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Prisión para un “grupo organizado” de amigos que violaba a mujeres en el Baix Llobregat

Uno de los investigados “captaba” a las chicas en redes sociales y entre todos las sometían a una “depredación sexual”, según la jueza

Jesús García Bueno
Manifestación en Marid contra el machismo.
Manifestación en Marid contra el machismo.Juan Barbosa

Cinco amigos de la comarca del Baix Llobregat (Barcelona) han ingresado este jueves en prisión provisional por orden del juez por violar, presuntamente, a al menos tres mujeres el año pasado. La magistrada consideran que actuaban como un “grupo organizado”: uno de los agresores captaba a las chicas a través de redes sociales y las llevaba a casa, donde todos ellos las sometían a un “depredación sexual” y las obligaban a mantener relaciones contra su voluntad. Los sospechosos tenían un grupo de WhatsApp en el que comentaban lo ocurrido y hablaban con absoluto desprecio de sus víctimas.

La titular del juzgado de instrucción 5 de Gavà, Laia Boix de Gispert, ha dictado prisión sin fianza para los cinco amigos por agredir sexualmente de las tres mujeres, a las que otorga plena credibilidad. A. R. P. C. era el encargado de captar a las víctimas por redes sociales -como la aplicación de ligue Badoo- y de llevarlas hasta su domicilio. Allí, bajo el pretexto de celebrar una fiesta, aparecían los otros amigos y entre todos abusaban de las chicas “aprovechando su vulnerabilidad”.

Uno de los casos ocurrió en la primavera de 2021, cuando aprovecharon el estado de embriaguez de la víctima para penetrarla vaginal y analmente por turnos y obligarla a practicar felaciones. La víctima pidió que “pararan” y les indicó que “no quería nada con ellos”. “Si tú puedes, campeona”, le contestaron ellos. En otra de las agresiones, en mayo, la víctima acudió a la fiesta del captador y fue agredida por dos de ellos sin que “los otros hicieran nada por impedirlo”.

La magistrada considera que los cinco actuaban de forma orquestada y que su comportamiento era “habitual” y “normalizado”. “Menospreciaban a las mujeres, considerándolas objetos cuya finalidad es satisfacer sus deseos sexuales”. Además de las declaraciones -”sólidas” y “coherentes” de las víctimas-, la jueza dispone de un indicio: el análisis de las conversaciones y mensajes de audio que se intercambiaban lso chicos a través de WhatsApp.

“Como alguna la líe, nos vamos todos a la cárcel”; “la chica va muy borracha, se aproxima trío”; “a la chavala esa la hemos destrozado, le hemos dado en el DNI”, escribieron, según los mensajes que los Mossos d’Esquadra han podido recuperar de los teléfonos móviles. “Te pueden buscar la ruina por un polvo que no vale la pena. ¿Pero no dice nada de violación ni nada, no? Esa palabra da miedo, sabes cómo están las cosas. Una violación sería ir por la calle, pillar a una tía, atarla y eso. Igual ella dijo que no quería hacer de todo y lo hicimos, es diferente”, escribió otro de ellos en lo que para la magistrada es un indicio incriminatorio claro. “Resulta sorprendente”, razona el auto de prisión, “que los investigados tengan temor en ir a la cárcel si efectivamente todo ocurrió con la voluntad de las denunciantes”. En su declaración, los jóvenes han asegurado que las relaciones fueron consentidas.

Con posterioridad a las agresiones, los chicos seguían en contacto con las chicas para asegurarse de que todo iba bien y de que no pensaban denunciarles. Intentaban “naturalizar” los hechos con ellas, “mantener un poco de contacto posterior a fin de controlar que no denuncien”, recoge el auto en base a esos audios, que también da a entender que existen otras muchas víctimas “no identificadas”.

La magistrada ha acordado el ingreso en prisión provisional y sin fianza para los cinco hombres debido al riesgo de fuga, pese a que todos ellos tienen arraigo social y familiar. Pero, además, la juez aprecia riesgo de reiteración delictiva, pues de las diligencias practicadas se ha evidenciado que se trata de un “grupo organizado que actúa del mismo modo con sus víctimas”.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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