Las ayudas europeas blindan los nuevos carriles bici creados en Valencia

Valencia se subió al carro de la revolución ciclista en 2015. Desde entonces, de los 64 kilómetros de carriles bici ejecutados en la tercera capital de España, 43,5 han recibido ayudas por parte de diferentes fondos europeos hasta sumar un total de 3,9 millones de euros, según la Concejalía de Movilidad Sostenible que dirige Giuseppe Grezzi. La capital valenciana cuenta ahora mismo con 187,4 kilómetros de carriles bici y la subvención europea consolida y blinda los kilómetros de viales ciclistas desplegados en siete años; su reversión entrañaría la devolución de las ayudas comunitarias.

Precisamente, uno de los hitos que contribuyó a la explosión del ciclismo urbano en Valencia fue la puesta en marcha en 2017 del anillo que bordea el casco histórico de la ciudad, un proyecto que el anterior Gobierno del PP esbozó pero no ejecutó. “A diario 8.500 personas circulan por esta ronda frente a las 2.000 de media que la empleaban hace solo dos años y medio”, hizo balance el Gobierno local en el quinto aniversario del anillo, en marzo de 2022. Además, en avenidas tradicionalmente colonizadas por los coches, el tráfico sostenible se ha incrementado conforme se abría espacio a bicis y patinetes.

En los 64 kilómetros de carriles bici ejecutados se han invertido 8,5 millones de euros y el 47% del importe ha sido subvencionado con fondos comunitarios. Estas actuaciones implican un ahorro energético estimado del 21% al fomentar el uso de la bicicleta frente al vehículo motorizado, destacan las mismas fuentes.

A lo largo de los últimos siete años, concretamente entre 2016 y 2021, la capital valenciana ha puesto en servicio tramos y proyectos de envergadura como el Anillo Ciclista, de cinco kilómetros de longitud y que circunda el casco histórico de Valencia. También la conexión desde Porta de la Mar hasta Benimaclet, los carriles bici de Carrera de Malilla, La Safor-Castán Tobeñas, Padre Ferris, Clariano, la calle Alicante, Suecia, avenida Juan XXIII o la avenida Burjassot. La ayuda también ha sido concedida por la elaboración del Plan Director de la Bicicleta, que se ha ido redactando a lo largo de este último año.

Valencia cuenta con más proyectos de carriles ciclistas aprobados —y con ayudas europeas ya concedidas por otros 2,9 millones de euros—, con lo que el Gobierno local habrá invertido en total desde 2015 en esta red 11,4 millones de euros, una vez se construyan. Entonces, la Unión Europea habrá subvencionado la red ciclista de Valencia con 5,7 millones de euros de fondos Feder y Next Generation.

Los planes de Movilidad Sostenible no acaban ahí: entre 2023 y 2024 está previsto añadir otros 9,6 kilómetros de viales exclusivos para bicis y Vehículos de Movilidad Personal (VMP), incluido un segundo anillo que conectará los de Primado Reig y Maestro Rodrigo, ya existentes, con los nuevos de Rector Peset, General Avilés, Pérez Galdós y Cardenal Benlloch.

La última subvención, llegada de la UE a principios de año por importe de 1,3 millones, ha sido posible “gracias al trabajo conjunto” entre el servicio de Movilidad Sostenible y la Oficina de Ayuda Técnica para Proyectos Europeos, dependiente de la Concejalía de Innovación. En total, la longitud de carriles para bicicleta subvencionados por la UE ascenderá a 43,5 kilómetros. “Valencia se ha convertido en el ejemplo a seguir, como ha demostrado el título de Capital Verde Europea de 2024″, ha destacado Grezzi que, ante críticas que ha recibido la red ciclista durante la transformación de la ciudad, ha insistido en la necesidad de que ”no se frenen y lleguen cada vez a más barrios de la ciudad”.

No hay secretos a la hora de promover los desplazamientos en bicicleta en una ciudad, según los especialistas en movilidad urbana: disponer de una red amplia, bien conectada y segura. Un estudio realizado por la Organización de Consumidores u Usuarios (OCU) colocaba el año pasado a la capital valenciana entre las tres mejores, junto a Vitoria y Sevilla, tras estudiar la infraestructura ciclista de 13 ciudades españolas. El informe valoró, entre otros aspectos, el alcance de la red, su continuidad o el hecho de que se reconoce fácilmente.