en un bosque cerca de la frontera de Polonia con Bielorrusia.Álvaro GarcíaEl 18 de mayo de este año, cientos de marroquíes entraron de golpe por la playa fronteriza del Tarajal. En aquel momento, el Ejército español, desplegado para intervenir ante la oleada de llegadas, devolvió en caliente a muchos de estos migrantes, algunos menores.Joaquín SánchezUn hombre lleva a una niña a hombros para cruzar el río Grande y recoger suministros para un campamento de migrantes, el 22 de septiembre de 2021 en Ciudad Acuña, México.Familias refugiadas de Centroamérica, muchas de ellas con niños pequeños, cruzan el río Grande desde México hacia Estados Unidos, el 15 de abril de 2021 en Roma, Texas. En busca de asilo, la mayoría de ellos se entregan a la Patrulla Fronteriza nada más cruzar.Andrew Lichtenstein (Getty Images)Un grupo de migrantes avanza a lo largo de la frontera de Bielorrusia con Polonia hacia un campamento para unirse a otros y tratar de entrar en Polonia, en la región de Grodno el 12 de noviembre de 2021. Cientos de migrantes desesperados continúan atrapados a temperaturas bajo cero en la frontera.LEONID SHCHEGLOV (AFP)