El turismo devuelve el pulso a los centros culturales de Barcelona
El Park Guell, la Sagrada Familia, el Museo Picasso, la Fundación Joan Miró y el MNAC recuperan afluencia de visitantes, tras un 2020 nefasto por la pandemia
Uno los indicadores que no falla sobre si hay más o menos turismo en Barcelona son las calles de acceso al Park Güell; sobre todo si las tiendas de souvenirs están abiertas o cerradas. Y desde el mes de julio ya están todas prácticamente abiertas, lo mismo que los bares cercanos a la calle Olot, la entrada principal del parque de Antonio Gaudí. Otra pista del incremento del turismo son los taxis que han vuelto a las paradas cercanas al parque, como la de la calle Mercedes, que ha estado un año sin un solo vehículo a la espera de clientes.
Después de más de doce meses de pocas visitas y reconquistado por muchos barceloneses, la llegada del turismo se nota en este parque y en muchos de los equipamientos culturales de la ciudad, como la Sagrada Familia, el Museo Picasso o la Fundación Joan Miró. No se trata, como en el caso del parque de Gaudí, de los grandes grupos que llegaban en autocar. Ahora son parejas, familias o pequeños grupos de amigos que, o están de vacaciones en Barcelona, o visitan la ciudad y llegan de la costa catalana. El pasado mes de junio, el Park Güell tuvo cerca de 90.000 visitantes, una media de 3.000 al día. Pero al mes siguiente, en julio, las visitas fueron ya 233.000; unas 7.700 diarias. Los turistas ya han monopolizado la plaza de la Naturaleza del parque y sobre todo el icónico dragón (o salamandra) de la escalera. Los que no han vuelto son los manteros con pendientes, pulseras y todo tipo de souvenirs más o menos gaudinianos.
La Sagrada Familia, top turístico de la ciudad de Barcelona y de toda España, también nota la llegada de más visitantes, aunque lejos de los números prepandemia. El templo se puede visitar todos los días de la semana desde el pasado 1 de julio. Pero si en 2019 recibía de media entre 12.000 y 15.000 al día, ahora son aproximadamente un tercio de esas cifras. Otro de los centros culturales de interés, el Palau de la Música, está recuperando de forma lenta las visitas del edificio diseñado por Lluís Domènech i Montaner. Mientras que los primeros meses del año la cifra mensual apenas fue de un 8% de la media mensual prepandemia, unos 17.000, a partir de mayo y hasta julio los visitantes ya eran un 30% de los niveles anteriores a la crisis. Unos 5.000 al mes.
Los museos de Barcelona también notan el regreso del turismo a sus salas, después de vivir un 2020 nefasto tras sufrir un descenso de públicos que superó un 73% de media, motivado por el cierre total durante 82 días del año, y una vez abiertos, por la imposibilidad de llegada de extranjeros —el 86% de los visitantes totales de media— por el bloqueo de las fronteras. El descenso no tuvo precedentes, ya que, tras el atentado de La Rambla del 17 de agosto de 2017, hace justo cuatro años, se produjo un parón puntual superado a las pocas semanas cuando turistas y barceloneses volvieron a las calles y a sus museos y apenas tuvo incidencia en el cómputo anual.
La situación vivida en 2020 llevó a que museos como el Picasso, un centro que vivía de los ingresos que generan los turistas, alrededor del 90% del total de sus visitantes en 2019, entrara en números rojos. El Ayuntamiento de Barcelona inyectó seis millones de euros con los que poder pagar los sueldos, abrir sus puertas y programar con cierta normalidad. Y este 2021 ha vuelto a poner tres millones más. Algo doloroso si tenemos en cuenta que desde 2014 el Museo Picasso es una fundación y que, por primera vez, en 2019, se había conseguido que los 9,5 millones de su presupuesto se financiaran con la venta de entradas y el alquiler de espacios al 100%, sin ayudas públicas.
Por suerte, los turistas han regresado al Museo Picasso y si bien habrá que esperar para volver a ver las largas colas que colapsaban la calle Montcada, la media diaria de visitantes en julio ha superado las 1.300 personas, frente a las 360 del año pasado. Al final de mes fueron 37.000 los visitantes que entraron para ver las obras del malagueño. La cifra positiva, si bien está lejos de acercarse a la del mismo mes de 2019, que fue de 112.648 personas; si ha logrado cuadruplicar la del año anterior de solo 9.731. Y en estos días del mes de agosto, según indican desde el museo, se ha llegado al aforo completo permitido de las 2.000 personas por día.
En cuanto a la procedencia de los visitantes, señalan estas mismas fuentes, el público español predomina y dentro de este, el barcelonés ocupa por primera vez un 20% del total, la misma cifra que los visitantes procedentes de Francia. Le sigue el público de Estados Unidos, el 13%; el italiano del 12% y el alemán, el 4,5% del total.
Cambio de tendencia en la Fundación Miró
Otro de los museos de Barcelona que más sufrieron la pandemia fue la Fundación Joan Miró, que hasta marzo de 2020 sacaba pecho por financiarse con los gastos dejados por sus visitantes, entre el 70% y el 80% del total, pero que cerró 2020 con unas pérdidas de 2,2 millones que llevaron a administraciones como la Generalitat a subir su aportación de 553.000 euros a 1,6 millones.
Los datos de visitantes de los meses de junio y julio en el centro ubicado en Montjuïc muestran un cambio de tendencia claro, con una recuperación del 162% y un 195%, respectivamente, según explican desde la Fundación Miró. Se ha pasado de unos 350 visitantes diarios en los meses de mayo y junio a los 560 de julio y los primeros días de agosto se superan ya los 700. En total, han sido 7.900 los visitantes el mes de julio, frente a los 2.673 de 2020, aunque también están todavía muy lejos de los 30.147 visitantes de julio de 2019.
Y eso que, como en todos los equipamientos culturales, el aforo se mantiene en un 50% del total, y que hasta el 1 de agosto que ha comenzado a abrir de jueves a domingo, la fundación Miró solo se podía visitar tres días a la semana, frente a los seis de antes de marzo de 2020.
El Museo Nacional de Arte de Cataluña, MNAC, el principal museo catalán también comienza a remontar. Así lo dejan ver los números del pasado mes de julio: 29.720 personas que se suman a los 121.155 que entraron entre enero y junio. En los primeros siete meses del año lo han visitado ya 150.875 que prevén ver un cierre de año satisfactorio con respecto al año anterior que fueron solo de 210.465. Si se mantienen estos datos se puede cerrar el año con más de 300.000 visitantes, que representaría, con todo, un 35% de los visitantes que se recibieron en 2019, cuando se alcanzó la cifra total de 837.694 usuarios.
Los festivales de Cap Roig y Porta Ferrada, como en 2019
En primavera todo era incertidumbre. No se sabía si la pandemia permitiría celebrar los festivales de verano y cómo. Los primeros en el calendario: Vida, Canet Rock y Cruïlla se celebraron con pruebas de antígenos previas a los asistentes y el uso de mascarilla. Fue el precio a pagar para poder comportarse como si la pandemia no existiera. Al final se infectaron más de 2.000 personas. Ahora dos de los festivales estrellas del verano catalán, —con público sentado, mascarillas, toma de temperatura y gel—, como el de Cap Roig en Palafrugell y el de Portaferrada de Sant Feliu de Guíxols, cerraron ayer sus ediciones con la actuación de Sara Baras y Vetusta Morla, respectivamente, y muy buenas cifras, parecidas a las de 2019, año prepandemia.
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Según los organizadores de Cap Roig, la 21ª edición ha cerrado con un total del 98% de las entradas vendidas (33.607) y el cartel de “entradas agotadas” en 19 de los 21 conciertos programados. En 2019 fueron 43.467 los espectadores en 25 conciertos, pero con un índice de ocupación inferior, del 86,7%. Desde Portaferrada se asegura que se han vendido 38.000 entradas y se insiste en que son cifras parecidas a las de 2019.
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Por el escenario de Cap Roig han desfilado artistas como Pablo López, que lo inauguró el 23 de julio, Raphael, Els Amics de les Arts, Manel, Juan Diego Flórez, Antonio Orozco, Estopa, José Luis Perales, Aitana, Love of Lesbian, David Bisbal, Sílvia Pérez Cruz, Sopa de Cabra, Hombres G, entre otros.
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En Portaferrada se han podido ver, desde el 9 de julio, 40 conciertos, como el de Zucchero, Pablo Alborán, Manuel Carrasco, Bad Gyal, Rozalén, La Oreja de Van Gogh, Sergio Dalma, Rosario o India Martínez.
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