Kim Kardashian compra en una subasta el colgante en forma de cruz de amatista de la princesa Diana de Gales
La ‘influencer’ ha pagado 200.000 euros, el doble de su valor de salida, por hacerse con la icónica pieza de Lady Di
La influencer y empresaria estadounidense Kim Kardashian ha comprado la llamada Cruz de Attallah, un colgante de amatista y diamante utilizado en varias ocasiones por la princesa Diana de Gales, la primera esposa del actual rey Carlos III. Kardashian, de 42 años, ha pagado cerca de 163.800 libras (unos 200.000 euros) en una subasta en la casa Sotheby’s, duplicando el precio de salida del objeto. Ha sido la propia casa de subastas la encargada de informar sobre la adquisición a través de un comunicado.
La estrella del reality show televisivo Las Kardashians pujó por la pieza —que cuenta con 11 grandes amatistas de talla cuadrada rodeadas por diamantes de talla circular con un peso de 5,25 quilates— en una venta de objetos provenientes de miembros de la aristocracia llamada Real y Noble, celebrada el miércoles en Londres. La princesa de Gales llevó esa joya en varias ocasiones, después de que se la prestara su amigo Naim Attallah, escritor y empresario británico-palestino, quien la compró en los años ochenta en la joyería Garrard, habitual entre los miembros de la realeza. Al parecer, esta fue una de las joyas favoritas de la difunta princesa de Gales, junto al anillo de zafiro azul con el que el príncipe Carlos le pidió matrimonio o tiaras como la Lover’s Knot y la Spencer.
Kardashian se hizo con la cruz casi por sorpresa, en los últimos cinco minutos. La pieza fue creada en los años veinte por la joyería británica Garrard, pero es famosa en el imaginario colectivo por haber sido utilizada en varias ocasiones por la princesa Diana. “Raramente llegan al mercado joyas que la difunta princesa Diana poseía o usaba, en especial una pieza como la Cruz Attallah, que es tan colorida, audaz y distintiva”, declaró Kristian Spofforth, portavoz de Sotheby’s, antes de la venta. “Estamos encantados de que esta pieza haya encontrado una nueva vida en manos de otro nombre mundialmente famoso”.
Como integrante —quizá máximo exponente— de la cultura pop actual, Kim Kardashian sabe de la importancia de objetos icónicos del pasado. La Cruz de Attallah no es la primera pieza con historia en pasar por su armario. El año pasado, la influencer asistió a la gala del Museo Metropolitano de Nueva York con el vestido usado por Marilyn Monroe cuando cantó para el entonces presidente estadounidense John F, Kennedy en su cumpleaños, en 1962. Kardashian fue acusada inicialmente de dañar el vestido (noticia que el museo que se lo había prestado desmintió) y criticada por presumir de haber realizado una férrea dieta para poder enfundárselo. En cualquier caso, las imágenes de Kardashian con la icónica prenda dieron la vuelta al mundo.
Por otra parte, la influencer es una gran coleccionista de joyas. Puede permitírselo. El año pasado la revista Forbes la incluyó en la exclusiva lista de milmillonarios. Sin embargo, su relación con la joyería cambió radicalmente en 2016, cuando un grupo de ladrones la amordazó y desvalijó su apartamento de París.
Los saqueadores lograron un botín valorado en 10 millones de euros, cuyos objetos más preciados fueron un anillo de diamantes de 18 quilates, diamantes y piezas de oro. Desde entonces, Kardashian asegura no atesorar nada de valor en casa. De hecho, cuando ha aparecido públicamente luciendo joyas, estas han sido falsas. Así lo contó en una entrevista con Andy Cohen: “En lo que respecta a las joyas, si llevo alguna, siempre son prestadas. O falsas”.
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