La Audiencia Nacional deja en libertad al etarra David Urdín tras entregarse y aceptar una condena de dos años de cárcel
El terrorista se entregó para someterse a un juicio pendiente por actos de ‘kale borroka’ en diferentes puntos de Navarra en 2006 y 2007
El etarra David Urdín Pérez, al que se llegó a situar en la dirección de ETA tras ser desmanteladas sus últimas cúpulas, ha aceptado una pena de dos años de cárcel tras entregarse y someterse al único juicio que tenía pendiente por varios actos de kale borroka en diferentes puntos de Navarra en 2006 y 2007. Tras llegar a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y al no haber otra acusación en este procedimiento, la sección primera de lo Penal de la Audiencia Nacional, acordó este jueves dejar sin efecto la orden de detención que pesaba contra Urdín por esta única causa y acordó su puesta en libertad.
Urdín, al que defiende el histórico abogado de miembros de ETA Iñigo Iruin, fue detenido este jueves al llegar al juicio para cumplir la orden de detención. El juicio se zanjó con un acuerdo de conformidad con la Fiscalía de la Audiencia Nacional a cambio de reconocer los actos que se le imputan y la tenencia de sustancias inflamables, de la que también estaba acusado.
El terrorista ha consignado las indemnizaciones correspondientes a Adif por los daños que causó en sus ataques contra vías férreas de Navarra, unos 30.000 euros. Para rebajar la petición de pena, que inicialmente era de 27 años de cárcel por diversos delitos de daños terroristas y otro de tenencia de sustancias incendiarias, la Fiscalía ha tenido en cuenta, además del reconocimiento de los hechos, el pago de esa responsabilidad civil. De este modo, ha dejado su petición en seis meses de cárcel por dos delitos de daños y un año por la tenencia de sustancias incendiarias.
Por estos hechos ya fueron procesados cuatro jóvenes, Urdín era el único que faltaba por juzgar del grupo, al haber permanecido varios años huido tras quedar en libertad dos años después de su detención en 2007. Uno de ellos quedó absuelto y los otros fueron condenados a penas más bajas de las que pedía el Ministerio Fiscal.
A Urdín se le atribuye haber participado en 2006 en un ataque en la estación de tren de Carrascal en Unzúe (Navarra) mediante el lanzamiento de dos artefactos incendiarios sobre una máquina de reparación de vías férreas a la que causaron daños. Ya en 2007 procedió, junto a otros de los procesados, a seccionar la línea férrea Alsasua-Tudela, a la altura del término de Oloriz. Minutos después del ataque se recibió una llamada en la Central de Emergencias SOS Navarra alertando de los cortes en el trayecto ferroviario. Los daños fueron valorados en 23.400 euros. También se le atribuye haber participado en agosto de 2007 en otro sabotaje en la vía férrea Pamplona-Castejón cortando los cables de la catenaria, lo que causó daños valorados en 6.528 euros. Los autores volvieron ese día a alertar a SOS Navarra: “Se han realizado varios sabotajes en la línea férrea para parar los trenes, se han realizado para denunciar que Nafarroa, foral y española, siempre estaremos en manos de la derecha... y para reclamar un marco democrático en Euskalerria que permita defender todas las ideas en igualdad de condiciones. Gora Nafarroa libre eta socialista”, dijeron. Al ser sometido a vigilancias antes de su detención en 2007, los agentes le observaron visitando ciertos establecimientos y depositando en la basura “una serie de restos, que una vez recuperados, hacen presumir que estaba confeccionando artefactos explosivos-incendiarios”.
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