Loop capea la pandemia

Loop, el festival de videocreación de Barcelona que comienza mañana, ha ido cambiando de formato y planteamiento cada semana, a lo largo de estos seis meses, con el fin de adaptarse a la nueva realidad. No lo tenía fácil. Ferías de arte como las de Basilea, París, Londres, Miami y Maastricht se han cancelado por la pandemia. Pero al final Loop se celebrará con una edición hibrida en la que no se ha querido renunciar a la presencialidad, para que el encuentro entre artistas, galeristas y coleccionistas, siga vivo. La feria contará con la participación de 150 artistas que han creado obras que podrán verse en 60 espacios de arte y culturales de la ciudad. Como el Arts Santa Mònica en la que se podrá ver la exposición central, cuyo título es muy clarificador de lo que se está viviendo: Ahora mismo: todo está por hacer y todo es posible, en la que se reivindica la necesidad del acercamiento artístico en tiempo de aislamiento. Loop, que se celebrará hasta el 22 de forma presencial y hasta el 10 de diciembre de forma virtual, es ante todo, una reivindicación del artista y de la creación local y una reflexión sobre el entorno y la fragilidad del ser humano.

“Una reivindicación del acercamiento en el que se reinventa el espacio del Arts Santa Mònica al abrir las ventanas para que entre la luz y una prueba piloto que reivindica los espacios que ha habido en la ciudad”, ha explicado, por videoconferencia, Chus Martínez, directora de la FHNW Academy of Art and Desing de Basilea, que llevaba 10 años sin montar una exposición en Barcelona. En esta de su regreso, muestra junto a Rosa Lleó, el trabajo de 15 artistas que abordan problemáticas como el género y la identidad. Entre ellos, Mercedes Azpilicueta, Pedro Torres, Blanca Casas, Fito Conesa, Patricia Dauder, Núria Güell, Javier Peñafiel, Tere Recarens e Irene Sola (hasta el 17 de enero).

No será la única exposición que se podrá ver desde este martes en el Arts Santa Mònica. También Lladres, de Mabel Palacín que “aborda la cuestión del lenguaje y los modelos de comunicación con un enfoque en la voz como lectura y el sonido como identidad”, explicó la artista.

Según la directora artística del festival, Carolina Ciuti, la edición de este año pone el foco en el entramado artístico local. A diferencia de otras ediciones en la de este año no habrá un tema central, “sino que todos los programadores han tenido libertad total”, ha explicado Ciuti. Como los responsables del programa 1+1+1; un recorrido audiovisual por centros culturales y artísticos del Gótico y el Born (Museo Picasso, Convent de Sant Agustí, Museo Marès y Reial Cercle Artístic), que “recoge programas de artistas que están vinculados a la ciudad”, como Agustín Ortiz o Blanca Arias.

En la Filmoteca de Catalunya se podrá ver exposiciones individuales de artistas como I si veure era el foc, dedicada al trabajo fílmico de la venezolana Valentina Alvarados y el chileno Carlos Vásquez, y comisariada por Ciuti y Marina Vinyes; o House of the sun del artista brasileño Pedro Torres en Casa Seat, que desdibuja las fronteras entre videocreación, escultura e instalación. Helena Vinent en el Palau Güell “cuestiona las nociones binarias de capacidad y de discapacidad”.

Como cada año, el City Screen, bajo coordinación de Victoria Sacco, complementará el programa del festival, en galerías de la ciudad, abordando temáticas como la crítica al colonialismo, la relación entre cuerpo y tecnología o la construcción de la identidad, ha explicado Sacco, con creadores como Jennifer Cox, Humberto Rivas y Dora García, entre otros.

Durante la presentación del festival no se ha hablado de la feria. En los últimos años se celebraba en el hotel Almanac, cerrado por la crisis sanitaria, pero se celebrará en el Museo de Historia de Catalunya, entre el día 17 y el 19, aunque se prorrogará en internet a través de una plataforma online.