Villarejo planeó presionar al Gobierno de Rajoy con supuesta información sensible de Sáenz de Santamaría
El comisario presumía, meses antes de ser detenido, de que tenía documentado haber hecho barridos del teléfono en el Congreso para la ‘número dos’ del presidente
El comisario jubilado, José Manuel Villarejo, presunto integrante de la llamada policía patriótica que durante la etapa de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior espió a los rivales políticos del PP, se jactaba en sus conversaciones privadas de su poder para presionar a altos cargos del Gobierno de Mariano Rajoy si no le ayudaban a librarse de las investigaciones judiciales que, a partir de 2016, empezaban a acosarle. En varias grabaciones incorporadas al sumario del caso Kitchen, la investigación judicial por los supuestos seguimientos ilegales al extesorero Luis Bárcenas, Villarejo asegura haber realizado trabajos ilegales a altos dirigentes del partido conservador —entre ellos, la que fue vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría— y que iba a hacer llegar el mensaje al Ejecutivo a través de Interior, sin que conste si lo hizo finalmente.
Según uno de estos audios, intervenidos al comisario en su domicilio cuando fue detenido en noviembre de 2017, uno de los servicios prestados fue realizar en 2009 un barrido de los teléfonos que Sáenz de Santamaría usaba en el Congreso cuando estaba en la oposición. En la grabación que hizo Villarejo de una conversación que mantuvo con el abogado Javier Iglesias el 16 de febrero de 2017, nueve meses antes de su detención, el policía presume de estos trabajos y asegura que lo puede utilizar si no retiran las acusaciones que ya pesaban sobre él en el caso del Pequeño Nicolás.
José Manuel Villarejo: Hay una cosa, a petición de Paco Villar.
Javier Iglesias: ¿Quién es Paco Villar?
J. M. V.: El que murió, el hombre de confianza de Rajoy. O sea, mi equipo va al Congreso.
J. I.: ...
J. M. V.: Y mete equipos electrónicos y los pasa la vicepresidenta en persona, eh, en el 2009.
J. I.: Sí, sí.
J. M. V.: Lo tengo documentado, eh. Rafa [Rafael Redondo, abogado y socio de Villarejo] y tal y cuál, ¿Por qué?, porque decían que les estaban pinchando los canutos [teléfonos] Rubalcaba [ministro del Interior en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero entre 2006 y 2011]. [...] Como nosotros no podíamos pasar, la vice en persona, eh, coge y pasa ella los maletines con otro tío, tú imagínate que salga en las noticias.
J. I.: ¿Para qué eran los maletines?
J. M. V.: Para hacerle un rastreo de maletines, la escoba electrónica para ver si había micrófonos. Pero tú imagínate en las noticias: la vice ayuda a Villarejo a meter material electrónico en el Congreso. La noticia.
J. I.: Claro, claro
Ese mismo día, en otra conversación grabada por él mismo, el policía vuelve a presumir de su supuesta participación en ese episodio ante el empresario Adrián de la Joya, imputado en otra pieza el caso Villarejo —pero también en causas como el caso Lezo de corrupción—, y el también comisario José Luis Olivera, quien fuera el jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la policía cuando esta investigaba el caso Gürtel. Un informe de la policía incorporado al sumario del caso Kitchen destaca que en esa conversación Villarejo, De la Joya y Olivera planean utilizar parte de la información de la que dispone Villarejo para “joder a la pequeñita” [nombre con el que se refieren a Sáenz de Santamaría], y para “pactar la tranquilidad (...) con el ministro [del Interior] y el secretario de Estado [de Seguridad]” de aquel momento, Juan Ignacio Zoido y José Antonio Nieto, respectivamente, tras sustituir a Fernández Díaz y su número dos, Francisco Martínez, ambos imputados como presuntos instigadores de la trama Kitchen.
En esa grabación, los tres interlocutores comentan los supuestos trabajos realizados para Sáenz de Santamaría y la ayuda que presuntamente prestó esta para que el socio de Villarejo entrase en el Congreso a realizar los barridos, y la posibilidad de utilizarlo para presionar al Gobierno de Rajoy haciéndosela llegar al entonces secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto. También hablan de “una campaña de imagen" de la entonces mano derecha de Rajoy y que, asegura, se pagó “con unas facturas chungas”, que supuestamente conserva Villarejo. En la grabación, el comisario jubilado no descarta utilizar la información que guarda ya entonces de la Operación Kitchen como una medida de presión o “chantaje” en el caso de que le “toquen los cojones”, destaca un informe policial. Incluso hace referencia a facilitársela a la prensa: "Desde el New York Times a donde sea, pues mira: toda la operación para que el señor tal, todos los papeles y todas las pruebas que tenía Bárcenas finiquitado. Se empleó a la policía para destruir pruebas, en vez de para aportarlas al juez (...) cuando la función de la policía es aportar pruebas al juez y no destruirlas”.
José Manuel Villarejo: Pues mañana tú díselo al Secretario [de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto]: Oye macho, pasa, hay este tema y tal.
José Luis Olivera: ¿Le digo lo de la... lo del Congreso?
J. M. V.: No, no, le dices, no, le dices. Estás preocupado, le dices [que] estás preocupado de Villarejo porque alguien de Podemos o lo que sea tal y cuál, está mirando en el Congreso tal y cuál, y han encontrado en el control...
J. L. O.: Que le ha llamado un periódico...
J. M. V.: Que le ha llamado un periódico....
J. L. O.: Que qué hacia Rafael Redondo [abogado socio de Villarejo y la persona que supuestamente entró en el Congreso] en...
J. M. V.: Que qué hacia su equipo, la gente de su equipo con un equipo de micrófonos de, de control de micrófonos, de control de micrófonos, entrando en el Congreso de..., con la ayuda de la vice... Y que estás más preocupado que la hostia... y macho lo que me faltaba.... [...]
J. L. O.: En la época del PSOE.
J. M. V.: 2009, 2010... Paco Villar le pidió a través del antiguo DAO [director adjunto operativo, número dos de la Policía Nacional] tal, que por favor que le hiciera eso porque no se fiaba...
J. L. O.: Y que no le facturara porque se lo pagaba en crudo.
J. M. V.: Que ya se lo pagaban en crudo
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