Cataluña reduce un 57% las pruebas pese al frágil control de la pandemia
La Generalitat focaliza actualmente sus esfuerzos en la vacunación tras un periodo marcado por las restricciones, el auge de la variante británica y el estancamiento de los indicadores epidemiológicos
La contención de la pandemia, la vacunación y “la falta de manos” han dejado en un segundo plano los cribajes masivos que el Departamento de Salud realizaba a finales del 2020 para detectar asintomáticos y cortar las cadenas de transmisión. Las pruebas diagnósticas PCR y test de antígenos han disminuido un 57% en las últimas siete semanas, un periodo marcado por las estrictas restricciones de movilidad, el auge de la variante británica y por la permanencia de la velocidad de propagación (Rt) cerca de 1. El equilibro entre el coste y el beneficio de los cribajes explican en parte esta reducción, según los expertos.
El Departamento de Salud focaliza actualmente sus esfuerzos en administrar las vacunas contra la covid para aumentar la inmunidad de la población. Este esfuerzo conlleva que las pruebas diagnósticas en cribajes selectivos hayan descendido notablemente las últimas semanas. “Nos gustaría hacer más cribajes, seguro, pero tenemos las manos que tenemos, y el nivel de estrés que tenemos en nuestros profesionales. Más no podemos hacer”, justificó el martes el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon.
De las 384.508 pruebas totales realizadas entre el 17 y el 23 de enero se ha pasado a las 166.258 de la última semana, una cifra que no era tan baja desde octubre. En todo ese tiempo el Govern implementó unas de las limitaciones más restrictivas de todo el Estado y alertó del peligro de la variante británica, más transmisible.
Los cribajes masivos se realizaron principalmente en los últimos meses del 2020 para encontrar positivos asintomáticos y cortar cadenas de transmisión, principalmente entre la gente joven. Ahora, en plena contención de la pandemia, el Departamento de Salud de la Generalitat no considera prioritario recuperar las pruebas masivas.
“Bajamos la incidencia lentament y también bajamos el número de pruebas, lógicamente”, explica Argimon. Con el descenso de la positividad en las pruebas, los centros sanitarios reciben a menos pacientes con síntomas de covid que requieran de una prueba para confirmar el diagnóstico.
“Todo lo que sea reducir el esfuerzo diagnóstico no es bueno, es evidente”, analiza Enric Álvarez, miembro del grupo de investigación de Biología Computacional y Sistemas Complejos (BIOCOMSC), referente por sus proyecciones de los indicadores de la epidemia. “Quizás no se ha aprovechado la capacidad para hacer PCR para buscar positivos”, agrega el investigador catalán.
Su compañero de investigación, Martí Català, coincide en los beneficios de los cribajes: “En la medida que se pueda, deberían hacerse porque es una búsqueda activa de los positivos. Si los encuentras antes de que contagien, eso que te ahorras”, explica. Català, sin embargo, admite la dificultad de realizar pruebas masivas en plena vacunación: “El departamento está centrado ahora en la vacunación y no se pueden hacer grandes cribajes al mismo tiempo. Lo importante es la positividad y ahora estamos por debajo del 5%, que es lo que marca la Organización Mundial de la Salud. Los asintomáticos siempre se escapan, pero a este nivel, se escapan menos”. Con la positividad actual, realizar los cribajes masivos se decide por una cuestión de equilibrios entre los costes y los beneficios, según los expertos. “Es una relación entre las pruebas que realizas y los positivos que encuentras. Aquí tienes una medida de lo que pierdes o no”, resume Català.
El departamento defiende que la escasez de recursos limita la búsqueda activa del virus, una idea que la consejera Alba Vergés reivindicaba cuando se realizaban los cribajes masivos. “La reducción de las pruebas se explica por la reducción de la epidemia. Los cribajes se siguen haciendo, pero mucho más dirigidos”, justificó ayer la consejera.
Cataluña fue la comunidad autónoma que más pruebas diagnósticas realizó la semana pasada en toda España, según datos del Ministerio de Sanidad, y es el tercer territorio con más diagnósticos (2.122) por cada 100.000 habitantes. Solo Galicia (2.402) y Asturias (2.32) van por delante. “No me gustan las clasificaciones, pero somos de las comunidades que más test realizamos”, reivindicó ayer el secretario de Salud Pública. Cataluña es actualmente la octava comunidad con su positividad más baja de todas las autonomías, que también han disminuido las pruebas diagnósticas en las últimas semanas.
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