Vuelta al español en Arcadia: un colegio madrileño sale del programa bilingüe porque “era una barrera” para el aprendizaje
Un concertado de Villanueva de la Cañada abandona el modelo autonómico, una salida “excepcional” en un momento de dudas sobre la enseñanza que sigue más de la mitad de los alumnos en las escuelas sostenidas con fondos públicos de Madrid
Novedades en el colegio Arcadia: A partir de este lunes, el pistilo deja de llamarse pistil y el estambre deja de ser el stamen. Las partes de una flor vuelven a recuperar sus nombres en español, al igual que todo science, que será en adelante ciencias naturales, y también las asignaturas de arts and crafts y de music, que serán educación plástica y música.
Este centro concertado de Villanueva de la Cañada ha salido del programa bilingüe de la Comunidad de Madrid sin hacer mucho ruido. Es una decisión que este periódico ha encontrado en el boletín oficial de la región, el BOCM, del 30 de agosto, y se produce en un momento de crecientes dudas sobre este tipo de enseñanza. Es una salida extraordinaria, según varios expertos consultados. Colegios de otras comunidades han abandonado el bilingüismo, pero Madrid no es una región cualquiera. Se trata de la comunidad que hace 20 años se convirtió en la orgullosa pionera en la introducción del bilingüismo en la educación sostenida con fondos públicos. “No tenemos constancia de que ningún centro lo haya hecho antes”, dice sobre esta salida Xavier Gisbert, que fue uno de los responsables del programa bilingüe durante la presidencia de Esperanza Aguirre (2003-2012), y que ahora es presidente de la Asociación Enseñanza Bilingüe. La Comunidad no ha confirmado si Arcadia es el primer colegio en abandonar este barco. Un portavoz del Consejero de Educación, Emilio Viciana, se limita a responder que “es el único que lo ha pedido este curso” y que su retirada es “excepcional”. La pregunta que suscita Arcadia es si otros colegios madrileños van a seguir su ejemplo. “Estoy segura de que no va a ser el único”, valora Isabel Galvín, secretaria de Educación en CC OO-Madrid, que advierte de que se está extendiendo el descontento con este modelo. “Abre una puerta para que las familias críticas lo soliciten”.
Arcadia se sumó al programa bilingüe autonómico en 2014, pero los padres llevaban años demandando un cambio y antes de las vacaciones aprobaron la medida. No ha habido ningún drama, asegura el director, Juan Miguel Hidalgo. Y es que el bilingüismo ya no es lo que era: “Ya hace tiempo que nadie te elige porque eres bilingüe”, explica. En la jornada de puertas abiertas los padres preguntan por otras cuestiones: “Lo que aprecia la gente es que damos atención individualizada o que apostamos por un menor consumo de pantallas”.
El director explica por teléfono que las familias les advertían de que sus hijos no disfrutaban aprendiendo. “Asignaturas como las naturales son muy bonitas, pero el idioma se había convertido en una barrera para que las disfrutaran”. A esto se sumaba que Arcadia tiene un número relativamente alto de alumnos con autismo, hiperactividad y otras dificultades de aprendizaje por una decisión que tomó el colegio de hacer un proyecto más inclusivo. Estos alumnos eran los que más sufrían para seguir las materias impartidas en inglés.
La presidenta de la asociación de madres y padres, Yolanda Piñero, cuenta que la inquietud creció durante la pandemia. Las familias tuvieron que implicarse en las clases telemáticas para que sus hijos no se despistaran. “En primera línea te das cuenta de que algo chirría”, dice Piñero. “Los niños no absorbían el conocimiento. Una cosa es aprender palabras sueltas, pero otra más complicada es entender procesos complejos como la evaporación del agua”.
El director Hidalgo añade otro motivo para dar un giro: el inglés se aprende hablándolo, pero los alumnos no lo estaban haciendo. En un aula de más de 20 estudiantes apenas da tiempo a que todos participen. Querían crear pequeños grupos y para ello necesitaban más autonomía, algo que no les permitía el programa bilingüe autonómico. Ahora tienen menos horas de inglés, pero mejor aprovechadas, recalca: “Hemos cambiado cantidad por calidad”.
Por último, Hidalgo menciona que les costaba retener a profesores con la habilitación autonómica (un C1, es decir el quinto de seis niveles de dominio de esa lengua). Como la pública ofrece mejores condiciones laborales, los docentes de Arcadia estaban “de paso”. Al reducir el número de horas de docencia en inglés, se protegen frente a estas “desbandadas” en su plantilla.
La salida del programa bilingüe fue aprobada por unanimidad antes del verano por el Consejo Escolar, donde están representados alumnos, padres y docentes. Hidalgo subraya que esta rectificación no supone que otros deban seguir sus pasos: “No nos metemos en si el modelo de la Comunidad sirve o no”.
Pero la pregunta sobre si Arcadia tendrá imitadores tiene sentido porque el estado de ánimo de padres y profesores en Madrid ha cambiado mucho desde que hace 20 años abrazaron con entusiasmo el modelo bilingüe que introdujo la presidenta Aguirre. Aquella fue una iniciativa pionera en España y otras comunidades se sumaron con rapidez, desatando un bum del bilingüismo. Hoy en Madrid participan de este modelo 626 centros sostenidos con fondos públicos, según el último informe sobre el sistema educativo en la región, de 2023. Es la enseñanza que sigue el 60% de los alumnos de la pública y el 51% de los de la concertada. Sin embargo, profesores y padres están divididos sobre si este modelo es perjudicial. Los críticos creen que afecta negativamente a la adquisición de conocimientos y reprochan que, al llegar a secundaria, los alumnos son “segregados” en diferentes aulas entre los que tienen mejor y peor dominio.
La señal más clara de los nuevos tiempos la ha enviado el propio Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Durante dos décadas, los Ejecutivos del PP han defendido las bonanzas del modelo, pero en diciembre el consejero de Educación, Emilio Viciana, causó un shock cuando en un desayuno informativo dijo: “Hemos analizado que, a la hora de estudiar Historia en inglés, muchas veces lo que se produce es un detrimento, un descenso, tanto en la Historia como en el inglés”. Este curso 2024/25 todos los colegios bilingües darán en español los contenidos que se refieren a la Historia de España. Es la primera gran rectificación en el programa.
Con todo, el Gobierno de Ayuso está mandando señales mixtas. Con ocasión de la vuelta a clases, la Consejería de Educación difundió el miércoles una nota de prensa en la que calificaba de “éxito” el programa, al que sigue considerando como “una apuesta estratégica”. El consejero Viciana apareció ese día en la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno para anunciar que se refuerza el programa con la introducción de nuevas optativas, como Hitos y héroes de la cultura en inglés, y de iniciativas como la extensión a los centros bilingües del programa STEMadrid, lanzado en 2018 para estimular la formación científica en una red de colegios que ha ido creciendo año a año hasta los 135 del curso pasado.
En parte, el futuro del bilingüismo en Madrid dependerá del resultado de una evaluación que la Comunidad ha encargado a la Universidad de Cambridge. El año pasado, le adjudicó un contrato de más de 33 millones de euros de cuatro años de duración. (el contrato incluye una parte de examen de nivel a los alumnos, por 32,5 millones, y otra de investigación sobre cómo mejorar el programa, por 900.000 euros).
Mientras llega esa evaluación, queda la duda de si la Comunidad permitiría salir a otros centros. Los expertos advierten de que hay una clara diferencia en el trato que la Comunidad da a los públicos y a los privados concertados (también financiados por las arcas públicas). A estos últimos siempre les ha dado más margen de maniobra, dice Miguel Martínez, portavoz de la asociación de profesores Acción Educativa, crítica con el bilingüismo autonómico. De hecho, continúa Martínez, no está regulado un mecanismo de salida para los colegios descontentos, a diferencia de otras comunidades. “En Castilla-La Mancha todos los años hay centros que entran y salen, pero aquí parece que pensaban que una salida era una opción impensable”. Martínez añade que se han dado casos en los que la Comunidad de Madrid ha impuesto el bilingüismo a los centros en contra de las familias, como el Adolfo Suárez, en el barrio de Sanchinarro de la capital.
El portavoz de Viciana asegura que “la participación en el programa es voluntaria para públicos y concertados, y por tanto también la salida”.
“La adhesión al programa es voluntaria y se desarrolla en los centros seleccionados por la Consejería de Educación a partir de un proyecto que presentan”, continúa. “Este proyecto debe contar con el apoyo mayoritario del claustro de profesores y del Consejo Escolar del centro. De este modo, toda la comunidad educativa expresa su compromiso y se involucra en la puesta en marcha del programa. Para abandonar el programa se debe seguir el mismo proceso a la inversa”.
El retorno al español supondría un alivio para muchas familias. Mari Carmen Morillas, la presidenta de la federación de padres y madres de alumnos Giner de los Ríos, habla de que numerosos padres frustrados por las dificultades de sus hijos no encuentran alternativas a sus colegios bilingües porque todos los centros de sus municipios están adheridos al programa. “Esperemos que Arcadia abra el camino para otros que quieran salir”, dice Morillas.
Con todo, una resistencia al cambio puede llegar de los propios docentes habilitados, que no quieren renunciar al complemento salarial que supone dar las clases en inglés y que puede llegar hasta los 368 euros al mes. Martínez dice que cuando el consejero Viciana anunció en diciembre el retorno al español en Historia y Geografía, un pequeño grupo de profesores afectados se organizó para mantener el inglés. Tras su protesta, este verano, la Comunidad decidió que la historia de España se impartiría en español y el resto de contenidos históricos en inglés.
En Arcadia están expectantes sobre su regreso al español. ¿Quizás mejora el conocimiento de las naturales pero empeora el del inglés? La presidenta del AMPA lo duda porque, dice, los niños y adolescentes de ahora aprenden inglés sin darse cuenta, por ejemplo viendo dibujitos y películas. “Habrá que ver en dos años qué ha sido de nosotros, pero yo creo que no sabrán menos inglés, simplemente porque hoy en día todo está en inglés”.
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