Sánchez, en la 68ª Asamblea Parlamentaria de la OTAN: “Putin, deje en paz a Ucrania”
Zelenski pide a los diputados de los 30 países aliados que declaren formalmente a Rusia como “Estado terrorista”
El presidente Pedro Sánchez ha lanzado este lunes un “rotundo mensaje” al presidente ruso, Vladímir Putin, en el plenario de la Asamblea Parlamentaria de la Alianza Atlántica, reunido en Madrid. “Deje en paz a Ucrania”, le ha espetado. Mientras esta “guerra absurda” no concluya, ha advertido el jefe del Gobierno, los países aliados van a mantenerse unidos al lado de las autoridades ucranianas, en defensa de la democracia, la soberanía y la integridad territorial de su país. Sánchez ha asegurado que la OTAN ha salido fortalecida “frente a cálculos desatinados” del presidente ruso, y ha elogiado “la prontitud, determinación e inteligencia” con la que reaccionó la Alianza ante la invasión. Para el futuro, ha pedido que se mantenga la “firmeza, unidad y templanza” y se evite una escalada del conflicto y, como ejemplo, ha citado la reacción aliada ante el “impacto accidental de un misil” en territorio polaco la semana pasada, descartando implícitamente que se tratara de un ataque ruso, como pretendía Ucrania.
“La contención no puede confundirse con pasividad”, ha añadido Pedro Sánchez, quien ha advertido de que “los crímenes de guerra no pueden quedar impunes” y ha recordado que España ha enviado ya un equipo de policías a Ucrania para colaborar con sus autoridades judiciales, y que el enemigo no es el pueblo ruso, sino “la autocracia que lidera Putin”.
Sánchez ha cifrado en casi 270 millones de euros la contribución española a la defensa de Ucrania a través del fondo de la Unión Europea para financiar la compra de armamento; ha anunciado que a final de este mes estará plenamente operativo el centro de instrucción del Ejército ucranio en Toledo (con capacidad para formar a 400 militares cado dos meses) y ha elogiado la reacción solidaria de la sociedad española, recordando que más de 135.000 refugiados ucranios ha sido acogidos temporalmente en España.
Por su parte, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha pedido a los parlamentos de los países de la OTAN que declaren formalmente a Rusia como “estado terrorista”, lo que equivaldría a una ruptura de relaciones diplomáticas. Además, ha reclamado la aprobación de un nuevo paquete de sanciones contra Moscú y la creación de un tribunal especial para juzgar los crímenes cometidos con la invasión de Ucrania, además de garantías de seguridad para las centrales nucleares de su país.
Zelenski ha sido la estrella de la 68ª sesión anual de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN. A través de una pantalla, se ha dirigido a los 269 diputados de los 30 parlamentos de los países aliados, que le han dedicado una larga ovación puestos en pie. El presidente ucranio ha defendido que su país se convierta “lo antes posible” en miembro de la Alianza Atlántica y la UE, cuyos valores ha asegurado compartir, y se ha mostrado convencido de que los ciudadanos de los países aliados y europeos apoyan el ingreso de Ucrania, cuya separación de Europa ha calificado de “tremenda injusticia”.
Aunque ha asegurado trabajar para conseguir la paz, junto a sus aliados occidentales, ha subrayado que no cederá ni un palmo de su territorio y que ningún responsable de crímenes de guerra “se va a librar” de comparecer ante los tribunales. Su lista de peticiones ha incluido también la entrega de “sistemas de defensa antiaérea y antimisiles en suficiente cantidad y calidad” y apoyo financiero para hacer frente a la “agresión terrorista” de Putin.
Previamente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha advertido a los parlamentarios aliados de la necesidad de estar preparados para una guerra larga. A pesar de que Putin ha cometido “dos errores estratégicos” (menospreciar la valentía del pueblo ucranio y la unidad de la Alianza Atlántica) y sufrido reveses sobre el terreno, “sería un error minusvalorar la capacidad militar rusa”, ha dicho. “Tenemos que estar preparados para apoyar a Ucrania [durante] mucho tiempo”, ha insistido. “No podemos pensar que las democracias no pueden mantener su esfuerzo en el tiempo”.
Stoltenberg ha dado por sentado que la guerra acabará en una mesa de negociación, pero ha avisado de que “si queremos un resultado aceptable para Ucrania, la manera de lograrlo es aumentar nuestro apoyo a Ucrania”. “Queremos negociación, pero no queremos un resultado que signifique [el triunfo del] uso brutal de la fuerza”, ha subrayado. “Putin no puede ganar, sería una catástrofe”.
En el turno de preguntas al que se ha sometido por parte de los parlamentarios, el secretario general de la OTAN ha hecho autocrítica al asegurar que su organización debería haber empezado mucho antes a prestar apoyo militar a Ucrania y ha pedido que no se cometa el mismo error con Moldavia y Georgia. Ha asegurado que en la cumbre de Vilnius (Lituania), en julio de 2023, la OTAN fijará su objetivo de gasto militar para la próxima década, pero ha dado por hecho que el 2% del PIB ya no será un techo, sino un suelo, y que habrá que gastar más en defensa.
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