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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las ciudades de Malva

La hija de Pablo Neruda y Maryka Antonieta Hagenaar vivió en Buenos Aires, Mónaco, Valencia, Barcelona y La Haya. Sufrió hidrocefalia y murió a los ocho años

Retrato de Pablo Neruda.
Retrato de Pablo Neruda.Luis Lemus (Conde Nast via Getty Images)
J. Ernesto Ayala-Dip

Si un día vas a La Haya, esa casa todavía existe”. La misteriosa dirección decía Groot Hertoginnelaa, 209. Mi amigo holandés y yo estábamos en el bar que hay cerca del cruce de la calle de Girona con Consell del Cent. En la esquina de enfrente, se lo digo a él, está la entrada donde la policía política franquista detuvo al militante anarquista Salvador Puig Antich y donde se produjo el disparo que mató a un policía, un 25 de septiembre de 1973 (Ninguna placa indica ese hecho). En la misma calle de Girona vivió el poeta y catedrático de literatura Lluís Izquierdo. Y al lado, en el número 59, estuvo hasta hace poco tiempo la Granja Vendrell, la misma a la que hace unos días alguien le arrancó las letras ‘art déco’ que indicaban su existencia para que no las tiraran a un contenedor, según explicó su imprevisible expropiador. “Te doy esta dirección porque sé que te atraen algunos lugares con historias pocos conocidas”, me dice mi amigo. Le contesto que me gustaría que me dijera a qué o a quién corresponde esa dirección, porque por el momento no tengo pensado ir a La Haya. Entonces me cuenta que allí vivió durante un tiempo una mujer llamada Maryka Antonieta Hagenaar Volgelzang. “El resto de esta tristísima historia la puedes encontrar en Internet”, me dijo con la convicción de que lo haría.

Así fue que rápidamente me informé. Navegué por Google y encontré varios artículos sobre esa mujer. Los leí y los contrasté antes de hacerme una idea más fidedigna de todo lo ocurrido en torno a Maryka. También leí la conmovedora novela de la escritora holandesa Hagar Peteers, Malva. Resumiendo, esta mujer fue la primera esposa del poeta y premio Nobel chileno Pablo Neruda. Se conocieron en la isla de Java, donde el poeta se desempeñaba como cónsul. La mujer era indonesia de ascendencia holandesa. Pronto se casaron y marcharon a Chile. De allí se trasladaron a Buenos Aires, donde Neruda seguiría desempeñando su actividad como diplomático (su medio de vida). En la capital argentina conoce a Federico García Lorca y éste lo convence para que pida su traslado a Madrid. Así lo hacen. Maryka ya está embarazada. Y el 18 de agosto de 1934, nace una niña que bautizarán como Malva Marina Trinidad Reyes. Ese nacimiento es saludado por el mismo Lorca. Pero a los pocos días, la niña muestra los primeros síntomas visibles de hidrocefalia. Mientras tanto, Neruda ya ha conocido a una riquísima mujer argentina, 20 años mayor que él, llamada Delia del Carril.

Maryka se salvó de la Gestapo de milagro, pero su vida fue un infierno y murió de cáncer en 1965, sola

No bien comenzada la Guerra Civil, Neruda decide que su mujer y su hijita se trasladen a Mónaco, donde vive un antiguo amigo de Maryka, y testigo de su boda, el doctor Barend van Tricht. Antes, han pasado por Valencia. De allí se trasladan a Barcelona. Aquí se están unos días hacinados en el piso de un embajador que todavía no he logrado localizar con nombre y apellido en esta historia. Sé que junto a Maryka y Malva, se encontraban los poetas Manuel Altolaguirre y el argentino Raúl González Tuñón. En ese piso, cuya dirección tampoco logro identificar para mi hondo pesar (qué placa no hubiera puesto en ese sitio el ayuntamiento de existir todavía el edificio). Alrededor de noviembre, Malva ya está con su madre en la ciudad holandesa de Goulda. A partir de aquí todo se precipita para la mujer de Neruda y su hija. Ella debe trasladarse a trabajar a La Haya y vivir en la dirección que mi amigo holandés me ha anotado en una servilleta. Malva queda a cargo de una familia cristiana, que resulta a la larga su familia. Maryka sólo puede visitarla una vez al mes, porque el dinero que gana apenas le alcanza para el billete.

Malva Marina Trinidad Reyes muere el 2 de marzo de 1943. Es decir, hace ahora, esta misma semana, 77 años. Su madre fue apresada por la Gestapo y conducida al mismo campo donde había muerto Anna Frank. Maryka se salvó de milagro, aunque su vida siguió siendo un infierno. Murió de cáncer en La Haya en 1965, sola.

Enfilo después de escribir este artículo, la plaza Pablo Neruda, al lado de la Monumental. Hasta el 2017 se llamaba Plaza de la Hispanidad. El ayuntamiento de Barcelona creyó pertinente cambiarlo por un nombre ejemplar. El parque fue ampliado y remozado. Me quedo unos minutos viendo a los niños y niñas jugando en los columpios. De alguna manera, y por pocos días, pienso, Barcelona fue también la ciudad de Malva.

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