El PP evita una catarsis tras el plante de Ayuso a Sánchez con una reunión de barones descafeinada

Era la primera reunión interna en la que iban a encontrarse todos los barones del PP tras el malestar que cundió en gran parte de los líderes territoriales populares por el plante de Isabel Díaz Ayuso a Pedro Sánchez. La presidenta de la Comunidad de Madrid “desairó” al resto de sus pares, según se quejaban dirigentes populares la pasada semana, al justificar su negativa a acudir a La Moncloa con argumentos como que “no se puede normalizar lo que no lo es” o bien “no comparto que pasemos por La Moncloa a darle el visto bueno”. Algo que, en sentido contrario suponía decir que el resto de los presidentes autonómicos, que sí acudieron a la cita con el presidente del Gobierno, habían caído en la trampa de Sánchez. Este lunes, sin embargo, no hubo catarsis en el esperado reencuentro de Ayuso con los barones del PP. Al revés, la reunión del Comité Ejecutivo Nacional quedó deslucida por las ausencias de unos cuantos líderes territoriales, que se justificaron por cuestiones de agenda. En su discurso ante el cónclave, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llamó de forma velada a la unidad interna: “Estamos todos a una, que es España. Que dejen de intentar dividir”.

La propia Ayuso tampoco llegó a tiempo a la reunión del cónclave popular, y se incorporó directamente a la comida posterior con Feijóo y la cúpula del PP. A la cita orgánica, celebrada en un hotel de Madrid, faltaron algunos de los barones de mayor peso, como el andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, o el de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. Tampoco asistieron el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga; la de Baleares, Marga Prohens; la de Extremadura, María Guardiola; o el de La Rioja, Gonzalo Capellán. El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, no llegó al comité porque tenía Consello de Gobierno, aunque sí se incorporó después a la comida con Feijóo. Sí asistieron el presidente de Aragón, Jorge Azcón; el de Murcia, Fernando López Miras, y el vicepresidente de Canarias, Manuel Domínguez.

Los presidentes ausentes alegaron cuestiones de agenda o “motivos personales” ―como el caso de la presidenta extremeña― para no acudir. “La semana pasada hubo que posponer algunos compromisos cuando se citó a la presidenta a La Moncloa y esta semana era más corta con el festivo, era imposible volver hoy a Madrid”, justificaron fuentes del gabinete de Prohens. Y así la mayoría, sin que ninguno citara razones políticas relacionadas con Ayuso, mientras otros directamente negaron de forma tajante que ese fuera el motivo. Aunque lo cierto es que, gracias a las ausencias, el partido evitó una catarsis tras un asunto que había incomodado mucho internamente. La semana pasada, los barones se mordieron la lengua para no alimentar la polémica, pero en privado varios reconocían su malestar con la presidenta madrileña, que “va a lo suyo” y fue “poco justa” con los demás.

Otros líderes territoriales del PP arguyen otras razones para que el comité nacional de este lunes quedara descafeinado por las ausencias. “El comité no es que sea muy operativo. Hicimos el último y al día siguiente se anunció lo de la conciliación sin ni siquiera haber mentado el tema en el comité... y suele ser así”, apunta un barón. Las reuniones orgánicas suelen funcionar, sobre todo, como el escenario en el que el líder lanza mensajes en público en su discurso en abierto. En el de este lunes, Feijóo se refirió de forma indirecta al plante de Ayuso. “Las comunidades gobernadas por el PP tienen infinitamente más sentido de Estado que este Gobierno”, defendió. “Estamos todas a una, que es España. Que dejen de intentar dividir porque solo están consiguiendo que desde las comunidades gobernadas por ellos mismos les detesten”.

El PP prefiere poner el foco afuera, en los problemas que acosan al Gobierno progresista, como el caso Errejón, las acusaciones de agresión sexual o comportamientos machistas y vejatorios realizados por distintas mujeres (todas menos una, de forma anónima) al ya exportavoz parlamentario de Sumar. Los populares aprovecharán este asunto para erosionar al Ejecutivo, pero no prevén de momento lanzar una ofensiva. “No tenemos la necesidad de liderar la acción política en este asunto; que hablen ellos”, apuntan fuentes del gabinete del líder popular en referencia a la izquierda. El PP señala a la vicepresidenta Yolanda Díaz y a la ministra de Sanidad, Mónica García, a quienes acusa de haber sabido de las conductas de Errejón y haberlas encubierto, pero no cree que el caso se las termine llevando por delante, porque considera que los ministros están atornillados a su cargo. Los populares sí se frotan las manos ante el “deterioro de la credibilidad” que cree que sufren los partidos del Gobierno en la causa feminista por este escándalo, aunque reconocen que eso no tiene por qué significar que el electorado más sensibilizado con el feminismo termine en el PP.

Feijóo lanzó este lunes un mensaje de apoyo a las mujeres víctimas de agresiones sexuales, pero no citó a Errejón y solo dedicó una referencia de su discurso a este tema. “Permitidme que haga una mención especial a las mujeres víctimas de acoso y agresiones sexuales”, dijo el líder del PP ante el Comité Ejecutivo Nacional. “Merecen sentirse arropadas y les transmito todo nuestro apoyo”.

Las contradicciones del PP con la violencia machista

Los populares afrontan contradicciones en este campo. Feijóo llegó a decir que Carlos Flores, el cargo de Vox condenado en 2002 por maltratar psicológicamente a su esposa, había tenido “un divorcio duro”. Los populares asumieron que el partido de Santiago Abascal recolocara a este diputado como número uno por Valencia al Congreso, después de que el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, se negara a convertirlo en su vicepresidente. Algunos dirigentes del PP defendieron, además, al tenor Plácido Domingo tras ser acusado de acoso sexual por más de una veintena de mujeres, tal y como desveló la agencia norteamericana de noticias AP en agosto de 2019. Es el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y del alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, quien votó en contra de la propuesta de la izquierda de retirar al tenor el título de hijo predilecto de Madrid tras esas informaciones. En enero de 2023, Almeida defendió que el PP votaría en contra de retirarle el título a Plácido Domingo así: “Porque no participamos de las cazas de brujas, ni de las quemas, ni de las hogueras, ni de la moralina que pretende la izquierda y que se arroga la izquierda. Plácido Domingo... todavía no se ha acreditado de ninguna manera desde el punto de vista judicial que pudiera haber incurrido en algún tipo de conducta irregular”.