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La crisis en los Mossos se agrava con la suspensión de dos oposiciones internas

La policía catalana halla un teléfono escondido grabando en una reunión del tribunal de evaluación

Rebeca Carranco
Oposiciones Mossos
El consejero del Interior, Joan Ignasi Elena (ERC), junto al comisario jefe, Josep Maria Estela, su 'número dos', el comisario Sallent y la intendenta Rosa Bosch.Albert Garcia

La crisis que se vive en los Mossos d’Esquadra en las últimas semanas, después de que EL PAÍS desvelase que había una fractura interna en la cúpula, se ha visto agravada por la suspensión, al menos 15 días, de las oposiciones a 24 plazas de inspector y 10 de intendente en la policía catalana. El motivo ha sido el hallazgo, el pasado 22 de septiembre, por parte de la presidenta del tribunal de evaluación de ambas convocatorias, de un teléfono móvil escondido en la sala donde se encontraba reunido y donde se debatían las preguntas de los exámenes, según fuentes policiales. El teléfono, que carecía de tarjeta SIM, estaba con la grabadora encendida, registrando el contenido del encuentro.

El Departamento de Interior, que dirige Joan Ignasi Elena (ERC), publicó ayer en el diario oficial catalán (DOGC) la suspensión de las dos convocatorias. En un comunicado de prensa, se comprometió a aclarar con la “máxima transparencia” las posibles irregularidades del proceso de selección, y anunció que ya trabajan en la elaboración de unas nuevas pruebas con “más garantías de seguridad tecnológica”. El sábado 8 de octubre estaba previsto el examen a las 10 plazas de intendente, y dos semanas más tarde, el 22, el examen a las 24 de inspector.

La decisión de suspender las pruebas se tomó después de que la División de Asuntos Internos (DAI) presentase un informe sobre el hallazgo del teléfono. Paralelamente, se ha abierto un proceso judicial, según informó una portavoz de la policía catalana, para intentar identificar al responsable o responsables de la colocación del teléfono móvil y sus intenciones.

Las nuevas plazas de mandos del cuerpo de los Mossos d’Esquadra son clave para la actual cúpula de la policía catalana y el Departamento de Interior. Los nuevos nombramientos son esenciales para el decreto de reestructuración del cuerpo, que está previsto para finales de año. El aplazamiento de las mismas es un elemento más de tensión para una jefatura que vive unos momentos complicados, con una fractura interna entre su máximo responsable, Josep Maria Estela, y su número dos, el comisario Eduard Sallent. Hasta el punto que Estela ha dejado al segundo fuera de los tribunales evaluadores de las máximas categorías, según diversas fuentes policiales consultadas.

A esa situación de inestabilidad dentro de la policía catalana se suma la denuncia de quien fuese el máximo responsable de investigación de los Mossos d’Esquadra, el intendente Toni Rodríguez, contra su destitución el pasado mes de diciembre, cuando se cambió la cúpula que lideraba Josep Lluís Trapero. El mando, actualmente relegado a una comisaría de Rubí, asegura que uno de los motivos de su cese fue su negativa a facilitar información a la cúpula, que entonces dirigía el comisario Sallent, actual número dos. Y le acusa de pedirle diligencias del caso judicializado contra el entonces consejero del Departamento de Interior, Miquel Buch, por la escolta de Carles Puigdemont en Bélgica.

Las turbulencias en los Mossos d’Esquadra arrancan antes del verano, cuando el comisario Estela comunicó al Departamento de Interior que su relación con su segundo, Sallent, no era satisfactoria y pidió su cese, entre acusaciones de deslealtades e injerencias políticas. Ambos, junto a la intendenta Rosa Bosch, llevan apenas nueve meses en el cargo, como la apuesta del Departamento de Interior de una cúpula “coral”, una renovación y un intento de feminización del cuerpo. Una nueva cúpula que ya empezó su andadura envuelta en la polémica por la destitución de Trapero, restituido en el cargo apenas un año antes, y con él una serie de mandos policiales supuestamente afines al mayor.

El Departamento de Interior capea la fractura abierta con la defensa cerrada del comisario Sallent. El director de la policía catalana, Pere Ferrer, admitió “dificultades” entre los dos comisarios que ejercen la máxima jefatura policial en los Mossos d’Esquadra, pero les animó a trabajar conjuntamente. El comisario Estela intentó acallar la crisis con un comunicado interno a todos los mossos d’esquadra, en el que sin negar nada de lo publicado ni mencionar explícitamente a su número dos, se conjuró a trabajar conjuntamente con la actual jefatura. A pesar de eso, fuentes de la policía catalana aseguran que la relación entre ambos mandos policiales no ha mejorado. La crisis pilló al consejero Elena todavía convaleciente, recuperándose de una operación de vesícula, pero ayer ya participó en una junta local de seguridad.

Una reestructuración ya anunciada y anulada

Los Mossos d’Esquadra funcionan con un decreto de estructura del año 2011. El entonces consejero del Interior, Felip Puig, fue el último político capaz de sacar adelante un nuevo organigrama que rigiese a la policía catalana. Desde entonces, los Mossos y sus máximos responsables han sido incapaces de actualizar la forma en cómo se organizan. El último intento fue en julio de 2020. El entonces comisario jefe Eduard Sallent, actual número dos del cuerpo, bajo el mandato político del consejero Miquel Buch, anunció un nuevo organigrama que daba todo el poder operativo a un único mando policial, el DOP (Director Operativo Policial), equiparable al DAO (Director Adjunto Operativo) que tienen la Guardia Civil y la Policía Nacional. 
Se presentó un viernes, justificando entonces que la estructura policial triangular existente hasta el momento era poco clara. Pero el decreto nunca vio la luz. En septiembre, el entonces presidente Torra descabezó a Buch al frente de Interior. En su lugar colocó al abogado Miquel Sàmper, que dos meses después, en noviembre, volvió a colocar a Josep Lluís Trapero, absuelto por la Audiencia Nacional, como máximo jefe del cuerpo. 
“Es muy triste que no seamos ni siquiera capaces de sacar adelante un decreto de reestructuración”, lamentan fuentes policiales. El actual es también un punto de desencuentro, según fuentes policiales, entre el comisario jefe, Josep Maria Estela, y Sallent. Si los planes del Departamento de Interior siguen adelante, el nuevo organigrama debería ver la luz a finales de año. 


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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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