La defensa del magnate del ocio Cursach reclama su absolución alegando que nunca tuvo un juez imparcial

La defensa del empresario del ocio nocturno Bartolomé Cursach ha reclamado este martes la nulidad de la instrucción judicial y la absolución del principal acusado y ha alegado que se vulneraron sus derechos fundamentales porque no contaba con “un juez imparcial” durante el proceso de instrucción de la causa por la que se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Palma. Así lo ha defendido su abogado, Enrique Molina, durante la exposición de las cuestiones previas en la segunda sesión del juicio que, hasta abril del año que viene, procesará a 17 acusados en la mayor trama de corrupción policial de Mallorca.

La exposición del abogado de Cursach se ha centrado en la denuncia de una vulneración de derechos fundamentales y de falta de concreción en las acusaciones plasmadas por la Fiscalía en su escrito hacia su cliente, que se enfrenta a una petición de un año y medio de cárcel por pertenencia a organización criminal y prevaricación. El juez instructor del caso, Manuel Penalva, y el fiscal anticorrupción que llevó el asunto, Miguel Ángel Subirán, están a punto de sentarse en el banquillo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares por varios delitos presuntamente cometidos durante el proceso de investigación, como amenazas a testigos y prevaricación.

En su intervención de este martes, el letrado Molina ha desgranado la cronología del caso y ha narrado episodios que, ha dicho, ponen sobre la mesa “una falta de imparcialidad” del anterior juez, como el hecho de que nunca aceptara las diligencias propuestas por las defensas, permitiera la clasificación de Cursach como un delincuente peligroso en la prisión de Palma o lo trasladara a una cárcel en Alicante “para separarlo de su familia”. “La vulneración del derecho a tener un juez absolutamente imparcial y la asistencia de un representante del ministerio fiscal absolutamente imparcial en la tramitación de la causa nos lleva a una situación complicada en este momento” ha subrayado Molina, que ha defendido que la única salida posible ahora es la absolución de los investigados motivada porque la instrucción “estaba viciada con intereses manifiestamente espurios”.

El abogado también ha argumentado que ninguno de los escritos de acusación, ni de la Fiscalía ni de las acusaciones particulares, atribuye un comportamiento concreto a Cursach. “No se menciona en la conclusión primera al señor Cursach jamás, nunca. El nombre de Bartolomé Cursach Màs no aparece. Y si no aparece ni se hace referencia a ningún comportamiento ¿de qué se le acusa?”, preguntó al aire. La defensa del empresario también ha empleado parte de su exposición en poner en duda la participación de las acusaciones particulares que, considera, solo pueden sumarse a los planteamientos de la fiscalía.

Rechazo de indefensión

En su réplica, la Fiscalía ha tratado de tirar por tierra los argumentos de la defensa del empresario. Tomás Herranz, el fiscal designado por la Fiscalía General cuando el anterior titular de anticorrupción fue apartado, ha defendido que el fiscal y el juez pueden estar bajo sospecha, pero eso no quiere decir que todas sus actuaciones lo estén. .

El ministerio público también ha rechazado una situación de indefensión por parte del principal acusado al considerar que todas las acusaciones “quedan perfectamente delimitadas” en el relato del escrito de acusación. “A la defensa no se le causa ninguna indefensión. Sabe lo que se le imputa y, como lo sabe, se puede defender. Y, por lo tanto, no existe indefensión” ha concluido Herranz. El juicio proseguirá en los próximos días con el trámite de las cuestiones previas, que se extenderá previsiblemente durante varias semanas. El tribunal anunció que, una vez haya concluido esa fase, se retirarán a deliberar y emitirá un auto en el que expondrá si se aceptan o no los distintos planteamientos de las partes.