Ayuso critica a los periodistas que investigan el caso de su pareja o la casa en la que viven: “Todo es falso, probablemente tendrán que disculparse”

No da tiempo de que el periodista termine la ristra de preguntas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que le escucha este miércoles en la rueda de prensa del consejo de Gobierno, hace un gesto desde el atril, recoge como para sí misma parte de la cuestión (”ático de lujo”, bisbisea) y lanza:

—Hay que morirse de la risa con ustedes.

Lo que provoca la risa de la líder conservadora es una pregunta sobre la vivienda en la que convive con su pareja, el empresario Alberto González Amador, acusado por la Fiscalía de dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad en documento mercantil. Dice así: “Su pareja ha reconocido que las obras del piso en el que usted vive son ilegales. ¿Usted sabía que las obras que estaban haciendo en su piso eran ilegales? Siendo así, ¿se ha planteado pedir disculpas a la ciudadanía por estas obras ilegales? Y principalmente, ¿podría aclarar, por transparencia, si el piso en el que vive, propiedad de su pareja, lo tiene unido con el ático de lujo que tienen alquilado en ese mismo inmueble?”

La vivienda en cuestión, propiedad del empresario con el que convive la presidenta, es un inmueble de 183 metros cuadrados en el distrito madrileño de Chamberí, según consta en el Registro de la Propiedad. Según las tres bases de datos urbanísticos de Madrid, su reforma se habría hecho sin permiso en 2022, y cuando ya existían dos órdenes que reclamaban “la paralización y/o el cese inmediato” de la obra, y la solicitud de una nueva autorización. De hecho, González Amador acaba de intentar regularizar la situación con un escrito presentado en el Ayuntamiento de Madrid el 21 de marzo, según ha publicado eldiario.es.

Pero Ayuso no da por bueno ninguno de esos planteamientos. Sin aportar pruebas con las que sustentar que todo eso es “falso”, como repite hasta tres veces durante su comparecencia de este miércoles, la presidenta afirma sufrir una campaña orquestada en su contra con el objetivo de hacerle “daño político”. Y así, en Alcobendas, donde se celebra la rueda de prensa del consejo de Gobierno, desliza que los periodistas que informan del fraude fiscal de 350.951 euros presuntamente cometido por su pareja a través de la empresa Maxwell Cremona, o de la reforma de la vivienda en la que conviven, acabarán pidiendo disculpas. No es cosa menor.

“Todo lo que indica es absolutamente falso”, arranca Díaz Ayuso su respuesta, pese a que él mismo reconoció los dos delitos fiscales que le imputan y que las obras de su vivienda las hiciera sin permiso. “Se refiere a la vivienda de un particular al que ustedes señalan constantemente todos los días, sin ni siquiera respetar la presunción de inocencia. Insisto, es la vivienda de un particular, y todo lo que dice es absolutamente falso. Ya lo verán”, añade. “(...) Están utilizando de una manera torticera toda la información, que insisto, es falsa, son ustedes los que, por tanto, probablemente van a tener que disculparse (...)”, sigue. ”Tengo el Gobierno más reducido y probablemente más austero de España, frente a un Gobierno [el central] al que le pagamos la vivienda, palacios de vacaciones, obras de mantenimiento, reformas. ¿Ha preguntado a los ministros cómo pagan todo eso?”, lanza. Y remata: “Hasta que no hagan lo mismo, el mismo ejercicio de transparencia con el resto de los políticos, lo que suceda a un particular, al que los españoles no le pagan un euro, es cuestión de un particular. Y si ustedes no respetan a un particular simplemente por hacerme daño político a mí, comprenderán que yo no les voy a poder ayudar en ese ejercicio”.

Si la pregunta incómoda sobre el apartamento en que reside provoca gestos airados en alguna de las personas presentes en la rueda de prensa, o la sorpresa de la alcaldesa de Alcobendas, Rocío García (PP), esa descripción que hace Ayuso de los periodistas como parte activa del supuesto plan para destruirla políticamente no causa reacción alguna entre el público.

Al fin y al cabo, las palabras de la presidenta engarzan perfectamente con la reflexión que ha lanzado en el arranque de la rueda de prensa, cuando, sin que nadie la pregunte, pinta el cuadro de una España negra, al borde del enfrentamiento civil, y en bancarrota moral y política.

“Quiero empezar alertando de la situación política que se está viviendo en España, el ambiente nunca visto hasta ahora, que está promoviendo el Gobierno más débil que hemos tenido en democracia, que intenta controlar los tres poderes del Estado, y utiliza todas las herramientas del Estado a su servicio”, comienza. “Hace política solamente de supervivencia”, afea al Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Ha decidido dar una patada al tablero, no respetar ninguna institución, y romper la convivencia”, continúa. “Y en ese camino a la venezolana estorban muchas cosas: la Corona, la Transición, la Constitución y la Comunidad de Madrid”.

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