Aviso especial de Aemet para hoy: la borrasca ‘exKirk’ deja rachas de viento de 205 kilómetros por hora y acumulados de 96 litros

Todas las comunidades autónomas excepto Canarias se encuentran este miércoles bajo aviso meteorológico por viento, lluvia o mala mar, que es rojo, el máximo, en Asturias, y naranja, en el segundo nivel de una escala de tres, en Cantabria, Castilla y León, Galicia, Navarra, País Vasco y La Rioja. En el resto, el nivel es amarillo, el más bajo. Es el peor día del azote de la potente borrasca exKirk, cuyos efectos comenzaron a notarse el martes con las primeras lluvias norte, oeste y el centro.

En lo que va de dúa, y según datos provisionales pendientes de validación, se ha registrado rachas de viento huracanadas, es decir, de más de 120 kilómetros por hora, en 15 estaciones de Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Asturias y Galicia, con unos impresionantes 205 kilómetros por hora en el Parque Nacional de los Picos de Europa (Cantabria) liderando la tabla, seguidos de 189 en Valdezcaray (La Rioja) y de 165 en la estación de esquí de La Covatilla (Salamanca). En cuanto a la lluvia, se han acumulado 96 litros por metro cuadrado en Rois, Casas do Porto (A Coruña), 87 en A Estrada (Pontevedra) y 84 en Mazaricos (A Coruña).

Desde las primeras horas de esta mañana, la Agencia Estatal de Meteorología, según recoge en un aviso especial, espera un temporal marítimo fuerte en los litorales atlánticos gallegos, con vientos muy fuertes del sur y suroeste (ocho o nueve en la escala de Beaufort) y mar combinada del oeste con olas de seis a siete metros de altura.

Durante el día, este temporal irá extendiéndose al resto del Cantábrico, con vientos del oeste y mar combinada en torno a cuatro o cinco metros, incluso con giro brusco de viento a noroeste e intensificación de este en el Cantábrico oriental, que dará lugar a una galerna por la tarde.

Las rachas muy fuertes, del sur y suroeste, se extenderán por buena parte de la Península, salvo al valle del Ebro, el suroeste peninsular y los litorales del este. Donde soplará con mayor intensidad será en el cuadrante noroeste, con rachas que alcanzarán 90 kilómetros por hora en zonas de la meseta norte, en torno a 100 en Galicia y en el área Cantábrica, y superando los 120, es decir, rachas huracanadas, en la cordillera Cantábrica y, localmente, en zonas altas del norte de Galicia y del Pirineo occidental.

El fenómeno más adverso será, por tanto, el viento. Además, las precipitaciones se extenderán por buena parte de la Península y serán menos probables en su extremo oriental y más intensas y persistentes en Galicia ―en el oeste de la comunidad podrían acumularse más de 120 litros por metro cuadrado en 24 horas― y en el sistema Central occidental.

Al final del miércoles, con el alejamiento de la borrasca hacia el noreste, se espera que el viento disminuya rápidamente, aunque “es probable que hasta últimas horas persista el temporal en el Cantábrico oriental y las rachas de viento localmente muy fuertes del oeste en el interior del tercio oriental peninsular”.

Las lluvias también “perderán intensidad conforme se desplacen hacia el este, afectando a últimas horas únicamente al cuadrante nordeste de manera más dispersa y, en general, con intensidad moderada”. A pesar de ello, advierte Aemet, las cantidades acumuladas en el episodio en la zona occidental de Galicia pueden ser importantes, y se sumarán a las ya caídas en episodios anteriores, por lo que se recomienda precaución ante posibles crecidas de ríos y deslizamientos de laderas. En los termómetros, las temperaturas “subirán, pues los vientos impulsados por ExKirk serán templados”. Se rondarán los 28° a orillas del Cantábrico, mientras que en el Mediterráneo se llegará a 30° o 32°, localmente algún grado más.

Así, el jueves ya no habrá avisos por lluvia, pero persisten los de viento o mala mar, todos amarillos, en Andalucía, Baleares, Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana. El viernes, tan solo Andalucía tiene aviso, amarillo, por lluvias y tormentas. La causa nada tiene que ver ya con exKirk, sino con una depresión aislada en niveles altos (dana).