Una iniciativa global para salvar los océanos

Ocupan tres cuartas partes de la superficie terrestre y concentran la mayor parte de la biodiversidad de nuestro planeta. Los océanos son ecosistemas fundamentales para la vida en la Tierra, y están en peligro. Según estudios de Naciones Unidas, en 2050 podría haber más cantidad de plástico que peces en los océanos, a lo que se une el efecto del calentamiento global. La misma organización nos advierte de que los océanos se están volviendo más ácidos al absorber una mayos cantidad de CO2 de la atmósfera, al mismo tiempo que se disminuye sus niveles de oxígeno. La temperatura del agua también está subiendo, algo que afecta a todas las especies marinas, tanto animales como vegetales. Preservar los océanos es, por tanto, preservar la vida de nuestro planeta.

La bióloga marina y exploradora Sylvia Earle lleva más de medio siglo dedicada a la tarea de estudiar y conservar los ecosistemas marinos en todo el mundo. Desde finales de la década de los 60, esta estadounidense ha liderado distintas expediciones marinas para comprender mejor sus ecosistemas, al mismo tiempo que encabezaba iniciativas para su preservación. Desde 1982, Earle colabora con Rolex, que en 2019 inició la iniciativa Perpetual Planet que apoya a los proyectos que buscan mejorar las condiciones de vida en nuestro planeta, a través de los Premios Rolex a la Iniciativa, y colabora con Mission Blue, el proyecto de Earle para preservar distintos ecosistemas submarinos en todo el mundo.

Lugares de esperanza para los océanos

Desde sus comienzos en 2009, la iniciativa Mission Blue se ha dedicado a trabajar con gobiernos y distintas comunidades para crear una red global de refugios marinos, unas áreas protegidas que se denominan Hope Spots, lugares de esperanza. Estas zonas del océanos se consideran de vital importancia para la conservación de especies animales y de plantas.

A través de la web de Mission Blue, organizaciones, gobiernos locales o personas particulares pueden presentar una candidatura para que una determinada área marina sea declarada como Hope Spot. Un equipo compuesto por especialistas en biología marina determinan la viabilidad de la propuesta, que siempre debe estar liderada por una persona u organización que lleve a cabo proyectos de investigación y coordine sus actividades con la organización de Mission Blue.

En la actualidad, se han creado más de 145 Hope Spots en todo el mundo, a través de organizaciones y comunidades de 69 países. Desde 2009, Mission Blue también ha organizado más de 30 proyectos de investigación especializados, en los que equipos de científicos colaboran con los organismos locales de cada zona para realizar exploraciones de la fauna y flora submarina y compartir los datos recabados a través de la plataforma de Mission Blue.

Algunos de estos proyectos han conseguido crear zonas protegidas como el corredor que conecta las reservas marinas de Cocos y Galápagos, de manera que se asegure que las especies que pueblan ambas zonas puedan nadar libremente entre estos dos puntos. Otras zonas protegidas creadas bajo la iniciativa de Mission Blue se encuentran en el golfo de Exmouth, en la costa oeste de Australia o el archipiélago de Azores. El objetivo de Mission Blue es ayudar a que se proteja el 30% de los océanos en el año 2030, siguiendo la recomendación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

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