_
_
_
_

Camareras que sirven ‘cappuccino’ en biquini: EE UU cuestiona una costumbre polémica

En EE UU proliferan las ‘bikini baristas’, chicas que hacen y sirven café con muy poca ropa. El espíritu machista del viejo Hooters para la generación milenial

Camareras Estados Unidos que sirven cappuccino en biquini
Camarera del Bikini Beans Coffee, empresa fundada por Regina y Benjamin Lyles en Arizona.Bikini Beans Coffee

En su corta carrera, la cantante Bb Trickz ha dejado algunas buenas frases. La favorita: “Voy a la playa enseñando las tetas porque soy europea”. Ha viajado mucho, y se ha dado cuenta de que hay lugares en los que el toples está mal visto. Uno de esos lugares es Estados Unidos: en algunas ciudades está prohibido que las mujeres muestren su pecho en público. No está restringido, en cambio, servir hamburguesas y jarras de cerveza en biquini, sujetador o con escote ajustado. Estos negocios son muy populares en la tierra de las oportunidades. Hay hamburgueserías eróticas e incluso sitios en donde el café latte lo sirven en biquini.

La dinámica es la misma: el cliente se detiene, inicia un breve coqueteo, paga un precio más alto de lo usual por un café con leche, deja una propina de entre 5 y 20 dólares dependiendo de la calidad de la conversación, su estado de ánimo y el atuendo de la camarera, y luego continúa su camino. En algunos establecimientos hasta ofrecen un breve baile o una foto.

Estos negocios son especialmente populares en el noroeste de Estados Unidos, especialmente en Washington y Oregón. Curiosamente, este tipo de establecimientos tienen su origen en Seattle. Según Seattle Gay News, Mary Keller Wynn fue la primera en introducir este formato al inaugurar la cafetería Natte Latte en 1999. Las camareras de Wynn se vestían con un toque provocativo —camisetas blancas sin mangas y pantalones cortos de color rosa brillante—, pero sin incluir biquinis. “Eso habría sido llevarlo un poco demasiado lejos para mi nivel de comodidad”, explicó en una entrevista con NPR en 2017. “Ya estábamos haciendo un muy buen trabajo con lo que comercializábamos”.

La tendencia, cuentan en Seattle Gay News, evolucionó rápidamente hacia propuestas más atrevidas que incluían biquinis y lencería, apoyándose en el mantra de que “el sexo vende”. Después, apareció Dreamboyz Espresso. Tras el cierre de una cafetería de chicas en biquini por falta de clientela, los propietarios idearon una solución creativa: si las mujeres en bañador no atraían suficiente negocio, ¿qué tal hombres sin camisa? Así nació Dreamboyz Espresso, que se inauguró el 13 de septiembre de 2019 y se convirtió en la única cafetería del Estado de Washington operada por hombres sin camiseta.

Estas cafeterías han generado conflictos sociales y legislativos. Medios de comunicación, asociaciones de vecinos y otras agrupaciones han criticado la cosificación de las mujeres, mientras que otros defienden el derecho de las trabajadoras a elegir su vestimenta y aumentar sus ingresos gracias a las elevadas propinas. En varias ciudades se han implementado regulaciones que prohíben a las trabajadoras usar biquinis, en parte debido al descubrimiento de casos de prostitución encubiertos. Además, se han reportado múltiples incidentes de acoso, exposición indecente y hasta intentos de secuestro. Por ejemplo, en Auburn, Washington, un cliente intentó secuestrar a una camarera en 2023, y en otro caso, un exconvicto trató de violar a una empleada en 2018.

En cierto sentido, las cafeterías eróticas son una versión sofisticada de cadenas de restaurantes como Hooters y Twin Peaks, conocidas coloquialmente como “tetaurantes” o “brestaurants”, cuya fórmula combina comida abundante, cerveza y chicas ligeras de ropa. En Estados Unidos estos negocios continúan siendo económicamente solventes. Según un artículo de Jezebel, representan el culmen de la cultura “bro”, un tipo de camaradería que, al igual que la energía, ni se crea ni se destruye, sino que solo se transforma.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_