Polémica en el Ateneu Barcelonès por la supuesta “inacción” en la entidad durante la crisis del coronavirus
El presidente Jordi Casassas considera un “inicio de precampaña electoral” una dura carta crítica de una cuarentena de socios a la gestión de su junta
Con la misma contundencia que una cuarentena de socios criticaron el miércoles a través de una carta pública la “inacción” del Ateneu Barcelonès frente a la crisis del coronavirus por “la falta de iniciativa y creatividad de la junta directiva”, el presidente de la entidad, el historiador Jordi Casassas, acusa a los firmantes de “falsedad” en sus quejas y lo atribuye, según su impresión, a “una maniobra para aprovechar las tristes circunstancias y empezar una campaña preelectoral”, ante unos comicios que deben celebrarse en la primavera de 2021.
Casassas, en declaraciones a este diario, sostiene que la actividad del centro “se ha mantenido y con buenos resultados”, como demostrarían los “seis boletines culturales” realizados desde que se cerró el centro el pasado marzo o las “21.000 visualizaciones en Twitter” de una lectura de poesía promovida por la entidad, amén de conferencias y charlas “programadas con los ponentes de todas las secciones y que se alargarán hasta junio”.
En unos de esos boletines, asegura el historiador, se habría notificado a los socios la posibilidad de beneficiarse de reducciones de la cuota, opción que, según los firmantes de la misiva, no se habría planteado, como tampoco la exención total del pago durante este periodo. “Somos una entidad que, si se dejan de abonar las cuotas, desapareceremos, pero desde el primer momento ofrecimos tres soluciones de emergencia: moratoria de pago hasta final de año a todos los miembros afectados por un ERTE, una baja de tres meses y reingreso posterior sin pagar cuota de alta y, a propuesta de algunos socios, de satisfacer ellos, de manera anónima, una o dos cuotas de más para cubrir las de aquellos que no pudieran hacerles frente”.
El presidente del Ateneu se muestra muy molesto por la acusación de que fue su junta quien, el pasado 21 de abril, impuso unilateralmente un ERTE a los trabajadores de la entidad, una muestra más de “la falta de transparencia que está siendo habitual durante el mandato de esta junta directiva”, según reza la carta crítica. “Eso es también totalmente falso: han sido los representantes de los propios trabajadores quienes han optado por ello; sin su coacción no se hubiera llegado a este extremo, que nunca fue nuestra opción; pero la obligación de esta junta es velar por el futuro de la entidad y no podemos pagar todos los salarios a unos trabajadores que ahora no hacen nada y que al final decidieron que tampoco iban a recuperar las horas perdidas”.
La prueba de la buena voluntad de la junta estaría, según el presidente, en el bajo número de trabajadores afectados, 12 de los 31 con que cuenta el Ateneu Barcelonès. “Y de ellos, nueve a tiempo parcial y sólo tres a tiempo total”, recalca Casassas, que remite también a una nota informativa en la web de la entidad del 29 de abril. Admite que retirarían el expediente, como pide el sector crítico, “si los trabajadores aceptan recuperar esas horas, pero sin su acuerdo tampoco podemos hacerlo legalmente”,
La misiva está firmada por 39 socios, entre los que se encuentran algunos de tan significados como la arquitecta Beth Galí, la exdirectora de la Fundación Miró de Barcelona, Rosa Maria Malet, el abogado Pau Miserachs, el arqueólogo y especialista en estrategia digital Genís Roca (que encabezó una de las candidaturas en las últimas elecciones a la entidad), o la que fuera vicepresidente primera del ateneo, Gemma Calvet (que dimitió en 2018 en desacuerdo por la gestión del premio Crexells, que convoca la entidad). “Esto lo está moviendo un determinado grupo de gente; lo de Calvet, es caso aparte: es un auténtico malquerer”, considera Casassas, que intuye en las quejas maniobras preelectorales ante unos comicios a los que él ya no podrá concurrir (desde marzo de 2017 está ya en su segundo y último mandato), si bien no descarta que alguien de su equipo “se pueda presentar”. Casassas está “estudiando” una comparecencia telemática ante los socios de su junta tal como le piden los críticos, aunque ve quizá más necesario “convocar la asamblea ordinaria que era preceptiva y que en marzo ya no pudimos realizar”.
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