Natalie Portman o cómo pasar el feminismo de la teoría a la práctica
La actriz, implicada en causas como el MeToo, lanza ahora un equipo de fútbol para mujeres y se convertirá en Thor en la próxima película sobre el héroe
Cuando se piensa en las grandes actrices contemporáneas en Hollywood, el de Natalie Portman es uno de los primeros nombres que salen a relucir. Ganadora de un Oscar, con más de 60 títulos en su haber, protagonista de éxitos como Cisne Negro, Jackie, Star Wars, Closer, V de Vendetta... no cabe duda de su potencial. Como tampoco cabe duda de su compromiso social y de su implicación con diversas causas y, en los últimos tiempos, sobre todo con el feminismo. Su nombre también es de los primeros que se vienen a la cabeza cuando se habla de movimientos como Time’s Up o MeToo. Pero además, ahora, hay proyectos en marcha que la han asentado como una practicante acérrima de ese feminismo que tanto proclamaba en la teoría.
El interés por la causa de la israelí de 39 años, actriz, productora y madre de dos hijos (y que, en unas recientes fotografías, parece embarazada de un tercero), es genuino. Tanto como para hacer bandera de él en la noche del año en la que iba a ser más observada. Para la última gala de los premios Oscar, la actriz se decantó por un vestido negro y dorado de la casa francesa Dior —de cuyo maquillaje y fragancia Miss Dior es embajadora desde hace casi una década— sobre el que llevaba una capa en cuyos bordes estaban bordados los nombres de todas las directoras que podían haber optado al galardón a la Mejor dirección pero que quedaron fuera de la competición: Lorene Scafaria (Estafadoras de Wall Street), Lulu Wang (The Farewell), Greta Gerwig (Mujercitas), Marielle Heller (Un amigo extraordinario), Mati Diop (Atlantique), Melina Matsoukas (Queen&Slim), Alma Ha’rel (Honey Boy) y Céline Sciamma (Retrato de una mujer en llamas).
El conjunto seguía la estela de las palabras de Portman en los Globos de Oro de 2018, cuando salió a presentar a los nominados en la categoría de Mejor director. Entonces, en vez de decir “Y los nominados son...”, dijo “Y los nominados, todos hombres, son...”. Esa misma estela la siguió de nuevo meses después en una gala de la revista Variety, en cuyo discurso habló durante 15 minutos sobre discriminación, acoso sexual, discriminación salarial, techo de cristal... En 2019, en una entrevista con la revista Elle, afirmaba que era importante conocer detalles del salario que cobraban los compañeros: “Si no hablamos entre nosotros, no podemos compartir, no podemos obtener información, tampoco podemos enfadarnos y unirnos a la causa”.
Ese tipo de gestos feministas, si bien son alabados en general, no siempre son bien recibidos. Por mucho que la actriz contara que cuando tenía 13 años y después de rodar León, el profesional, junto a Jean Reno, recibió cartas de supuestos fans acosándola, siempre hay quien pone en duda que sus buenas intenciones se queden en eso, en intenciones. Fue el caso de Rose McGowan, actriz y una de las víctimas de Jeffrey Epstein, que criticó abiertamente la capa de Portman. “Ese es el tipo de protesta que consigue excelentes críticas por los medios generalistas por su valentía. ¿Valiente? No, ni de lejos. Me parece más una actriz interpretando el papel de alguien que se preocupa. Como muchas de ellas hacen”, afirmaba, para seguir con un ataque directo a la actriz. “Las estrellas de tu nivel podrían cambiar el mundo si dieran un paso al frente en lugar de formar parte del problema. Sí, tú, Natalie. Tú eres el problema. El falso apoyo a otras mujeres es el problema”.
Ahora Portman puede demostrar que ese “falso apoyo a las mujeres” está lejos de serlo. No se vive solo de reivindicaciones, protestas y gestos, por muy simbólicos que estos sean, y ella lo sabe y lo asume. Dos proyectos centran ahora los esfuerzos de la actriz. El primero es fuera de las pantallas: ha creado un equipo de fútbol. Femenino. Bajo el nombre provisional de Angel City, será el primero de calado de la ciudad de Los Ángeles, y en él también van a invertir Eva Longoria, Serena Williams, America Ferrera, Jennifer Garner y Jessica Chastain. “Parecía ideal llevar el fútbol [femenino] a Los Ángeles porque aquí tenemos seguidores muy apasionados”, explicaba la intérprete al diario local Los Angeles Times. También contó que la idea del proyecto arrancó tras la victoria de la selección estadounidense en el mundial femenino de 2019. “Creo que es muy importante tener modelos a seguir y héroes que sean mujeres tanto para niños como para niñas. Es un deporte tan increíble porque realmente es un deporte de equipo. Sería un cambio cultural increíble si pudiéramos atraer más atención, luz y celebración sobre estas increíbles atletas”.
El segundo de sus proyectos demuestra que en el cine todavía sigue habiendo espacio para papeles y reivindicaciones feministas. Por eso, Portman será la protagonista de la próxima entrega de Thor. No será la esposa del héroe, ni su ayudante. Ella es el héroe; la heroína, en este caso. Aunque ha interpretado a la científica Jane Foster, la mujer del protagonista (encarnado por Chris Hemsworth), en dos de las entregas anteriores de la saga, en la próxima volverá a ser la doctora Foster... y la propia Thor.
Portman dio detalles sobre este nuevo papel en una charla en Instagram con su ahora socia Serena Williams. “Ella, ella es la Poderosa Thor. Hay un cómic con una mujer Thor, donde Jane se convierte en Thor. Es ella”, aclaró.
Contó que el rodaje, que será en Australia, se ha retrasado por la pandemia y empezará a primeros de 2021. Además, bromeó con que así tenía más tiempo para adecuarse a las exigencias del personaje: “Ya me he puesto con los carbohidratos, pero no tanto con el ejercicio”. Habrá que esperar a febrero de 2022 para ver a Portman convertida en la primera mujer que empuña el poderoso martillo de Thor.
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