El juego imbatible de los cien años de Ràdio Barcelona

Fernando Borderías, editor y presentador de Los Deportes en Radio Peninsular, enfila el paseo de Gràcia pasadas las 14 horas cuando se cruza con dos Mercedes del clan Maradona. Jorge Czysterpiler, el agente del futbolista, reconoce al periodista al que requiere por la dirección de Ràdio Barcelona. La calle Casp, la sede de la emisora por la que preguntan los argentinos, queda prácticamente a pies del desesperado Borderías. El periodista atiende a su interlocutor y al tiempo se maldice porque aquella comitiva acude decidida al programa En Punta que comienza a las 14.30 horas y dirige su rival Alex J. Botines.

Ambos compiten por la actualidad deportiva y Borderías sospecha que el Boti, como se conoce a Botines, se ha adelantado con la perseguida entrevista a Maradona. El dolor durará el rato suficiente para una comida indigesta hasta que se tornará en alegría cuando sabrá que Maradona no viajaba en los Mercedes y que Czysterpiller y su tropa iban a por Botines. Al clan Maradona le había sentado muy mal la última editorial de Botines. Un texto denuncia sobre las salidas nocturnas del Pelusa. La réplica fue un testarazo del Cabezón Cyzsterpiller al Cabezón Boti.

La noticia de la agresión corrió como la pólvora por el Bracafé, punto de encuentro de los muchos periodistas que salían del edificio de Radio Nacional, en paseo de Gràcia, número 1, paraguas de emisoras como Radio Peninsular, y los Ràdio Barcelona, un bar desde el que mejor se expresaba el oficio en un momento de esplendor radiofónico en Barcelona. Todavía hoy se recuerda a Radio Miramar o Antena 3 y nadie ha olvidado Radio Juventud y la cantera que fue de profesionales sobresalientes como Jordi Basté, Antoni Bassas y del propio Botines, un periodista multimedia que ya se las había tenido con Cruyff antes que con Maradona en 1983 y 1984. “Cruyff fue esta vez el culpable”, tituló en 1977 en el Diario de Barcelona después de una derrota azulgrana en Las Palmas.

Aquel periodismo del Boti, el mismo que presumía de que “el Barça no me tiene comprado, me tiene regalado”, declarado persona non grata por la directiva de Núñez, nunca se extinguió sino que su llama se mantiene con un programa como el Que t’hi jugues.

Mucho se discute fuera de antena sobre la doble condición de barcelonistas y de periodistas de varios de los miembros del equipo de Sique Rodríguez y Lluís Flaquer cuando se trata de dar una exclusiva como el Bartogate o el Caso Negreira. La noticia todavía prima tanto en caso de duda como en el libro de estilo -sin necesidad de renegar de los colores- de la misma forma que no se para de innovar, sin faltar a un legado único, por centenario y por rico, después de la aportación de los excelentes periodistas que han pasado por Ràdio Barcelona y han nutrido a distintas cadenas, y por supuesto a la casa madre en que se convirtió la SER.

Ha habido pocos más imaginativos y creadores que Botines, siempre protagonista en sus intervenciones, uno de los iconos de Ràdio Barcelona (1976-1984). La inventiva del Boti era tan incontenible como su expansión informativa, presente en los programas de cadena y de radio fórmula, programador también de que las retransmisiones del Barça debían empezar media hora antes y acabar media hora después de los partidos, una fórmula que cobró todo su sentido e ingenio más tarde con Joaquim Maria Puyal, que ya llevaba tiempo en la radio, al igual que Pedro Ruiz.

Puyal informó de muchos deportes, incluso sobre los combates de boxeo que se celebraban en el Price y el Palacio de los Deportes, antes de que en 1968 empezara con la retransmisión de los encuentros del Barça. Mítico era el saludo de José María García cuando le daba paso en Hora 25 en los peores momentos del equipo azulgrana: “Hoy ha vuelto a perder su Barça, doctor Puyal”. El respeto que se le tenía era consecuente con su estima por la radio, el oficio, la lengua, el país y el Barça. Así se explica que fuera un pionero y el 5 de septiembre de 1976 lograra transmitir por fin en catalán el partido Barça-Las Palmas de Liga después de convencer a cuantos tenían mando en la SER. No había pasado nada igual desde la guerra civil (1936-1939).

Puyal creó escuela, al igual que Botines, para suerte de Ràdio Barcelona y de la SER. Hay una legión de excelentes periodistas que intervinieron en la multitud de programas deportivos que se sucedieron en los años setenta y ochenta en la emisora generalista y en la de frecuencia modulada, en Barcelona y Madrid, siempre desde la calle Casp. La memoria retiene los nombres de Eduard Boet, Isabel Bosch, Josep Lluís Merlos, Lluís Canut, Santi Carreras, Manolo Oliveros, Manolo Bernardos, Antonio Moñux, Pepe Gutiérrez, Luis Miguel López, Antoni Bassas, Josep Capdevila. Inolvidables fueron programas como Radiosport, que a cada hora informaba de la actualidad deportiva en unos célebres boletines en los que mucho tuvo que ver Paco Peris.

También se sabe del paso de Alex Martínez Roig, Pitu Abril, Pere Ferreres y Josep Maria Batllori y del mandato de Martí Perarnau. Los carruseles polideportivos se alternaban con los del fútbol y avalaban a profesionales entrañables como Xavi Saisó, que no se ha movido de sitio y continúa en activo después de haber sido jefe como Jacint Felip, Toni Ibarz, José Manuel Lázaro, Edu Polo, Sique Rodríguez o Laura Martínez, hoy directora de deportes de la SER mientras que en Barcelona ejerce Jordi Martí. Ya son cien años de Ràdio Barcelona y el aniversario invita a publicitar un inventario no solo de periodistas sino de sus programas más emblemáticos, como fue también en los noventa La Gradería, conducida por Sergi López y más tarde por Bernat Soler-Ricki Romero y Dani Senabre, así como también por Sique, Flaquer, Paula Vilaplana y Joan Tejedor, un programa en el que aprendí más que nunca sobre cruyffismo, nuñismo y barcelonismo después de una tertulia mano a mano cada lunes con el mítico Enric Bañeres y oyentes ilustres como el añorado Martín Martínez con la producción de Óscar Fernández.

Muchos periodistas deportivos que ahora ejercen en distintas emisoras se han formado en Ràdio Barcelona y puede que solo unos pocos puedan conectar el periodismo de entonces con el de hoy, como es el caso de Lluís Canut y Santi Carreras. Ambos trabajaron con Borderías y Botines para después participar en la fundación y dirección de los deportes de Catalunya Ràdio (1983). Los dos han participado también del mismo periodismo que se sustenta en la tensión y la pulsión informativa, el cuestionamiento de la versión oficial, la audacia, la intención, y la sana competencia por tener al protagonista de la jornada, igual que Botines y Borderías peleaban por Maradona. Ahora es Sique Rodríguez el que aspira a tener en su programa a Lamine Yamal mientras Flaquer es el narrador de los partidos del Barça en el Carrusel de la SER y Tejedor dirige Moguts pel Barça.

Ràdio Barcelona sigue más viva y vigente que nunca en su 100 aniversario, tanto como Radio Ser Catalunya y la Ser, hilo conductor de una manera crítica y amena de entender el deporte, y puede que hasta sea también lo único extraordinario y reconocible que queda de aquella entrañable calle Casp -si se exceptúa el Teatro Tívoli- después de la desaparición incluso del Bracafé.