Declaración unánime de El Prat para frenar la ampliación del aeropuerto

El proyecto de Aena para ampliar el aeropuerto de Barcelona sigue sin tener pista libre. El Ayuntamiento de El Prat aprobó este miércoles, por unanimidad, una declaración institucional de rechazo al alargamiento de la tercera pista del aeropuerto, una moción consensuada por todos los partidos del consistorio y donde se señala que el espacio natural de la Ricarda es “insustituible”. El posicionamiento de El Prat compromete las expectativas de reforma de las pistas y evidencia la división que hay entre los municipios que están dentro de la zona de influencia aeroportuaria.

Gavà y Castelldefels han hecho pública su oposición a ensanchar la infraestructura pero, en cambio, Viladecans apoya el plan de Aena para que el aeropuerto pueda elevar su techo de capacidad desde los 55 millones de pasajeros anuales hasta los 70 millones. El año pasado se registraron 52,6 millones de usuarios.

La moción aprobada por el consistorio de El Prat es un dardo contra las expectativas de Aena y contra el posicionamiento del Ayuntamiento de Viladecans que, a través del alcalde Carles Ruiz, ha mostrado su disposición a facilitar el agrandamiento de la infraestructura. “Somos conscientes de la importancia de la ampliación del aeropuerto”, manifestó Ruiz recientemente. Viladecans se ofrece a facilitar terrenos municipales para compensar la afectación que la ampliación de la tercera pista pueda causar sobre los espacios naturales de la desembocadura del Llobregat. La respuesta de El Prat fue inmediata y este miércoles en el pleno municipal se fijó, por unanimidad, que la Ricarda es un “espacio insustituible y salvaguardado por varias figuras catalanas, españolas y europeas de protección medioambiental”.

El Prat señala que el equilibrio de intereses entorno al aeropuerto ha sido “fruto de un amplio consenso trabajado entre las administraciones estatales, autonómica y también, hace falta no olvidarlo, municipales” y alerta de los riesgos para la convivencia que implicaría romper ese equilibrio. El Delta del Llobregat “ha sufrido profundas intervenciones durante décadas y no puede sostener ni un palmo más de ampliaciones de las infraestructuras”, afirma la declaración institucional. Para frenar el alargamiento de las pistas del aeropuerto, El Prat, gobernado por los Comunes, va de la mano de Gavà y Castelldefels, con alcaldesas del PSC. Viladecans, también en manos del PSC, tiene el término municipal pegado al campo de vuelo pero los núcleos residenciales quedan apartados del impacto acústico que producen las maniobras de despegue y aterrizaje de los aviones.

El presidente de Aena Maurici Lucena apuntó la semana pasada en una conferencia en el Círculo de Economía que las previsiones para invertir 1.500 millones de euros en el aeropuerto de Barcelona van condicionadas a que se garantice el aumento de capacidad operativa de la instalación. “El mercado lo está reclamando”, señaló Lucena.

Parque Agrario

Por otra parte, alcaldes de la comarca barcelonesa del Baix Llobregat alertaron este jueves de la “situación de emergencia” y el peligro de desaparición del Parque Agrario del Baix Llobregat y urgieron a la Generalitat a hacer las inversiones necesarias para garantizar la supervivencia del espacio. Los ediles piden un plan estratégico de desarrollo agroindustrial del Parque Agrario que recoja demandas como la modernización de las infraestructuras agrarias como la Red Hídrica, la dotación tecnológica al sector hortofrutícola y la ordenación de la movilidad.