Jennifer Lopez ha invertido 20 millones en el extraño musical-documental sobre su romance con Ben Affleck que genera dudas en la industria y los famosos
La artista lanza en unos días una trilogía de disco, película-musical y documental que ha financiado ella misma y donde recorre los 20 años desde su primera relación con el actor hasta la segunda, ahora, ya casados
Hace meses que febrero está marcado en rojo en el calendario de Jennifer Lopez. La artista neoyorquina lanzará uno de sus proyectos más personales, pero a la vez más raros, en pocos días. Una tríada de disco con videoclip y documental, con un punto claramente musical, pero también autobiográfico e incluso onírico. Un extraño Frankenstein audiovisual con el que saca nueva música, repasa de su carrera y recapitula sus 20 años de amor con Ben Affleck, con quien estuvo a punto de pasar por el altar en 2003 y con quien finalmente se casó en verano de 2022. Un híbrido que nadie, ni quienes han colaborado con ella en el proyecto, parecen terminar de comprender, pero por el que ella ha apostado fuertemente. Tanto como para financiarlo con 20 millones de dólares de su propio bolsillo.
La cantante y actriz ha desvelado la cifra y las dificultades de llevar el proyecto a buen término en una larga entrevista con el medio Variety, del que también ocupa su portada de papel con una espectacular producción fotográfica. Lo que ha hecho es una especie de paquete completo de música, audiovisual y vida personal. En 2002 Lopez lanzó su tercer disco de estudio, This is me... Then (Esta era yo... entonces), un gran éxito con el que vendió más de seis millones de copias en todo el mundo. Hace unos años se lo puso a sus gemelos, —Emme y Max, de casi 16 años y fruto de su relación con Marc Anthony— y les encantó, les pidió más música así, personal y que contara historias. De ahí que este 2024 llegue su continuación, This is me... now (Esta soy yo... ahora), con 13 canciones que verán la luz el 16 de febrero, aunque ya se han desvelado dos. Pero además el disco tendrá dos patas audiovisuales muy distintas del clásico videoclip y en las que Lopez ha puesto su esfuerzo y su fortuna.
Primero habrá una especie de película musical o videoclip largo llamado This Is Me... Now: A Love Story, que ha coescrito, entre otros, con su esposo y que ha dirigido Dave Meyers (habitual de videoclips de Usher, Ed Sheeran, Coldplay y la propia Lopez) y en el que aparecen desde la actriz Sofía Vergara hasta el músico Post Malone. Será una especie de megavídeo de todas las canciones del nuevo disco, pero también tendrá un guion, un hilo conductor. Y, segundo, días después estrenará un documental, The Greatest Love Story Never Told (La historia de amor más grande jamás contada) y que está inspirado en las cartas que Affleck le ha mandado a lo largo de los años. En él se narrarán las bambalinas tanto del disco como de la película musical. Ambos se verán en Amazon Prime Video, que los ha comprado ya acabados por una cantidad de dinero no desvelada.
Ha sido la correspondencia amorosa lo que, según Lopez, la inspiró para las tres partes, al hablarle a quien lleva siendo su mánager desde hace años, Benny Medina, de dichas cartas. En una conversación sobre su dolorosa relación fallida y su final reconciliación dos décadas después, él la animó a crear música, un disco, sobre su historia. La película musical a modo de largo videoclip que lo acompaña está protagonizada por la propia Lopez, aunque en algunas entrevistas y pases previos se ha sabido que es una especie de versión de ella misma, una mezcla entre Lopez en sí y un personaje creado por ella y por Affleck que, además de coescribir la historia, también aparece en ella, como muchos otros famosos.
Sin embargo, no todos han querido estar presentes en este extraño proyecto. Por ejemplo, como cuenta Variety, Khloé Kardashian ha rechazado aparecer en él, y Jane Fonda, buena amiga de Lopez (trabajaron juntas en La madre del novio en 2005), estuvo a punto de decir que no. La intérprete de 86 años, ganadora de dos Oscar, habló personalmente con Medina para indagar acerca del proyecto, y después incluso con Lopez, en una conversación que se ve en ese documental tras bambalinas y de la que Variety ha dado un pequeño adelanto. “Quiero que sepas que, no sé por qué, estoy de tu lado y del de Ben, y quiero que esto funcione”, le explica Fonda a Lopez, en una especie de sentimiento compartido con otras miles de personas en ese momento, cuando se reconciliaron. “Sin embargo, esto es absurdo. Es como si estuvieras intentando demostrar algo en vez de vivirlo. Ya sabes, hay montones de fotos de los dos besándoos y abrazándoos”. Lopez le contesta con una carcajada: “Estamos viviendo nuestras vidas, simplemente”.
Lopez trata de quitarle hierro a esa sensación de esfuerzo por demostrar su amor que Fonda ve en el documental y explica que en 2003 su relación “se vino abajo por el peso de la presión” y que ahora quiere mostrar ese renacimiento, que la ha hecho convertirse en una estrella global, una actriz que triunfa en taquilla, una estrella de la Super Bowl, un icono de estilo y una entregada madre de dos hijos, además de esposa de otra estrella de la pantalla. Pero en vez de contar su viaje en un documental (como el que hizo con Netflix hace un par de años, centrado en su actuación junto a Shakira en la Super Bowl) lo ha hecho en un proyecto híbrido del que han salido varios inversores y en el que ella ha puesto muchos millones.
“Todo el mundo pensaba que estaba loca. De hecho, yo también pienso que estaba loca”, ríe durante esa entrevista al explicar el proyecto, que guardaba muy en secreto y del que ha exigido la más estricta confidencialidad. Cuando Lopez grabó su disco, empezó a gestar la idea de esta película musical (ni ella ni sus agentes quieren llamarlo videoclip largo) y un documental que lo acompañara. Un proyecto difícil de entender para muchos por su contenido, con una extraña mezcla de elementos salidos de su cabeza y que varios guionistas han ayudado a plasmar; un proceso que se ve en el documental posterior, The Greatest Love Story Never Told, que verá la luz el 27 de febrero. En los adelantos que han podido verse de This Is Me... Now: A Love Story, el último de dos minutos y medio, hay colibríes que mandan mensajes, fuegos, accidentes de moto, varios novios distintos, una especie de terapia de grupo (”creemos que eres una adicta al sexo”, intervienen sus amigos), portazos, dramas y coreografías en bodas (la suya, claro), pistas de baloncesto y fábricas.
Solo sus 20 millones de dólares encima de la mesa ayudaron a poner esa mezcolanza tan basada en lo personal en marcha. Fueron muchos los que dijeron no, incluso la productora con la que trabaja a menudo, Elaine Goldsmith-Thomas, que afirma en la entrevista que estaba preocupada, no entendía nada y, a día de hoy, sigue sin entenderlo. “La gente tiene miedo de ponerse ahí a sí misma”, reflexiona Lopez en el documental. “Lo pillo, aunque me ha llevado un tiempo. Yo también tengo miedo. Pero no actúo como si lo tuviera: ese es el secreto de toda mi jodida carrera”. Pero para ella, había algo que contar. “Era el momento, Ben y yo nos hemos redescubierto y ahora que estamos casados tengo algo nuevo que ofrecer. Esta es la pieza definitiva que va a cerrar un capítulo y así podré avanzar a la siguiente parte de mi vida”. Un capítulo tan extenuante que declaraba en Entertainment Weekly que no sabe si volverá a hacer más álbumes. “Es el proyecto por excelencia de J. Lo”, decía de sí misma. “Puede ser mi último disco. Siento que es el fin de una era para mí y el comienzo de otra”.
En el boletín que la artista envía por correo electrónico ha ido adelantando detalles del proyecto y explicado, además, sus sentimientos al respecto. “No había estado tan nerviosa, emocionada, asustada y emocionada por compartir algo con vosotros desde hace años”, afirmaba a mediados de enero. “La historia del viaje desde This Is Me... Then hasta This Is Me... Now es lo más personal que he hecho nunca”. También de lo más caro y arriesgado, que puede suponer un éxito, un cambio en la percepción de su carrera y su imagen personal, o todo un fiasco. Solo habrá que esperar unos días para saberlo.
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