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Esquerra fuerza en el Senado la reprobación de la ministra de Transportes por su gestión de Renfe y Adif

La Generalitat amenaza con una multa de un millón de euros a la empresa ferroviaria por el desbarajuste de los trenes de Rodalies

Marc Rovira
Rodalies Renfe
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés (c), junto al conseller de Territorio, Juli Fernàndez (d), y el director general de Conservación y Mantenimiento de Adif, Ángel Contreras (i), durante la visita realizada este lunes a la estación de tren de Gavà (Barcelona) para seguir la evolución de la avería de la red de Rodalies.Andreu Dalmau (EFE)

Los trenes de cercanías amenazan con atropellar la campaña electoral de las municipales en Cataluña. Los desajustes, averías e incidencias se suceden en la red de los Rodalies catalanes y, con las urnas asomando por los colegios, el caos ferroviario es un pastel donde muchos buscan meter la mano. El servicio está viciado por un rosario de calamidades que torpedea los planes de los viajeros, unos 300.000 diarios, mientras Renfe y Adif se van alternando a la hora de cargar con la culpa de los percances. El incendio que ha dejado inhabilitado durante al menos tres semanas un tramo de vías en Gavà, en el acceso sur a Barcelona, ha servido de chispazo para abrasar las relaciones entre la Generalitat y Renfe.

La Agencia Catalana de Consumo ha abierto un expediente sancionador a la empresa ferroviaria por infracciones que podrían tipificarse como “muy graves” y comportar multas de entre 100.001 y un millón de euros por la gestión de la información y de la atención a los usuarios. A propuesta de Esquerra Republicana, el pleno del Senado reprobó este miércoles a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, por su gestión de Renfe y Adif. ERC contó con los votos del PP en la cámara alta, junto a PNV, Junts, Compromís y otros grupos nacionalistas, para censurar a la ministra “por la constante ineficacia en la gestión de Renfe y Adif en Cataluña, la incapacidad para adoptar medidas para hacer frente a las incidencias y la afectación diaria en la calidad del servicio y la movilidad de las personas viajeras”.

Un vídeo donde se aprecia un chisporroteo de fuego en el techo de un vagón de un tren de Rodalies en Manlleu (Barcelona) se ha viralizado. En las imágenes se ve como varios viajeros huyen asustados por una incidencia que chamuscó parte de la catenaria. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, evidenció su “preocupación” por el mal estado de la red ferroviaria catalana. Tras el percance en Manlleu, el president apuntó que es menester una intervención de urgencia. “No puede ser que cada día tengamos una incidencia”, y lanzó una advertencia al Ministerio de Transportes: “Esto no puede seguir así”. En realidad, las afectaciones en los cercanías catalanes van para largo. Adif ha dicho que para reparar el destrozo de Gavà que bloquea la circulación de trenes entre Tarragona y Barcelona por el litoral hacen falta al menos otras dos o tres semanas.

El peculiar reparto de competencias que hay en la gestión de la red de Rodalies ayuda a enredar la madeja de las responsabilidades. Desde hace más de una década, cuando Manuel Chaves era ministro de Política Territorial en el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, la Generalitat tiene parte de la gestión de los cercanías, y manda en la fijación de los horarios, la frecuencia de paso, las tarifas y la información a los usuarios. Exigir el traspaso completo del servicio, con vías, trenes y personal, ha sido una demanda recurrente de todos los inquilinos que han ido pasando por la presidencia de la Generalitat y por la consejería de Territorio. Aragonès ha vuelto a pedir esta semana un frente común en Cataluña para hacer posible el cambio de manos, una propuesta que descarrila cuando llega al Ministerio de Transportes que ocupa Raquel Sánchez. La ministra catalana fue, antes de trasladarse a Madrid, alcaldesa de Gavà, y subraya que el Gobierno está “invirtiendo como nunca” en el ferrocarril. Acusa a Esquerra de escurrir el bulto en sus responsabilidades con el servicio y de hacer electoralismo con las averías.

La ministra de Transportes fue reprendida este miércoles en el Senado. El representante del PP, Francisco Martín Bernabé, calificó la gestión de Raquel Sánchez como propia de “Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio”. El grupo de Esquerra, impulsor de la moción de reproche, culpó tanto a los gobiernos del PSOE como a los del PP, porque desde 2015 se han dejado de invertir en los cercanías catalanes “más de 12.000 millones de euros”. En el Congreso, el debate era en teoría por una moción del PP sobre “el intervencionismo y la falta de rigor de la política del Gobierno en materia de vivienda”, pero muchos grupos, especialmente nacionalistas e independentistas vascos, catalanes y gallegos, aprovecharon esa oportunidad para abrir el abanico de sus quejas y reclamaciones al sentirse maltratados en sus territorios por diversas carencias de inversiones. En una moción del PP, además, se incluyó específicamente un punto para reprobar también a la ministra Sánchez por la gestión de las cercanías catalanas tan de actualidad y ahí saltaron chispas. Dos reprobaciones seguidas muy en clave electoral en el Congreso y el Senado bastante inéditas.

Según un estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona, en lo que va de año las afectaciones en Rodalies han perjudicado a 480.000 pasajeros y han supuesto unas 228.000 horas perdidas. La Generalitat ha dado otra vuelta de tuerca a las hostilidades que tiene con Renfe y con el Ministerio. La Agencia Catalana de Consumo ha abierto un expediente sancionador a la empresa ferroviaria por infracciones que podrían tipificarse como “muy graves” y comportar multas de entre 100.001 y un millón de euros por la gestión de la información y de la atención a los usuarios. Los inspectores mantienen que Renfe ha dejado desamparados a los usuarios. Se han detectado deficiencias en la información que se facilita a los viajeros en relación con las alteraciones del servicio, los horarios y los transportes alternativos; puntos de atención al cliente cerrados; la venta de billetes por medio de máquinas automáticas para trayectos suprimidos; o trenes anunciados como directos, cuando en realidad se detenían en todas las estaciones. La empresa operadora critica sufrir una “ofensiva continua” por parte del Govern, y pone de relieve que se enteró por la prensa de la apertura del expediente sancionador.

En los pasillos del Congreso, portavoces como Gabriel Rufián, de ERC, se mostraron muy críticos contra el Gobierno, el Ministerio y la titular de ese departamento por el caso Rodalíes: “Quien dude si hace falta o no reprobar a la ministra, le invito a ver el vídeo de un tren prácticamente incendiándose en la estación de Manlleu. Algún día pasará algo grave, y esto es pura responsabilidad del PSOE”. Míriam Nogueras, de Junts, lamentó la retirada de una pregunta directa a la ministra para interrogarla por una disminución en los presupuestos del Ministerio de Hacienda para esa partida que según sus datos estaba fijada en 2.804 millones de euros y solo se han transferido 955. Mireia Vehí, de la CUP, ha respaldado la reprobación, ha calificado las imágenes de las Rodalies en Manlleu como “intolerables” y la muestra de su “situación escandalosa e insostenible”, pero también añadió que el actual enfrentamiento político entre el PSOE y ERC es un “berrinche electoral” porque acusó a los republicanos de querer “estar en misa y repicando” al aprobar los Presupuestos Generales del Estado y luego quejarse de “el dinero nunca llegue”.

El diputado del PSC, Arnau Ramírez, no estuvo contemplativo en sus réplicas, incluso frente a las intervenciones de socios habituales, como la de la diputada de ERC, Pilar Vallugera, que no hace ni dos semanas presentó como un logro, en compañía de un portavoz de EH Bildu, Oskar Matute, las enmiendas pactadas a la ley de vivienda por su formación con el mismo PSOE y el Ministerio de Fomento reprobado. El debate fue duro y es más que probable que la ministra Sánchez sea reprobada con los votos de la derecha parlamentaria más los de ERC y JuntsxCAT este jueves en la votación en el Congreso, un día después de lo registrado en el Senado, un hecho sin precedentes en las Cortes.

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