Stay Homas abandona su terraza por una gira mundial que pasará por Madrid
El trío de Barcelona, que se hizo famoso durante el confinamiento a través de las redes sociales, tocará en el Teatro Alcalá los días 14 y 15 de mayo
La pandemia ha paralizado una gran parte del sector musical, pero el aburrimiento de la gente durante los meses de confinamiento permitió que pequeños artistas se dieran a conocer. Es el caso del grupo Stay Homas, formado en 2020 por tres amigos de Barcelona, que se han convertido en todo un fenómeno social. Klaus Stroink (26 años), Guillem Boltó (26) y Rai Benet (29), empezaron a publicar vídeos realizados desde su casa y, en un año, consiguieron acumular 30 millones de reproducciones en YouTube y 400.000 seguidores en Instagram. Las canciones, que componían en su terraza y en las que mezclan distintos géneros, han recorrido todo el mundo gracias a las redes sociales y a sus colaboraciones con artistas como Michael Bublé, Manu Chao o Pablo Alborán. Tras presentar su primer disco, Agua, han comenzado una gira internacional que pasará por Madrid los días 14 y 15 de mayo.
Estábamos 10 horas con esto. Nos salvó de estar viciados a la ‘play”Klaus Stroink
En el mes de marzo, el grupo cumplió un año y lo celebraron con una vuelta a sus orígenes. “Alquilamos una casa y nos fuimos 10 días a inspirarnos y a repetir lo que hacíamos hace un año”, cuenta Stroink. Entre el 14 y el 23 de marzo, el grupo compartió diariamente un tema inédito y, de nuevo, contó con la colaboración de artistas muy conocidos, entre los que estuvo Albert Pla.
Un año antes, cuando llegó el encierro por la pandemia y el tiempo libre aumentó, ellos encontraron una rutina y una salvación en la música. “Estábamos aburridos, como todo el mundo, y eso hizo que vieran nuestras canciones, pero ya lo habíamos hecho otras veces”, señala Benet. A las diez de la mañana quedaban en el comedor y ahí, con el café, decidían qué iban a hacer y qué estilo tocar. “Estábamos 10 horas con esto. Nos salvó de estar viciados a la play”, asegura Stroink.
No sabían hasta dónde llegaban porque al final solo recibían likes y seguidores. Sin embargo, en los primeros conciertos después del confinamiento se maravillaron al contemplar cómo la gente se sabía las canciones que habían compuesto desde el sofá de casa. El secreto de su éxito creen que está en romper con el concepto de crear música muy trabajada y producida. “Nosotros grabábamos las canciones con un cubo y un micro de móvil. Podías desafinar en algún momento o pasaba un pájaro y ese sonido no lo podíamos quitar. Hemos ganado autenticidad”, considera Benet.
Después de lanzar a finales de 2020 una recopilación de canciones titulada Desconfination, donde reunieron las cinco mejores canciones seleccionadas por sus seguidores, Stay Homas publicó su primer álbum, Agua. “El título es una expresión que utilizábamos mucho y la hemos robado de la música latina. Es como un ¡ole! en el flamenco. Queríamos rendir un homenaje a esa palabra que usábamos mucho en la terraza”, señala Stroink. El disco, distribuido por Sony, consiguió situarse en la lista de los 10 discos más vendidos en España el pasado año.
Además, consiguieron tocar a lo largo del pasado verano en eventos como el Festival Grec de Barcelona o el Madriz Summer Fest en el WiZink Center, que recuerdan de una forma especial. “Era como si la gente te envolviese en 360 grados. En los conciertos que tenemos ahora en Madrid esperamos que mole más, porque vamos con la banda y tendremos algunas sorpresas de colaboraciones”, avanza Benet.
Ahora ansían el momento de volver a pisar los escenarios en una gira mundial que ya ha conseguido agotar entradas en varias de las actuaciones. El cambio de la terraza por los grandes escenarios no significó gran cosa para ellos, ya que antes de la pandemia los tres se dedicaban a la música. Stroink y Benet hacían bolos con los grupos Búhos y Nil Moliner, mientras que Boltó tocaba en Doctor Prats. Para ellos, la novedad es que van a ir a tocar a sitios en los que no habían pensado nunca, como México. A todos ellos Boltó se lleva su cubo azul característico, aunque han incorporado otros instrumentos como guitarras, bajos y teclado.
El nexo de unión del grupo es Stroink. Conoció a Benet hace siete años en el grado superior de música y, a Boltó, hace 12 años en un curso de verano. Desde entonces no han parado de disfrutar juntos y de conocer nuevos géneros. “A los tres en general nos gusta la misma música, pero también tenemos nuestras preferencias”, precisa Benet. Por eso, en sus cerca de 50 canciones se aprecian géneros muy diversos y se mezclan raíces brasileñas, hip hop, rock e indie, entre otros. También hay una mezcla de idiomas: catalán, castellano, inglés, portugués y alemán. “Nos falta el francés y el japonés”, ríe Stroink, que no pone límites porque ya se sienten unos afortunados de todo lo que han conseguido.
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