Cataluña blinda el ruido de los patios de las escuelas: “Son niños, no coches”
El Parlament aprueba por unanimidad proteger los sonidos escolares durante la jornada educativa tras la limitación de varias actividades escolares por las quejas de los vecinos

Lo que casi nunca consiguen los políticos lo pudieron los niños. El Parlament de Catalunya mostró este miércoles su cara más amable con un abrumador consenso para proteger los patios escolares. Todos los grupos parlamentarios aprobaron por unanimidad una modificación de ley para que el ruido de los patios escolares no sea considerado contaminación acústica. Tras meses de conflictos entre vecinos y escuelas, especialmente en algunas zonas de Barcelona, donde incluso se prohibieron actividades, la política salió esta vez al rescate de los derechos infantiles. “Estamos hablando de niños, no de tráfico, industrias o maquinaria”, coincidieron los representantes de los diferentes partidos que defendieron en el atril el cambio legislativo. El aplauso generalizado que cerró la votación favorable, con todos los diputados dirigiéndose a la comunidad educativa que impulsó la modificación presente en el Parlament, tuvo un efecto reparador.
La votación, con los votos a favor de los 133 diputados del hemiciclo (faltan Carles Puigdemont y Lluís Puig, de Junts, establecidos en Bélgica), blinda por ley los sonidos escolares. “Quedan excluidos del cumplimiento de los valores límite de inmisión sonora, por considerar que son emisiones acústicas propias de su normal desarrollo, las actividades lectivas, extraescolares, de ocio, culturales y deportivas que se desarrollen en los centros educativos comprendidas en la franja horaria de entre las 7:00 y las 21.00 horas”, señala el texto.
La medida llega en un contexto de debate sobre la convivencia de la actividad escolar y el descanso de los vecinos. En julio de 2024 el Ayuntamiento de Barcelona clausuró dos pistas deportivas utilizadas por una escuela del barrio de Sant Antoni y por un gimnasio por las quejas de los vecinos y unas 200 personas se manifestaron hace un mes y medio en contra de las medidas restrictivas de la adminsitración. “Si hace unos meses nos habrían dicho que tendríamos este debate en el Parlament, no nos lo habríamos creído. Estamos hablando de niños”, defendió la diputada de la CUP, Laia Estrada. Gisela Navarro (PSC) se manifestó a favor del “sonido de la felicidad” y Jéssica Albiach celebró “superar esta anomalía”. “No se puede poner al mismo nivel el ruido de las escuelas que el tráfico, la maquinaria o el ocio nocturno”, prosiguía la líder de Comuns.
En una situación de consenso poco habitual en el Parlament, el pleno aprobó hace seis semanas por unanimidad tramitar por urgencia una proposición de ley impulsada por Junts, ERC, PP, Comuns y CUP para blindar las actividades escolares. El PSC incluyó luego que la protección se ampliara también a los equipamientos deportivos entre 9.00 y 22.00 horas, propuesta aceptada este miércoles también por unanimidad.
La ley de protección contra la contaminación acústica determinaba que las zonas con un predominio de uso sanitario, docente y cultural, marco en el que se establecen las escuelas, no pueden superar los 55 decibelios entre las 7.00 y las 21.00 horas. Con la modificación de este miércoles, los patios quedarán exentos.
El debate ha aflorado en los últimos meses la fricción habitual en algunas zonas de Cataluña. L’Hospitalet de Llobregat recoge hasta cuatro denuncias anuales y Terrassa ha tramitado 14 en los últimos tres años, según recabó EL PAÍS entre los municipios más poblados. Por su parte, el Síndic de Greuges ha realizado 33 actuaciones en este sentido en los últimos cinco años.
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