Britney Spears aclara que solo se ha hecho un esguince después de que una ambulancia acudiera a su hotel

En la madrugada de este viernes 3 de mayo, varios medios estadounidenses empezaban a dar la noticia de que Britney Spears (Misisipi, Estados Unidos, 42 años) se había peleado con el que dicen que es nuevo novio, Paul Richard Soliz, en el lujoso hotel Chateau Marmont de Los Ángeles. Un incidente que terminó involucrando a una ambulancia. “Recibimos una llamada al 911 informando de que una mujer adulta había resultado herida”, confirmaba un portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles a Page Six, asegurando que se había solicitado una ambulancia alrededor de las 12.45 de la noche estadounidense. “La persona que llamó no tenía mucha información sobre la naturaleza de la lesión. Enviamos una ambulancia al lugar”, explicaba la misma fuente. También aclaró al portal estadounidense que la policía no llegó a entrar en la escena, que en los informes “no está claro” si esa persona necesitó algún tipo de atención médica y que, en cualquier caso, “no transportaron a nadie al hospital”.

En las fotos obtenidas por medios como Page Six, TMZ o el Daily Mail se ve a la cantante descalza fuera del hotel, con un pijama corto y tapada con una manta, mientras abraza una almohada. A su lado están Soliz y varios agentes de seguridad. También aparece la ambulancia y un enfermero sosteniendo una camilla plegable, y se ve cómo abandona la escena mientras Spears mira en dirección a las cámaras de los paparazis. “Ella está en casa y bien”, aseguraba después del incidente una fuente cercana a la artista. Ella misma ha querido quitarle hierro al asunto mediante un comunicado que ha publicado en su perfil de Instagram, donde acumula 42,3 millones de seguidores. “Solo para que la gente sepa... ¡¡La noticia es falsa!!”, empieza la publicación cerrada a comentarios. Sin embargo, lo errático del mensaje, lejos de tranquilizar a su entorno y a sus seguidores, ha conseguido justo lo contrario. “Me gustaría que en este momento se respetara a la gente para que entendiera que cada día me hago más fuerte. La verdad apesta, ¿alguien puede enseñarme a mentir? Diosas, estoy alcanzando mi poder superior y además, ¡espero que ustedes también lo estén haciendo! Necesito un cepillo de dientes nuevo ahora mismo. P.D: ¡¡¡Necesito un espresso!!! P. P.D: No estoy segura de por qué siento la necesidad de compartir esto... Supongo que solo soy una chica y estoy con mi período, así que soy una perra... ¡¡Mierda!!”, explica entre emoticonos de caritas llorando de la risa, tulipanes y una caca con ojos.

Al final del mensaje, justifica la visita de la ambulancia: “Anoche también me torcí el tobillo y los paramédicos se presentaron ilegalmente en mi puerta. Nunca entraron en mi habitación, pero me sentí completamente acosada. Me mudo a Boston. Paz”, concluye. Cinco horas después, Spears hacía pública otra críptica publicación en la que muestra un par de vídeos de su tobillo, su pierna y su pie completamente hinchados, como prueba de esa torcedura de la que hablaba. En este caso, en el mensaje que los acompaña acusa a su madre, Lynne Spears, de orquestar lo sucedido: “¡Sé que mi madre estuvo involucrada! ¡No he hablado con ella en seis meses y llamó justo después de que sucediera, antes de que salieran las noticias! ¡¡¡Me tendieron una trampa igual que a ella hace mucho tiempo!!! ¡Ojalá tuviera abuelos! ¡No la soporto! Honestamente, no me importa, lo diré!!!”, comenta aparentemente enfadada. Después de los vídeos del tobillo, hay una tercera foto en la que aparece su abogado de toda la vida, Mathew Rosengart, posando junto a un lobo. El final del mensaje también es una posdata de agradecimiento para él: “¡Este hombre es maravilloso! ¡¡¡Es como un padre para mí y me ayudó anoche!!! ¡¡¡Te adoro y te admiro, señor Mathew!!!”.

Por si con las imágenes no fuera suficiente, Spears también explica lo sucedido a viva voz en los vídeos, mientras se señala el pie. En el primero, lo dice riendo, se refiere a sí misma como una “maldita idiota” y explica que trató de “dar un salto en la sala de estar del Chateau”, y se cayó, se avergonzó, “y eso es todo”. “Los paramédicos llegaron a mi puerta ilegalmente y, por supuesto, causaron esta gran escena que era tan innecesaria y todo lo que necesitaba era hielo”, continúa. En el segundo vídeo, más breve, está comparando el tobillo sano con el lesionado mientras se la oye sollozar y dice con voz llorosa: “Este es”.

Como si no hubiera pasado nada, apenas unos minutos después de esa publicación ha subido otro vídeo bailando la canción Despacito con un maillot brillante, unas botas blancas y ningún síntoma de esguince. “¡¡¡Ok, he estado jugando y pensé que este disfraz era hermoso!!! ¡¡¡Solía hacer espectáculos en Las Vegas con dos capas de medias en mis piernas!!! ¡Nunca me dejan mostrar mis piernas reales! ¡Me sentí un poco rara e idiota con un disfraz en mi sala de estar! ¡¡¡Bueno, Prince solía vestirse con disfraces todos los días de su vida en su casa!!! ¡Solía elegir bailarines específicos para entretenerlo cuando estaba aburrido! Información inútil”, dice en esta última publicación.

Después de tres años sin hablarse, a finales de mayo de 2023 la cantante de Toxic o Womanizer anunció también mediante sus redes sociales que se había reconciliado con su madre. “Mi dulce mamá apareció en mi puerta ayer después de 3 años... ha pasado tanto tiempo... con la familia siempre hay cosas que deben resolverse... ¡pero el tiempo cura todas las heridas!”, comentó optimista a sus seguidores. Su nuevo mensaje, en cambio, en el que no termina de quedar claro si culpa a su madre de llamar a la ambulancia o de filtrar la noticia a la prensa, da a entender que la reconciliación no ha sido tan fructífera como esperaba entonces.

Esta misma semana, Spears también ha acaparado titulares después de que ella y su tercer marido, el modelo Sam Asghari, hayan llegado a un acuerdo de divorcio casi nueve meses después de anunciar su separación. Los documentos obtenidos por Page Six revelan que han mantenido los términos de su acuerdo prenupcial. La artista conservará “joyas diversas” y otros artículos personales, según estos papeles, así como las ganancias que obtuvo antes, durante y después del matrimonio de la pareja, que se dio el “sí, quiero” en 2022. El medio estadounidense asegura que fuentes cercanas a ellos les han garantizado que el divorcio se resolvió “amistosamente” en gran parte debido al “acuerdo prenupcial férreo”. De hecho, otras fuentes han comentado al Daily Mail que la noche del incidente en el hotel, Britney “estaba en Hollywood celebrando la finalización de su divorcio”. “Se torció el tobillo y alguien del hotel llamó a la ambulancia para asegurarse de que no serían responsables de ninguna lesión que sufriera”, justifica esta persona.

El que todos los medios dicen, a pesar de que ella no lo ha hecho oficial, que es su nuevo novio, Paul Richard Soliz, de 37 años, fue contratado en 2022 como empleado doméstico en la mansión de Spears en California. Fue despedido en 2023, después de que se conociera su pasado criminal. Soliz ha estado acusado de múltiples delitos menores y algún delito grave: en 2014 fue acusado de alteración del orden público y ese mismo año también fue acusado de poner en peligro a un niño, pero fue desestimado debido a una negociación; en 2016, también fue condenado por conducir sin licencia, y en 2022 fue declarado culpable de posesión de un arma de fuego. Estuvo en la corte el 11 de septiembre de 2023 por una supuesta violación de la libertad condicional en relación con ese cargo.

En este caso, según la cantante, Soliz no ha tenido nada que ver con el incidente del hotel, como apuntaba al principio la prensa. Pero su entorno siempre se ha mostrado reacio a esta nueva relación, según ha confesado anónimamente a los medios en varias ocasiones. “Ha sido una mala noticia desde el principio”, ha dicho ahora una supuesta amiga a Page Six. Una segunda fuente lo califica como “extremadamente peligroso”. “[Soliz es] una mala influencia para ella justo cuando sigue adelante con su vida, aumentando su libertad y dejando atrás a Sam”, dijo una tercera fuente al medio. Spears estuvo bajo tutela de su padre, Jamie Spears, desde febrero de 2008 hasta noviembre de 2021. El caso judicial se resolvió del todo precisamente la semana pasada, lo que les permitió evitar ir a juicio. El coste de esta libertad, según apuntan varios medios, ha sido de dos millones de dólares (1,8 millones de euros) para cubrir los gastos legales de su padre.