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El hijo mayor de Sakineh Ashtianí escribe una carta a Ban Ki-moon

Sajjad Ghaderzadeh pide protección al secretario general de la ONU para salvar la vida de su madre y familiares

El hijo mayor de Sakineh Ashtianí , Sajjad Ghaderzadeh, ha enviado una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que pide apoyo para salvar la vida de su madre y protección para él, su hermana Farideh y el abogado de la familia, Hutan Kian "frente los peligros que nos amenazan". La iniciativa de Sajjad se produce pocos días después de que agentes de los servicios secretos irrumpieran en la oficina del letrado y se incautaran de todos los documentos que prueban la condena de su madre a morir lapidada y su exención de responsabilidad en el asesinato del que fuera su marido.

"Quiero anunciar que todos los comunicados de la República Islámica [sobre el caso de Sakineh], incluido el [de la oficina de] derechos humanos, son falsos y mentira, y que mi madre aún está sentenciada a morir lapidada", afirma Sajjad en la carta difundida por la Campaña Internacional contra la Lapidación. "Su castigo nunca ha sido anulado, solo pospuesto, y aún es posible que se lleve a cabo en cualquier momento".

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Sajjad pide a Ban que lea su ruego en defensa de su madre y en contra de la lapidación ante la Asamblea General en la que participa el presidente de su país, Mahmud Ahmadineyad. En varias entrevistas concedidas en Nueva York, Ahmadineyad ha negado que Sakineh hubiera sido condenada a morir lapidada y atribuido su situación judicial a su presunta complicidad en el asesinato de su esposo. Ese mismo argumento están utilizando los diplomáticos iraníes en todo el mundo para tratar de frenar la campaña internacional contra la lapidación que ha puesto a la República Islámica en el punto de mira.

"Todos, especialmente el doctor Ahmadineyad, debieran saber que el asesinato de mi padre no tiene ninguna relación con la condena a lapidación de mi madre", asegura. El joven, de 22 años, explica que él y su hermana, de 17, perdonaron al asesino de su padre por "compasión y repulsa hacia la pena de muerte y la ley del Talión". "Así, el caso de asesinato se cerró en otro tribunal sin relación con el de lapidación, que se pronunció en otro juzgado y en distinta fecha", precisa.

El dato es importante porque ahora los hijos de Sakineh no tienen pruebas de ello y las autoridades iraníes están tratando de cambiar la historia, y dan a entender que la mujer tiene cuentas pendientes por el asesinato de su marido. Sajjad recuerda en la carta que todos los documentos y ficheros informáticos desaparecieron después de que agentes de los servicios de seguridad registraran la vivienda y la oficina de su abogado hace una semana.

El hijo de Sakineh, que ha demostrado estar dispuesto a llegar a lo más alto para salvar a su madre, intuye que su empeño puede estar poniéndoles en peligro a él, a su hermana y al letrado. Por eso pide el apoyo del secretario general y de los gobiernos del mundo. También recuerda que ha intentado sin éxito entrevistarse con el presidente de Irán y por eso ha elegido esa fórmula para hacer oír su voz.

"Tal vez diga que nuestro caso es cosa del poder judicial, pero tengo que decir que el poder judicial de Irán no ha hecho otra cosa que mentirnos", asegura el joven. Sajjad también acusa a los medios estatales por su campaña de desinformación sobre el caso y denuncia la difusión de "falsas entrevistas" con su madre, que "fueron todo mentiras y se realizaron bajo presión física y psicológica".

"Ya que usted apoya a la gente de Líbano, Palestina y Pakistán, ¿por qué no se siente responsable hacia su propia gente", concluye Sajjad que, por primera vez, ha permitido que se difunda una imagen suya, junto a su abogado.

Sajjad Ghaderzadeh, el hijo mayor de Sakineh Ashtianí, junto al abogado de ésta, Hatun Kian/  COMITÉ INTERNACIONAL CONTRA LA LAPIDACIÓN
Sajjad Ghaderzadeh, el hijo mayor de Sakineh Ashtianí, junto al abogado de ésta, Hatun Kian/ COMITÉ INTERNACIONAL CONTRA LA LAPIDACIÓN

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