El excodirector del máster de Begoña Gómez denuncia una caza de brujas por los responsables de la Complutense
El profesor José Manuel Ruano declara durante la comisión de investigación en la Asamblea de Madrid que la universidad se negó a recoger las memorias del máster que dirigía la esposa del presidente del Gobierno
“No he visto un acto de cinismo tan grande como este”. El profesor Juan Manuel Ruano, titular de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y excodirector del máster de Begoña Gómez, ha denunciado este miércoles la gestión de varios de los responsables de la universidad ante la imputación sin pruebas contra Gómez por un delito de tráfico de influencias, corrupción en el sector privado, intrusismo laboral y apropiación indebida. Unas acusaciones por las que esta mañana la esposa del jefe del Ejecutivo ha declarado ante el juez que instruye la causa, Juan Carlos Peinado. Mientras Gómez pisaba los tribunales, Ruano estaba sentado en la Asamblea de Madrid para responder ante una comisión de investigación por el mismo caso. El profesor ha lanzado varias acusaciones contra el rector de la UCM, Joaquín Goyache, y al vicerrector José María Coello. En concreto, ha señalado a una caza de brujas contra Gómez y los otros miembros de la cátedra y los másteres que esta codirigía. “Me hubiera gustado que el rector hubiese salido a la palestra y hubiera puesto en claro algunas cuestiones muy determinadas: Begoña Gómez no es empleada de la universidad y, por tanto, no percibe ningún salario. Que simplemente ha participado como docente y codirectora en másteres no oficiales. Y la cátedra no se ha manejado con dinero público, es decir, las fuentes de financiación de la cátedra son de origen estrictamente privado”, ha enumerado Ruano durante su comparecencia.
La primera acusación ha sido sobre la polémica de las memorias del máster que codirigía junto a Gómez, el de Transformación Social Competitiva. Tanto el vicerrector como el rector acusaron al equipo de la esposa del presidente de no colaborar con la UCM aportando información, incluyendo las memorias del último curso. Ruano lo ha negado y ha asegurado que, este julio, un día después de que el rector entregase un informe al juez Peinado, se negó a aceptarlas mientras estaban en una reunión que la dirección de la universidad había convocado con celeridad. “Intentamos entregarlas como siempre se había hecho”, dice el profesor, mientras ha mostrado las actas en mano de dicha reunión. “Después comprendimos por qué. Estaba claro que el vicerrector estaba mandatado. Tenía dos finalidades muy concretas: primera, convocar la comisión mixta de seguimiento porque el rector iba a comparecer ante el juez el día 5. Entonces, tenía mucha prisa en convocar para dar la impresión de que los aspectos formales se cubrían. La segunda razón es que estaba mandatado para no aprobar de ninguna manera esas memorias. Y por eso no las quiere recibir. Recibirlas hubiera sido contradictorio con el informe que envían al juez uno de julio, es decir, el día anterior, diciendo que la dirección de la cátedra no está proporcionando información”.
El profesor titular ha opinado que Goyache expulsó de la universidad a Gómez tras abrirse la causa, sin aparente motivo, más allá que el escándalo mediático, sin pruebas: “No sé por qué razón ni por quién. Y lo hace en tres tiempos muy claros. Ordenando a la gerente teniente general a que nos pida una información que ya tiene la propia universidad, ordena al vicerrector Coello a que ponga fin a la cátedra y en un tercer momento ordena a la vicerrectora de títulos de formación permanente a que acabe con los másteres”. Ruano ha señalado que en ese momento los dos másteres y la cátedra no era deficientes y que aportaban unos beneficios de 170.000 euros aproximadamente. “Estamos ante una universidad que está desperdiciando recursos”, ha recordado sorprendido.
En este asunto, el profesor ha remarcado que los miembros que trabajaban en la cátedra no han cobrado dinero y que Gómez, en su calidad de profesora, ha percibido en total entre 3.000 y 4.000 euros desde 2012. La esposa del presidente comenzó su relación con la UCM desde ese año, cuando Pedro Sánchez aún no era ni secretario del PSOE, como directora de un curso de captación de fondos. Dos años después (Sánchez ya era secretario general) ese curso evolucionó a un máster. En ese momento, se pone al frente de otro: el Máster de Transformación Social Competitiva. Como sucede con el primero, debe codirigirlo ya que la normativa complutense obliga a que siempre haya un profesor titular. Es cuando Ruano entra a trabajar al lado de Gómez.
En cuanto a la creación de la cátedra, el profesor ha asegurado que nació del propio rector, con la intención de recoger esos dos másteres que ya codirigía, y no al revés. Declaraciones que coinciden con las de Gómez de este jueves miércoles ante el juez. “Se reúne con Begoña Gómez para explicarle lo que era una cátedra extraordinaria, ella no tenía ni idea de lo que era eso”, ha explicado el profesor. Sobre la posible intercesión del presidente, ha subrayado: “Es simplemente absurdo. Pedro Sánchez no tienen ninguna capacidad de intervención en la Universidad Complutense”. Ruano ha afirmado que solo ha estado con el jefe del Ejecutivo durante el entierro del padre de Gómez y que ha estado en tres ocasiones en el Palacio de La Moncloa para tratar solo temas de la universidad. En esas reuniones, ha asegurado, solo estuvo él junto a la esposa del presidente y Blanca de Juan, excoordinadora del máster de captación de fondos. También ha negado presiones de ningún tipo para favorecer a Gómez.
Ruano ha explicado que uno de los objetivos de la cátedra no era desarrollar un software, como se ha publicado, sino “un proyecto tecnológico de medición de impacto, en el que trabajan gratuitamente varias empresas y los miembros de la cátedra”, que buscaba ayudar a empresas, principalmente pymes, a desarrollar su actividad productiva. Esa iniciativa estaba al 80%, nunca se terminó y, ha dicho, no se registró por eso. También ha afirmado que el logo del proyecto lo registró Gómez y lo pagó de su bolsillo, que el dominio web lo pagó De Juan, y era externo a la Universidad. “Es una práctica habitual en los másteres propios”, ha asegurado el profesor.
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