Vitoria 'gourmet'

Este año Vitoria es la Capital Española de la Gastronomía.Título que tal vez sirva para convencer de su potencial culinario a los de fuera, los que están "al sur del sur" de los apellidos vascos, porque los de casa tienen las cosas muy claras. No es solo que en Vitoria se come muy bien, es que las iniciativas al respecto se multiplican como setas. El pintxo-pote [la combinación de una bebida y un aperitivo ideada por los bares de la ciudad] se ha convertido en una religión. Se practica a través de más de 20 rutas, de miércoles a sábado, de 19.00 a 23.00 horas y consiste en disfruta de un pitxo y un pote por un euro. Los eventos  -ferias y mercados, concursos, talleres de cocina y showcookings- tratan de poner en valor, además de la creatividad, algunos productos locales únicos, como la trufa negra de Álava, la sal de Añana, el queso de pastor (D.O. Idiazabal), la miel y la patata de Gorbea, la alubia pinta alavesa y, por supuesto, el vino de Rioja Alavesa.

De las 20 rutas oficiales de pintxos (hay planos y folletos disponibles en la Oficina de Turismo de la Plaza de España), las más concurridas son, naturalmente, las del Casco Histórico y Zona Centro. En el primero se incluye la sedicente Ruta Canalla de la Corre (de la calle Correría), que comprende sitios como El Tabanco (en el número 46), Koko (47) o La Malquerida (10). También están en el casco viejo Toloño (cuesta de San Francisco, 3), toda una institución -hay codazos en la barra-, y el restaurante del museo Artium, Cube (Francia, 24), que este verano ofrece propuestas gastro-cinematográficas, entre otros inventos.

En la zona centro destacan perretxiCo (San Antonio, 3), que es el gastrobar de marmitaCo, el restaurante del multipremiado Josean Merino; y Sagartoki, cuyo chef, Senén González, que ganó el campeonato de España de tortilla de patata hace un par de años, ha dirigido el tinglado para obtener el Record Guinness de la tortilla de patata más grande del mundo. Otra iniciativa interesante es Gastromusik que reúne a una red de bares y restaurantes que combinan las delicias del paladar con música de todos los estilos, a veces con presencia de conocidos dj's.

Los vitorianos tienen fama de golosos, desde la noche de los tiempos: ellos han inventado los alavesicos (bombones rellenos), las delicias de Álava, el goxua (el postre más tradicional, diabólico e hipercalórico); sitios imprescindibles son las pastelerías Sosoaga (Diputación, 9 y Rioja, 17: chuchitos, txapelas, vitorianicos...) o las Confituras Goya (Dato 6 y 20 y Avda. Gasteiz 78 y 45). Otro capítulo notable es el de tiendas de delikatessen; ahí es obligado mencionar las conservas artesanas de Victofer (Cuchillería 14), los cafés de Eguía (Dato, 7) y La Brasileña (varias tiendas), las cestas de fruta de La Pera Limonera (Correría, 13) o los aceites locales, vinos, quesos y trufas de Corre 34 (Correría, 34).