El Senado continúa su propio curso político al margen de la agenda paralizada del Congreso. “Hay un grupo que ha decidido que esta Cámara sirva para algo y que sea una verdadera Cámara de segunda lectura”, advertía el senador del PP Eloy Suárez Lamata durante su intervención en el pleno de este miércoles. Porque el PP pretende con su mayoría absoluta reformar el Reglamento del Senado para torpedear la futura ley de amnistía a los encausados por el procés, mediante una modificación exprés, a la que solo le falta un último paso después de haber sido aprobada hoy su toma en consideración por 145 votos a favor. Contra la medida de gracia protestaron la noche del martes miles de manifestantes a las puertas de la sede nacional del PSOE, en la calle de Ferraz de Madrid, y en otros puntos de España. En la capital, la concentración acabó con disturbios provocados por grupos neonazis y colectivos fantasma de ultraderecha. Unos altercados que se han colado en los debates protagonizados por los senadores y que han desembocado en el choque entre socialistas y populares a cuenta de una declaración institucional para condenar dichos ataques.

El conflicto arrancó la mañana del martes. El Grupo Parlamentario Socialista del Senado presentó en la Junta de Portavoces una declaración institucional para que la Cámara alta condenase, específicamente, los ataques contra las sedes del PSOE. Pero las declaraciones institucionales necesitan de la unidad de todos los parlamentarios para ser emitidas. El PP se negó y pidió extender la condena a las sedes de “todas las formaciones políticas”. Un movimiento que rechazaron a su vez los socialistas. “Se trata de condenar algo, no de generalizar la vida”, indican fuentes parlamentarias del PSOE, que destacan que la situación crítica en este momento está en torno a los locales de su partido. Además, los socialistas acusan a la dirección nacional del PP de difundir entre los medios su moción alternativa un día después para contrarrestar las palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha condenado con rotundidad las acciones violentas frente a la ambigüedad del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la noche del martes.

Precisamente el número dos de Ayuso y senador popular Alfonso Serrano tenía turno de intervención este miércoles en la Cámara alta. “No hay mayor censura que excusarse en cuatro violentos que todos rechazamos y condenamos para deslegitimar a miles de españoles que se manifiestan pacíficamente por toda España”, ha criticado Serrano en el hemiciclo. “Denuncian alguna algarada mientras tratan de convencernos de que el terrorismo callejero de los CDR o Tsunami democrático hay que olvidarlo y que la culpa es de los jueces. Cuánta hipocresía”, ha percutido.

Desde la bancada socialista, la réplica llegaba con el senador Juan Espadas. “Termina este pleno sin que hayamos escuchado por parte del Partido Popular o de Vox ninguna condena a los actos violentos producidos estos días en las sedes del Partido Socialista Obrero Español en toda España, ni tampoco al hostigamiento y acoso a la militancia socialista por grupos perfectamente organizados y dirigidos”, ha dicho Espadas. Paralelamente, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, se reunía con las personas que trabajan en la sede central del PSOE, en la calle madrileña de Ferraz, para mostrarles su apoyo y respaldo. “No basta con plantear declaraciones genéricas sobre problemas o manifestaciones en las sedes de los partidos cuando estamos viendo lo que ocurrió ayer y antes de ayer en las sedes de un partido, el Partido Socialista. Su silencio los hace cómplices por acción u omisión de estos hechos”, ha censurado el senador andaluz.

En sus declaraciones sobre los actos violentos, el PP sigue la misma línea: cargan contra los socialistas por no haber condenado en el pasado —según censuran los populares— otras protestas que acabaron en disturbios o ante las sedes del PP. Para el PSOE, esa estrategia responde a la falta de contundencia de los populares frente a los ataques, y en plena pugna con Vox por liderar la contestación en la calle.

Reforma del Reglamento

Después de criticar al PSOE por reformar el Reglamento del Congreso para introducir el uso de las lenguas cooficiales, el grupo parlamentario popular ha iniciado este miércoles otra modificación exprés del Reglamento, pero en su caso del Senado. La Cámara alta ha aprobado por 145 votos a favor la toma en consideración de la modificación del artículo 133 del Reglamento para que cualquier proposición de ley de los grupos parlamentarios que entre en la Cámara alta desde el Congreso tenga que ser discutida en dos meses, aunque sea calificada de urgencia como algunos proyectos de ley remitidos por el Gobierno. La aprobación definitiva de la reforma se espera para el pleno del próximo martes.

La iniciativa afecta a todas las proposiciones de ley, pero el objetivo claro del PP es ralentizar la medida de gracia a los encausados por el procés. De esta forma, la tramitación de la futura proposición de ley de amnistía, una vez llegue al Senado desde el Congreso, podrá demorarse hasta dos meses en lugar de 20 días, aunque el Gobierno quisiera intentar la vía de mayor urgencia. El PSOE recurrirá este cambio ante el Tribunal Constitucional en caso de prosperar.