El joven que presuntamente buscaba cómo hacer la yihad con arsénico
El último detenido por la Guardia Civil por islamismo radical supuestamente rastreó en Internet el uso de esta sustancia para un envenenamiento masivo
Su nombre apareció por primera vez en una investigación policial el pasado julio. Fue después de que los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil analizaban la información contenida en los dispositivos electrónicos intervenidos a ocho presuntos yihadistas detenidos entonces en una operación desarrollada en Melilla, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes (Madrid) y Málaga por su presunta integración en una red que difundía material propagandístico del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés). Algunos miembros de aquel grupo recababan información para fabricar explosivos y comentaban la necesidad de realizar algún acto violento, en concreto, contra una farmacia regentada por un miembro de la comunidad judía de la ciudad del norte de África. Entre ellos se comunicaban por chats privados de aplicaciones de mensajería instantánea. Uno de los usuarios era M. M. T., un joven de 19 años nacido en Melilla que, el pasado 10 de diciembre, fue finalmente detenido en Barcelona por agentes del instituto armado dentro de la bautizada como Operación Kerkoporta.
El joven está acusado no solo de adoctrinar supuestamente a terceras personas, sino también de recabar información en Internet sobre cómo utilizar arsénico para realizar un envenenamiento masivo, según detallan fuentes cercanas a la investigación. Un informe de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol) incorporado a la causa destaca el “potencial ofensivo” de esta sustancia y el hecho de que las organizaciones yihadistas lo incluyen, junto a otros venenos, como un posible instrumento para cometer atentados. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha ordenado el ingreso en prisión del detenido acusado de delitos de terrorismo.
No es la primera vez que se interviene a un presunto yihadista detenido en España planes para cometer un atentado con este tipo de sustancias. En 2011 fue arrestado en Cádiz Abdellatif A. Ch., acusado de planear envenenar el agua “en los canales y depósitos” que suministraban a “los complejos turísticos y viviendas en tierras de los infieles” en aquella provincia andaluza. En este caso, supuestamente iba a emplear la toxina de la botulina. Más recientemente, en 2020, fue detenido en Barcelona Mohammed Y. A., finalmente condenado a tres años de cárcel, en cuyo poder se intervino un manual del Estado Islámico titulado Guerra de venenos. Cómo convertirte en envenenador. Aquel documento, de 15 folios de extensión y que era el primero de estas características que se intervenía en España, proponía introducir cianuro en el coche de la víctima o inyectarlo en el conducto del aire acondicionado de un edificio para envenenar el aire. Sus autores aseguraban que de los que lo respirasen, la mitad moriría.
En el caso del ahora detenido, la investigación ha revelado que tras la detención en julio de la célula de Melilla, abandonó esta ciudad e intentó huir de España a la vez que intentaba borrar de sus dispositivos electrónicos y perfiles en redes y aplicaciones cualquier rastro de su supuesta actividad yihadista. Según revelan fuentes cercanas a las pesquisas, el joven llegó a viajar a un país centroeuropeo, donde fue rechazado en frontera, y regresó a España para asentarse finalmente en Barcelona, donde ahora ha sido detenido. Allí, residía en el domicilio de unos familiares y trabajaba en una empresa de limpieza cuando fue arrestado. En su poder se encontraron diversos dispositivos electrónicos que están siendo analizados por la Guardia Civil.
La investigación ha revelado que el joven había utilizado aplicaciones de mensajería encriptada para relacionarse con los miembros de la célula detenidos en julio en Melilla. En sus mensajes, el ahora arrestado mostraba “su apoyo activo” al ISIS y realizaba presuntamente labores de adoctrinamiento de terceras personas. Esta última labor de radicalización la extendía de modo presencial a personas de su entorno, según ha detallado este jueves una nota del Ministerio del Interior. Los mensajes intervenidos muestran su “peligrosidad” ya que acreditan que tenía la voluntad de “capacitarse en técnicas y procedimientos de combate para, posteriormente, utilizar dichos conocimientos en beneficio de la causa yihadista”, agrega la misma nota.
En lo que va de año, las Fuerzas de Seguridad han detenido a 77 presuntos yihadistas, la cuarta cifra más alta de la historia solo superada por las de 2004, cuando se cometieron los atentados del 11-M y fueron detenidos 131 presuntos yihadistas; las de 2005, cuando hubo 92 arrestados; y las de 2023, cuando fueron solo uno más, 78, según las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior.
El elevado número de arrestos de los dos últimos años está influenciado por el ataque de Hamás en distintos puntos del territorio israelí del 7 de octubre del año pasado, que no solo desencadenó la invasión y la masacre en la Franja de Gaza que prosigue hoy sino que elevó el estado de amenaza yihadista en toda Europa. El viernes de la semana pasada, el Ministerio del Interior anunció el habitual refuerzo de las medidas de prevención, protección y respuesta antiterrorista ante el próximo inicio de las fiestas navideñas dentro del actual nivel 4 de alerta antiterrorista, “riesgo alto” ―en vigor desde junio de 2015―, sobre los cinco existentes. Las medidas se extenderán desde este sábado hasta el 8 de enero.
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