Misterio, amor, intriga y (siempre) gastronomía: libros ligeros para llevar en la bolsa de playa

“Ha llegado el momento de concederte una hora de eternidad, una franja de tiempo suspendido que significa libertad”. Así arranca Metafísica del Aperitivo, de Stéphan Lévy-Kuentz animándonos a ser libres, a tomarnos ese tiempo para no hacer nada o quizás sí, para hacer todo sin movernos de una silla. Como decía Fernando Pessoa: “Un hombre dotado de verdadera sabiduría puede disfrutar del espectáculo entero del mundo desde su silla, sin saber leer y sin hablar con nadie, gracias al uso de los sentidos y a un alma que desconoce la tristeza”.

Este librito, a medio camino entre novela breve, ensayo y guion cinematográfico, nos invita a acompañar al protagonista en un trayecto por las sombreadas calles parisinas para llegar a la terraza de un café del barrio de Montparnasse. Allí, estratégicamente situado, el autor comienza a trazar el retrato más punzante de la sociedad, una radiografía externa que combina con absoluta majestuosidad con su yo interior, el que dialoga en silencio, el que se envuelve en los recuerdos y el que se atreve a entablar un tú a tú con sus escritores favoritos (Emmanuel Lévinas, Emil Cioran, George Brassens, André Breton, entre otros).

El libro fue publicado en Francia en 2019 y en 2022 Periférica apostó por su traducción, en un formato mini, fácil de leer y llevar, perfecto para portar en esas bolsas de vacaciones, donde junto al bronceador, las gafas de sol y la toalla, habita ese libro indispensable para las horas de sol. Eso sí, se recomienda acompañar este libro junto con una copa de lo que se tercie, el aperitivo a horas discontinuas, y la mirada inquieta, navegando entre la historia de ficción y la realidad que se nos presenta ante los ojos: “Tú no tardarás en levantarte y sabes que nada cambiará de inmediato. Que nada cambiará, pero que todo sigue siendo posible, pues la vida siempre comienza mañana”.

Que la vida comienza mañana podría ser un buen comienzo para adentrarse en el libro La Chef de Marie NDiaye, editado por Gatopardo. Esta novela es el chapuzón en el optimismo, de superación y éxito; pero también es un laberinto donde el lector se enreda en su ahínco por encontrar la verdad sobre esa protagonista que traza La Chef: mujer, migrante, de origen humilde y repleta de talento. Una mujer que consigue posicionarse como una de las mejores de la gastronomía francesa, pero ¿quién es realmente? En sus silencios se esconde una infancia difusa, un hijo al que nunca vio y un amor que no corresponde. La novela se ingiere con facilidad, te envuelve y te engancha. Algo parecido a lo que ocurre con La camarera, de Nita Prose editado por Duomo. En este caso, porque la autora ha apostado por un thriller que cumple con todos los cánones: una presunta inocente, un cadáver y miles de preguntas por contestar.

La Camarera es la historia de Molly Gray, empleada de limpieza del hotel Regency Grand, comprometida y responsable con su trabajo, quien un buen día, mientras limpiaba una de las habitaciones, se encuentra un muerto sobre la cama. Aquí comienza todo. Como diría Ernesto Sábato “Nada de lo que fue vuelve a ser”. Una narración repleta de giros inesperados y donde el lector caerá, seguro, en la red de la entrañable Molly Gran, la única testigo y voz que traza la trama de la novela entre un hoy, que es intentar contar con precisión lo visto y vivido; a un ayer, el recuerdo sentido y nostálgico de su recientemente fallecida abuela.

De recuerdos está llena la novela de los hermanos Gervasio y Carmen Posadas, Hoy caviar, mañana sardinas. En 2007, ganó uno de los premios de literatura gastronómica más importantes del momento, el Premio Sent Sovi, bajo el título La Vida es como un suflé. Después, RBA lo pondría en primera línea de las principales librerías con el título Hoy caviar, mañana sardinas. En 2022, ya con el sello Espasa, se reeditaría para goce de quienes nos gusta la buena literatura repleta de aromas, sabores y recuerdos. El libro, escrito a cuatro manos por los hermanos Posadas, narra la historia de su familia.

“Nuestra vida nómada comienza en 1965, cuando nombraron a nuestro padre embajador en Madrid. Él era entonces un prometedor y joven político de treinta y pocos años que pensaba que menos de un lustro en un puesto diplomático en Europa sería un corto e interesante paréntesis en su carrera, posiblemente hacia la presidencia de la República Oriental del Uruguay. Como el destino es así́ de caprichoso, el corto paréntesis se convertiría en veinte años de servicio en el extranjero y ya ninguno de nosotros volvería a vivir de aquel lado del Atlántico”. Así arranca esta historia, narrada por las voces inocentes y traviesas de los pequeños Carmen y Gervasio, y de su madre. Es una novela divertida, generosa a la hora de descubrirnos cómo es la vida de un embajador y, sobre todo, muy gastronómica. Repleta de ingenio y buen humor. Como apunte, decir, que el premio Sent Soví, llamado así en homenaje al primer recetario en lengua catalana, Llibre de Sent Soví, comenzó en 1997 y editó su último libro en 2008. A lo largo de todo este tiempo, algunos de los grandes autores de nuestro tiempo recibieron también este premio. Hablo de Javier Tomeo con La Rebelión de los Rábanos (en 1998), Jesús Ruíz Mantilla en 2005 por Gordo o Juan Luis Arsuaga con Los Aborígenes.

En muchas ocasiones, los premios son importantísimos para poder descubrir a un autor y para que ese autor pueda comenzar una carrera como escritor. Así, descubrimos a Carmen Salinas, quien suele firmar sus libros con el seudónimo Men Marías, autora de Pukata, pescados y mariscos, de la editorial Traspies y ganadora del Premio de narrativa Carmen Martín Gaite en 2017. “Acá en España, en el Pukata, comprendí que la comida a uno puede hacerle gozar, disfrutar, que cuando alguien se mete esa carne de rape a la boca algo tiene que activar en el cerebro que le hormiguean hasta los pies del gusto”.

Putaka es un restaurante de la costa Mediterránea, el lugar donde sus personajes estimulan sus pasiones, rescatan su memoria y se atreven a vivir. Este libro es la historia de Gabino, Rafael, el Papi, el Americano, la Escritora, la Perlita, el Moro… y todo el que entra, aunque sea de manera efímera, en el ambiente creado en Putaka. Este es un relato que habla de amor y también de inmigración, recuerdos y penas por lo que nunca se pudo conocer o por lo que habita lejos; y también, es una novela que muy gastronómica, repleta de texturas y sabores, planchas y brasas los días de sol. Eso sí, la voz, es una, la de Gabino, un migrante colombiano, enamorado de Perlita, quien nos va contando esta historia desde su minúscula celda. ¿Por qué? La respuesta la encontraréis al final del libro. Como adelanto, solo decir que todo comienza cuando el jefe del restaurante, don Gabino, obliga a sus empleados a participar en un concurso gastronómico.