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Enrique de Inglaterra y Meghan Markle denuncian “una persecución automovilística casi catastrófica” de los paparazis en Nueva York

La policía de la ciudad desmiente que se produjeran colisiones, daños o detenciones por el incidente después de que un portavoz de los duques de Sussex asegurara que dos policías habían resultado heridos en las “más de dos horas” de acoso

Doria Ragland, Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, en la gala celebrada en Nueva York este martes.Foto: KEVIN MAZUR (MS. FOUNDATION FOR WOMEN / GETTY) | Vídeo: EPV
María Antonia Sánchez-Vallejo

El príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa, Meghan Markle, se han visto envueltos en “una persecución al volante casi catastrófica” tras ser acosados por un grupo de paparazis a su salida de una entrega de premios en la sala de eventos Ziegfeld Ballroom, en la calle 54 oeste, a apenas cuatro manzanas al sur de Central Park. Ocurrió la noche del martes, según ha informado un portavoz de la pareja este miércoles a través de un comunicado. Además de los duques de Sussex, en el vehículo también viajaba Doria Ragland, la madre de Markle.

“Anoche, el duque y la duquesa de Sussex y la señora Ragland se vieron envueltos en una persecución automovilística casi catastrófica a manos de un grupo de paparazis muy agresivos”, reza el comunicado; “esta persecución incesante, que duró más de dos horas, tuvo como resultado múltiples colisiones cercanas que involucraron a otros conductores en la carretera, a peatones y a dos oficiales del departamento de policía de Nueva York”. En la persecución, según la versión del hijo y la nuera del rey Carlos de Inglaterra, participó una docena de paparazis a bordo de vehículos con cristales tintados.

El departamento de Policía ha relativizado este miércoles la gravedad del suceso mediante un comunicado recogido por la BBC. “El Departamento de Policía de Nueva York ayudó al equipo de seguridad privado que protegía a los duques de Sussex. Había numerosos fotógrafos que dificultaron su traslado. El duque y la duquesa de Sussex llegaron a su destino sin que se produjeran colisiones, daños o detenciones” a consecuencia de la supuesta persecución, lo que contradice la versión inicial del alcalde de la ciudad, Eric Adams, que afirmó haber sido informado de que “dos o cuatro agentes han resultado heridos” y calificó la persecución de “algo temerario e irresponsable”.

Aunque matizó que una persecución de dos horas en el centro de Nueva York, donde los límites de velocidad y las señales suelen respetarse escrupulosamente, Adams dijo que la escena resultaba algo “difícil de creer”. “Averiguaremos la duración exacta” del supuesto incidente, añadió, remitiendo a un informe más detallado de lo ocurrido a lo largo del día, según recoge el diario The New York Times. “No creo que haya nadie que no recuerde cómo murió su madre [Diana de Gales], y sería terrorífico perder a un transeúnte inocente durante una persecución así o que algo les ocurra a ellos”, apuntó Adams.

“Aunque el hecho de ser una figura pública implica un nivel de interés por parte del público, nunca debe costarle la seguridad a nadie”, aseguró por su parte el portavoz de la pareja. “La distribución de estas imágenes, dado el modo en el que han sido obtenidas, anima a unas prácticas altamente intrusivas que resultan peligrosas para todos los implicados”.

El incidente se produjo después de que Meghan y Enrique asistieran juntos a la ceremonia anual de entrega de premios de la Ms. Foundation, donde la duquesa de Sussex recibió el galardón Women of Vision por “su defensa global para empoderar y abogar por las mujeres y las niñas”. Tanto su marido como su madre, Doria Ragland, la acompañaron a la gala, la primera aparición pública en una alfombra roja de la pareja en lo que va de año. No se les había visto juntos posando para las cámaras tras el estreno de la serie documental sobre su vida en diciembre de 2022, la publicación del libro de las memorias del príncipe Enrique el pasado enero y la coronación de Carlos III.

Al término de la gala, los tres abandonaron el lugar en torno a las diez de la noche en uno de los tradicionales taxis amarillos de la ciudad, según el popular diario The New York Daily News. El propio taxista, Suckham Singh, explicó a la BBC que un guardia de seguridad le paró y que “al instante, el príncipe Harry y su esposa se subieron a mi taxi”. Singh añadió que se quedaron bloqueados por un camión de la basura “y, de repente, llegaron unos paparazis y empezaron a hacer fotos”. Cuando estaban a punto de indicarle su destino, los pasajeros pidieron a Singh que volviera a la comisaría, donde les dejó. “Parecían nerviosos, creo que les habían estado persiguiendo todo el día o algo así, pero el guardia de seguridad estaba en ello”, dijo Singh.

Preguntado sobre la descripción de una “persecución casi catastrófica”, el taxista minimizó el suceso: “No creo que eso sea cierto, creo que todo es exagerado”. Singh dijo no haberse sentido en peligro y también que la policía no seguía a su coche. “Sólo ayudaron cuando nos bloqueó el camión de la basura, tocaron el claxon y luego siguieron su camino, nosotros el nuestro”, añadió. En declaraciones al New York Daily News, contó que los Sussex le preguntaron su nombre y él les dio el hipocorístico, Sonny, pues “mi nombre entero es bastante difícil”. “Fueron muy amables”, remató.

Enrique se ha quejado en numerosas ocasiones de las persecuciones por parte de los fotógrafos, más que contra él, contra su esposa. Ha hablado de ello en entrevistas, en su libro de memorias y en su serie documental de Netflix. De hecho, la pareja llegó a denunciar a algunos de esos paparazis, como en julio de 2020, cuando se quejaron de “serias intrusiones” en la privacidad tanto de ambos como de su hijo mayor, Archie, que entonces tenía 14 meses, y buscaron protegerse contra el “frenesí de transmisión manufacturada”. A menudo han tenido sobre su casa drones y helicópteros tratando de conseguir imágenes, y han sido perseguidos mientras caminaban o iban en un vehículo. Este tema resulta especialmente sensible para Enrique, dado que su madre, Diana de Gales, falleció en un accidente de tráfico mientras era perseguida por los paparazis en el Puente del Alma de París en 1997. El príncipe la recordaba de una forma muy clara en octubre de 2019, cuando envió una carta donde explicaba los motivos de otras querellas contra tabloides británicos: “Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa víctima de las mismas fuerzas poderosas”. “He visto lo que sucede cuando un ser querido se convierte en mercancía hasta el punto de que ya no se les trate como a seres reales”, afirmó.

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