La agenda de Villarejo: “Cospedal: vernos en Toledo”
El juez y el fiscal reconstruyen con las anotaciones del comisario jubilado sus supuestos contactos con la dirigente del PP y su marido para tratar información secreta del ‘caso Gürtel’
El comisario jubilado José Manuel Villarejo acudió este viernes a la Audiencia Nacional y cerró así una intensa semana de declaraciones en el caso Kitchen, la trama de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas urdida en 2013. Las preguntas del juez Manuel García-Castellón y de la Fiscalía a los interrogados —incluida María Dolores de Cospedal, ex secretaria general del PP; su marido y su antiguo jefe de gabinete— evidencian, según fuentes jurídicas, la dirección que ha tomado la instrucción: los investigadores sospechan que el intento de robar documentación al extesorero fue un capítulo más de un largo boicot al caso Gürtel y que, precisamente, los contactos entre el policía y la exdirigente popular comenzaron cuando aún se encontraban bajo secreto las pesquisas que acabarían con la condena al partido.
“La parienta quiere datos”. El interrogatorio a Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal, dibuja la ruta que han construido el juez y el ministerio público a través de las agendas de Villarejo. Ambos pusieron sobre la mesa una quincena de anotaciones que señalan al matrimonio. Pese a que la pareja asegura que la entonces secretaria general no se vio por primera vez con el comisario hasta julio de 2009, la Fiscalía cree que pudieron contactar previamente: justo unos días antes del 6 de febrero de 2009, cuando estalló el caso Gürtel y se produjeron las primeras detenciones.
Las sospechas de los investigadores comienzan con una anotación de la agenda del 26 de enero de 2009, la más antigua que leyó el juez al respecto. Villarejo escribe un contacto con López del Hierro: “Llamó para vernos. La parienta María Dolores de Cospedal quiere datos para tomar decisiones”. Entonces, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía llevaba dos años investigando en secreto el caso Gürtel y faltaban solo 10 días para los arrestos del cabecilla de la trama, Francisco Correa; y de Pablo Crespo, ex secretario de Organización del PP gallego.
“Tema Correa a punto de estallar”. El conocimiento de Villarejo de la operación —en la que no participó nunca— queda ratificada el 4 de febrero, cuando apunta en su agenda un supuesto contacto con el comisario José Luis Olivera, entonces máximo responsable de la UDEF e imputado por Kitchen: “Oli [apodo con el que se refería a su compañero]. Tema Correa a punto de estallar”. Solo un día más tarde, el 5 de febrero, Villarejo escribe cómo avisaba supuestamente a Del Hierro: “Toque sutil de la situación. Quedó muy mosca. Habla con su parienta”. Y esa misma jornada, según recalcó el juez, anotaba otra presunta charla con Arturo González Panero, entonces alcalde de Boadilla del Monte (Madrid) por el PP y también procesado después por Gürtel: “Artur: Aviso tormenta”. Según dijo este viernes el comisario al juez, a Panero lo había captado como informador, pero no le alertó de la que se avecinaba.
“Contacto para café”. Horas después de esas anotaciones, en la madrugada del 6 de febrero, arranca una jornada frenética. Ese día, la agenda de Villarejo refleja una alta actividad con supuestos contactos con el entonces jefe de la UDEF, Panero y López del Hierro. En uno de sus apuntes, sobre el que el juez no preguntó al marido de Cospedal, se lee: “López del Hierro. Igualmente llamó para hablar. Le di largas y no le contesté. Me mandó un correo como Estevez [sic]”. Poco después añadía: “López del Hierro. Contacto para café. Vernos 12.30”.
El magistrado sí le interrogó, en cambio, por una notación de julio de 2009: “ILH. Confirma cita con Cospe. 13.15 Ok. Se ve que manda bastante en entorno del PP”. El mismo día añadía otras dos referidas al matrimonio: “Cospe. Buena recepción. Nos vimos discretamente en la planta sexta de Gen [en referencia a la sede del PP en la calle Génova]”. Una jornada después escribía: “ILH. Muy contento con la reunión de ayer”.
Esta semana el matrimonio intentó justificar ante el juez estos encuentros por el interés de la política por confirmar un supuesto espionaje a su partido y el origen de filtraciones sobre la alcaldesa de Valencia y senadora Rita Barberá, fallecida en 2016. Pero el fiscal le dio poca credibilidad: “¿No es cierto que el interés de Cospedal de recibir información de Villarejo se inicia en el mes de febrero de 2009 cuando el señor Villarejo conoce que va a explotar la operación Gürtel con la detención de Correa y la posible imputación del señor González Panero?”, preguntó al marido. La respuesta de López del Hierro fue un lacónico “no me consta”.
“Vernos en Tole[do]”. Las conversaciones siguen. El 27 septiembre de 2011, Villarejo anota sendos contactos con López del Hierro y Cospedal. Sobre esta última, escribe. “Muy receptiva a todo. Le parece muy importante el tema de los TC y desviaciones al partido. Propone vernos 14 jueves en Tole. Quedo en comunicarme a través del marido”. El juez deduce en el interrogatorio que el punto de encuentro es Toledo, sede del Gobierno de Castilla-La Mancha que entonces ella presidía. El 5 de octubre anota otro encuentro con la popular: “Al principio, un poco fría. Después fue muy positiva y dio consejos. Aprovechó para agradecer la info”. Estos apuntes adquieren importancia porque, según Cospedal, solo se vieron “tres o cuatro veces” en Génova y otra en un café; aunque un asesor de la exministra ya elevó a “ocho o diez” sus encuentros en la sede del PP, y Villarejo asevera que también se sucedieron en el Ministerio de Defensa cuando ella ostentó la cartera.
“Te está llamando”. En el interrogatorio a Del Hierro, el fiscal y el juez dieron un salto al verano de 2013, cuando ya está activo el espionaje a Bárcenas. El magistrado leyó la anotación “ILH: Contacto con Sergio. Él se encarga de hablar con Andrés”; otra cita sobre el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que dice “forzando contacto con chófer. MD”; y un “mensaje del correo” de Villarejo donde Del Hierro le dice: “Te está llamando MDC”. Por ello, inquirió al marido si sabía algo de Sergio Ríos, el chófer del extesorero que usaron de confidente. Es más, le preguntó si, el día que captaron al conductor, el matrimonio y el comisario hablaron. Además, el viernes 12 de julio, tres días antes de que confesase Bárcenas ante el juez por Gürtel, Villarejo apunta en su agenda otro contacto con el esposo de Cospedal: “Hablar mañana sobre lo que declara el lunes”.
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